En los pequeños gestos
cada quien deja su huella.
En lo que no hicimos
incluso…
lo que gustamos soñar.
En lo que intuimos.
En lo que imaginamos.
En lo que supusimos
un día
alcanzar a concretar.
En el beso que inspiramos,
en el amor que sembramos,
en las ideas trazadas,
vamos marcando rumbos
para los que vienen detrás.
Aún cuando ya no estemos
seguiremos perdurando:
seremos mensaje y rastro,
registro de haber andado
nuestra breve identidad.
16 comentarios:
La estela la dejamos, pero hay algunos-as, que vaya estela nos dejan...
Un abrazo.
Una brevedad que dibuja eternidades, extraño. Y maravilloso.
Te acabas de salir!!
Un beso
Coincido en mucho de lo que dice el poema. En la ultima estrofa, creo ver una referencia al apetito de inmortalidad, a la trascendencia como una sombra de inmortalidad. Los deseos, los sueños, son algo que define mucho.
Bien escrito.
Sí tenemos más de un carnet de identidad.
Aún cuando no queramos perpetuarnos parece que alguna marca dejamos, por el solo hecho de pasar... dejamos rastros que después se reflejaran en la formas que a futuro quienes nos siguen actuarán.
Me gusta esta entrada, yo que he pretendido no dejar huellas , nunca me había puesto a pensar que hasta sin querer estas permanecerán en algún un abrazo Neo
Precioso, pero no sé si ocurre así. Las huellas que se dejan no son imborrables en la mayoría de los casos.
Besos
Salud y República
y es por culpa de ese mismo rastro que son condenados las personas que intentaron camuflar su pasado, inventándose una vida que nadie recuerda, intentando tapar el sol con un dedo, olvidando sus propios pecados que tarde o temprano saldrán a matarlos, haciendo que los que vienen los vean como mala influencia, no como una persona con experiencia, sino como una manera de entender que todos cometemos errores y que nadie se escapa de ello, pero ellos seguirán mintiendo, tratando de ocultar lo inocultable, tratando de hacer invisible su rastro y que mientras más traten de eliminar su pasado, su pasado más lo torturará, más los cubrirá, más lo enlodará... tienes razón Neo, dejamos rastros y nadie puede escaparse de ellos, nadie....
Yo diría que a veces es discutible.... que no siempre trascendemos tal cual somos.
En eso esa la imagen, el ángel,
el carisma, que nos siempre concuerdan con las mejores intenciones.
Muchos filtros, demasiados,
nos separan de la imagen que damos unos a otros y no por falta de honestidad.
La propia subjetividad de emisor y receptor.
Pero bueno, poéticamente, soñamos con que sea así.
un abrazo
Caminante, son tus huellas...
Intentemos dejar un buen recuerdo, que cuando piensen en nosotros no sufran, que rían por habernos conocido, trabajemos un futuro para ellos, para los que ahora nos quieren.
BESICOS.
Muy bien lo has dejado escrito!
El otro día me puse a pensar mucho en ello (por circunstancias que a veces nos hacen reflexionar con más intensidad sobre la vida... y luego el ya no estar), que duro sería pasar sin dejar huella, desapercibido, sin nada que diga por aquí he andado. Creo que es importante vivir cada tracito de camino de manera de que esa sensación de desasosiego no nos alcance, de ser así, se puede ir uno tranquilo.
Besitos Neo! (ya, ya, prometo fotito para esta semana, si?)
Dejamos recuerdos en aquellos que nos conocieron, ojala sean buenos.
Un abrazo
y tan breves somos...
en el amor que sembramos,
en las ideas trazadas,
vamos marcando rumbos
para los que vienen detrás...
Inevitablemente, y mientras alguien que nos recuerde viva, esa huella perdurarà...para bien, o para mal...
Mis saludos
entre otras cosas, somos energía, Un dia se podrá manejar esa energía cuando no haya materia
Qué bien! Me encantó...
Muy de acuerdo con lo que decís además.
Un besito
Publicar un comentario