CADA JUEVES UN RELATO, HISTORIAS OLVIDADAS, ABANDONADAS O REENCONTRADAS

 Y este es mi aporte:

HISTORIA REENCONTRADA

Dobladita en el fondo de cajón de las camisas, disimulada bajo pilas de ropas que ya no uso, desde hace tiempo, se me quedó olvidada una historia: un sueño desplegado a partir de la semilla de un deseo que fantaseó con crecer un día y por el olvido –y quizás los filtros que entre nubes se le dio por imponer a la cordura-  quedó postergada en silencio, sin chistar ni presumir -la pobre- y sin siquiera asomar un pequeño doblez entre las sedas desgastadas de mis camisones.

Fue así que la reencontré, ajada y somnolienta, casi irreconocible,  fantasía que alguna vez voló por los rincones de mi casa y de mi mente, perfumada y colorida, flamante, como mariposa recién nacida de un capullo que se formó a partir de misterios descubiertos por mis ojos de niña de aquel entonces.

Hoy por hoy, que frente al espejo casi no me reconozco –sigo siendo aquella que revoloteaba en sueños, pero con canas y otro rostro- pensé que, si bien el tiempo ha dejado estragos tanto en ella como en la parte de mí que más fácil ven los otros, las dos nos merecemos la oportunidad de renacer a partir de lo bueno que sembramos por aquellos días, cuando el silencio de la siesta era el momento oportuno para echarnos a volar tocando el cielo con la punta del alma formando encajes con las nubes juguetonas.

Es así que esta vez me decidí y sin más dilaciones, saqué punta al lápiz de escribir historias que sueñan ser contadas, cargué en mi canasto una resma de papel de sueños de colores, inflé las gomas de mi vieja bicicleta con rueditas que montaba cuando mi frente apenas llegaba al picaporte, y la invité a salir a recorrer el mundo sin apuro ni arbitrariedades. Tan sólo ella y yo, en dueto triunfal surcando los horizontes que la suerte quiera mostrarnos, dejándonos llevar por su tersura de historia traviesa que busca ser narrada y prometiendo que nada, esta vez, podrá impedir que ella suelte sus bemoles, sus principios inspirados, sus versos de asombrar, sus giros inusuales sin paños menores y el fin que  quiera proyectar dentro de la trama singular que -con toda libertad- le venga en gana.

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