Esta semana, la querida Molí nos pide relatar alguna anécdota real o ficcionada relacionada con las prisas. Como no tengo alguna actual que merezca ser relatada, recurro a un relato escrito hace un tiempo inspirado en algo que bien pudo haberme pasado en algún momento de mucho estrés.
DESPISTE
(conversación en el teléfono)
N -Esta tarde tengo que ir al
médico, necesito que vengas a almorzar temprano así tengo más tiempo para
prepararme antes de salir.-
J -No creo que pueda, tengo que
encontrarme con un cliente justo antes del mediodía. Es casi seguro que voy a
demorarme.-
N -¿Será posible? ¡Cada vez que
te pido un pequeño favor siempre tenés algo que hacer! ¡Parece que lo hicieras
a propósito!-
J -Bueno, lo llamo para ver si
podemos adelantarlo un poco, pero no prometo nada. Además vos sos una exagerada
con el tema de los horarios. Siempre decís que necesitás una hora para
prepararte y después te sobra tiempo, no es para tanto.-
N -Lo que pasa es que yo no soy
como vos, que siempre dejás todo para último minuto. Yo quiero hacer las cosas
con tiempo, anticiparme a las eventualidades, pensar en lo que pueda pasar para
prevenirlo.-
N -¡Gimnasia! Nooo… ¡me había
olvidado! ¡Hoy es jueves y Federico tiene gimnasia a la tarde! ¡No voy a poder
buscarlo a la salida! ¿Cómo hago? No puedo llegar tarde al médico, perdés un
turno y sonaste, te tenés que aguantar toda la tanda de pacientes que se junta
y recién al final puede que te atienda, para colmo con él va todo el mundo, es
uno de los mejores especialistas de la ciudad.-
J -Pedile a Martina que lo pase a
buscar así por lo menos te libras de eso.-
N -¡Martina! ¡Seguro! ¡En el tema
de la buena disposición cuando la necesitás se parece al padre! ¡Siempre tiene
una excusa lista para decir “no puedo”, no se puede negar que es tu hija!-
J -¡Pero preguntale, por lo
menos! A lo mejor te sorprende y te dice que sí.-
(termina conversación telefónica)
N -¡Martina! ¡Vení un momento por
favor! ¡Martinaaa! ¡Dejá el celular y vení que te tengo que pedir un gran favor!-
M -¿Qué querés mamá? ¡Estoy en
medio de una conversación importante!-
N -¡Vos siempre estás en medio de
un asunto importante cuando yo te pido algo, sos igual que tu padre!-
N -Decime, esta tarde, ¿podrás
hacerte cargo de tu hermano a la salida de gimnasia? Tengo hora en el medico y
no lo puedo pasar a buscar.-
M -¿Quéee? ¡No! ¡No puedo! Justo
arreglé con Laura para pasar por el club a ver si lo vemos a Fito que hoy tiene
práctica de tenis y puede que esta vez se decida y la hable de una vez por
todas. ¡Y encima parece que va a ir también el hermano que tiene una pinta que
ni te cuento!-
N -Bueno, pero yo necesito que me
hagas este favor. No me queda otra. Esperalo a Federico a la salida de gimnasia
y lo llevan al club también, yo no hago a tiempo de pasarlo a buscar antes de
ir al médico.-
M -¿Queeee? ¡Ni loca! ¡Mirá si
vamos a llevarlo al Fede de colado! ¿Justo hoy que puede ser el día crucial
para Laura? ¡Si le pido algo así me mata y después deja de ser mi mejor amiga!
Nooo. No puedo. Es imposible. Buscá otra solución.-
N -¿Viste? ¿Ves que tengo razón? ¡Si
no puedo contar con nadie en esta casa! Cada vez que necesito algo todos tienen
cosas más importantes que hacer y me dejan en banda. A ver, voy a ver si la madre de Matías me hace el favor
y se hace cargo de tu hermano cuando salgan de gimnasia. Después lo pasaría a
buscar por su casa al salir del médico. ¡Si no me salva ella no sé qué hago!-
(nueva conversación telefónica)
N -Hola ¿Juliana? ¿Cómo andás?,
habla Nilda, la mamá de Federico. Mirá, te molesto para pedirte un favor. Esta
tarde tengo turno con el médico y no puedo pasar a buscar a Fede a la salida de
gimnasia, decime, ¿te vendría muy mal llevarlo un rato a tu casa? Yo lo pasaría
a buscar apenas termine la visita con el doctor, calculo que no me demoraré más
de las seis, como mucho. ¡Ahhhh, muchas graciaaas! No sabés cómo te lo
agradezco, me sacaste del apuro. ¡Te debo una! jejeje… sí, después nos ponemos
al día con el tema de los chismes del colegio jaja… ¡Seguro! Bueno, te dejo
ahora, que ando a las corridas. ¡Un beso y gracias otra vez!-
(fin de la conversación telefónica)
N -¡Listo! ¡por fin, todo
arreglado! Juliana lo pasa a buscar y se lo lleva a su casa hasta que yo
termine con el médico. Suerte que “otros” sí responden a mi pedido de socorro
cuando los necesito, ¡porque si tuviera que depender de los míos…!-
M -Mamá…-
N -¿Qué, qué? Decime rápido que
estoy apurada y ya tengo que ponerme a preparar el almuerzo para vos y tu
padre.-
M -Este papelito que dejaste en
la heladera ¿es del turno del médico?-
N -Sí, sí. 15 de mayo a las 16 hs-
M -Bueno. Hoy no es 15. ¡Es 16!-
N -…-