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domingo, 23 de mayo de 2010

PENAS COMPARTIDAS













Cuando la pena

desborda lágrimas

que se contienen hasta

donde no alcanzan

ni el orgullo

ni la determinación

de mostrarse fuerte,


uno vuelve

a sentirse breve

ínfimo, vulnerable,

y en la intimidad

más subjetiva


agradece la fortuna

de comprobar

que no está solo

que hay alguien

cerca, allí,

que nos acompaña

y se conduele.


19 comentarios:

tag dijo...

Dicen que "Pena compartida, media pena y Alegria compartida, doble alegria"

Es de agradecer y es necesario tener alguien ahí que escuche tu pesar, de lo contrario, la pena es una carga demasiado pesada para una sola persona.

Un besito

Any dijo...

Compartir una pena es hacer que sea menos dolorosa. Pasa que es difícil encontrar con quien compartirla, no todos están dispuestos a ponerte el hombro y la oreja.
buen finde largo vecina!

RGAlmazán dijo...

Pues sí, Mónica, nuestra fragilidad y vulnerabilidad se aminora con buena compañía. Sin duda. Un beso.

Salud y República

Natàlia Tàrraco dijo...

Fragiles somos y las lágrimas no han de avergonzarnos, límpian las mejillas y dulcifican el corazón. Cuando ese llanto es compartido ni que sea por una suave sonrisa o una caricia, nos cargamos de energia, volamos a dúo, compartimos vuelos y penas.
Bsitooo dulcísimo.

Anónimo dijo...

En nuestro irracional orgullo muchas veces intentamos contener el llanto que surge consecuencia de la pena. Cuando las emociones nos desbordan, cuando la tristeza hace que el llanto surja, hay que dejarlo fluir porque es necesario para comenzar a sentirnos algo mejor. Seguro que siempre habrá hombros amigos donde recostar el peso del dolor.
Un abrazo.

Noelia dijo...

moni moni..
que cierto eso. Es muy importante y reconfortante saber que siempre tenemos a alguien para ayudarnos (: besito

Cecy dijo...

Acompañar y dejarse acompañar hace que la pena se alivie.

Besitos y buena semana.

mariajesusparadela dijo...

Nunca he comprendido por qué hay que aguantar el llanto. Llorar es un enorme descanso y una salida para cualquier situación: dura, penosa o emocionante.
Por eso lloro por todo, incluso de risa.

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Por supuesto, se siente acompañada, y es cierto que la pena compartida es la mitad.

Pero, ¿sabes? Quizas tambien ahí está la GRANDEZA del ser humano: su capacidad de sentir.

Besos...!!!

Ciberculturalia dijo...

Siempre hay alguién para que en un momento dado te suba el alma. Lo importante es saber quién en cada momento, no te parece?
Un beso

Anónimo dijo...

Las penas compartidas parece que se llevan mejor, feliz noche, besos

Mariela Torres dijo...

Cuando uno está triste lo único que quiere es poder compartir la pena, que parece menor. Es así.

Besos.

Tere dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Tere dijo...

Hola Moni, puf! las penas con llanto no me gustan nada esconderlas, pero mas de una vez no da para soltar a llorar como marrana, a mi me da muchisima felicidad estar en el momento que las personas rompen en llanto, adoro estar ahi para el abrazo rapido y la caricia...esa que seca ojitos.
Yo que trabajo con tanta mujer, te diria que en la semana no hay una que no este tristita por algo.
En cuanto a mi es otro cantar, me cuesta mucho llorar ante la gente cuando tengo alguna pena (no me gusta que nadie se preocupe)me gusta la soledad de mi cuarto cuando me esta pasando algo...pero tengo la plena seguridad que si es muy fuerte el tema, siempre tengo el hombro de un buen amug@ para dejarselo hecho AGUA! jajajajja

Precios entrada Mani querida.

Sinuhe dijo...

¿Sería posible soportar esos momentos sin ese hombro en el que apoyarse? Creo yo que no.

Abrazotess

casss dijo...

Dulce consuelo tener una mano amiga que se conduela con nuestra pena. Cuánto alivia!!!
un abrazo solidario, para cuando quieras, lo sabes!!!
besotes

amelia dijo...

la pena compartida ya no es tan fuerte, se hace mas ligera, siempre y cuando no arrestemos con la nuestra a la otra persona, eso pienso, un abrazo fuerte

SOYPKS dijo...

Hola amiga querida, hoy le robé un tiempo al trabajo para venir a saludar a los amigos, a veces sólo tengo chance de colgar algo y salir, pero no me olvido de ninguno de ustedes. Recibe mi abrazo a la distancia._
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Carol dijo...

Es una autentica suerte tener con quién compartir las penas, se vuelven menos pesadas, más llevaderas.

Besos.

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