Juan Carlos nos propone narrar a partir de una fecha definida. Mi relato se ubica en un futuro no demasiado lejano, considerado nuestro paso por este planeta. Para leer todos los textos participantes, pasar por su blog.
31 DE DICIEMBRE DE 2599
Dicen que los antiguos mantenían la
costumbre de juntarse a disfrutar de los mejores manjares y alzar sus copas desbordantes
de bebidas espumantes justo en el último minuto en que acababa el calendario
gregoriano. En ese instante de renovación de ciclo, sostenían en alto los
delicados recipientes con esperanza y regocijo y elevando los ojos al cielo rogaban
por un nuevo año cargado de bendiciones y bonanza.
Justamente hoy, de haberse
mantenido en vigencia aquel antiguo sistema de contar las jornadas, se cerraría
otro periodo anual y este preciso momento sería el indicado para alzar las
copas como parte de ese rito de buenos augurios.
Nada ha quedado ya de aquel mundo
rebosante de vida y proyectos. De sobra sabemos que la desidia del hombre ha
ido destruyendo completamente los recursos naturales que antaño abundaban. La escasez,
la contaminación, las guerras, la falta
de compromiso con la defensa de todas las especies ha hecho que el planeta esté
hoy en agonía.
De los muchos que éramos en otro
tiempo, sólo sobrevivimos un puñado de empecinados que hasta ayer insistimos en
soñar imposibles. Sobrevivientes infortunados condenados al exterminio a causa
de nuestra propia impericia, sabemos que es muerte lo que el futuro nos depara
y la razón nos dice que nada queda en nuestras manos para intentar virar
nuestro destino.
Pero como aún hay fibra humana en
nuestro interior y quedan rastros de inexplicable esperanza en nuestro yo irracional
y más profundo, los invito hoy, pese a todo, a compartir en esta mesa de
despedida estos pocos víveres rescatados de entre las sobras de lo que fuimos,
y alzar –seguramente por última vez- estas copas en las que aguarda ser bebido
el último resquicio de agua pura de la que disponemos. Así, emulando el rito augural
de otros tiempos, les propongo elevar los ojos al cielo a la vez que chocan
nuestras copas rogando por un milagro. Un impensado y maravilloso milagro que
haga posible, al final, un giro trascendental en el rumbo de este condenado
planeta. Sé que ya es demasiado tarde para pedir por nuestra propia sobrevivencia.
Roguemos entonces, que no lo sea para lo poco de vida que queda aun latiendo
bajo las cenizas de nuestro fracaso.
18 comentarios:
Magnífico análisis de la verdadera situación acual de nuestro maltrecho planeta. Estoy completalmente de acuerdo contigo,amiga Neo. Suscribo cada una de tus palabras que mejor expuestas no podian estar.
Con todo no podemos darle una patada a la esperanza y no guardarnos un resquicio ni que sea de duda. porque sinó ya estaríamos muertos. Um beso.
Real y brillante exposición del mundo en el que malvivimos. En el día de hoy, aquí podemos comprobar, como hasta con el agua se pueden cometer las mayores aberraciones éticas, amparadas por aquellos que deberían dar ejemplo de ciudadanía.
Importan más los áticos, los yates, y las cuentas en Suiza, que cuidar de aquello que nos da vida.
Vinieron los bárbaros y se acabaron los brindis por los años de bonanza y buenos augurios.
Besos.
Pero todos presumimos de saber lo que tenemos que hacer y o mentimos muchos o somos torpes en el cuidado de nuestro entorno. Un abrazo
Has hecho un gran análisis de un futuro que aunque parezca lejano esta más cerca de lo creemos ojala dejemos algo más humano a las nuevas generaciones y no tragedia y devastada la tierra .
Muy buen relato , un fuerte abrazo y feliz semana.
Es un increíble relato que muestra todo lo mal que le hemos hecho al planeta y a en consecuencia a nosotros mismos, un relato que da que pensar y que nos deja un tanto tristes
...y el ultimo en abandonar la caja fue la Esperanza...
desde el el punto más apocalíptico siempre hay un ser que salva la obra que a todos nos pertenece. Es la mejor lección de un optimismo en la clase humana
Me recuerda la novela de Ray Bradbury " Fahrenheit 451, en un mundo que prohibía los libros y cada personaje se aprendía de memoria un libro para mantener viva la obra de otros al servicio de la posteridad
A eso vamos, si no ponemos remedio y parece ser que no está entre nuestros objetivos.
Comprometido relato que debería de remover conciencias.
Un relato escalofriante, una escena que se difumina entre la realidad absoluta de lo que ocurre en este planeta, y que narra un panorama apocalíptico en un futuro.
Creo que somos una bacteria dañina en la naturaleza, que todavía apenas lleva un segundo de existencia en el reloj cósmico, pero que cuando Gaia note que de verdad estamos de sobra, nos exterminará sin miramientos. Aún creo que tenemos tiempo de cambiar y renovar nuestros votos con este planeta llamado Tierra.
Me encantó leerte.
Un abrazo.
Yo siempre que pienso en lo mal que estamos tratando al planeta me acuerdo de Mafalda y pido como ella que lo paren que yo me quiero bajar.
Espero que el ser humano, que es el causante de todos los males, rectifique antes de que todo sea irrecuperable.
Un beso.
No sé si decirte que me parece optimista tu relato, lo digo por la fecha, que significa que eso no llegará hasta dentro de 582 años...
Hay muchos datos que nos llevan hacia ese final, aunque también motivos de esperanza en la concienciación activa de tantas personas.
Un abrazo, amiga.
Parece que lo del medioambiente les importa nada más a unos pocos, y otros están empeñados en destrozarlo. Ya veremos quien gana este pulso.
Un abrazo
Este debería ser un relato de cabecera, leerlo a diario y avergonzarnos de lo que pudimos hacer y no hicimos. No aprendemos, no y el futuro ya es hoy.
Un abrazo
Me recuerda la serie Doctor Who, con El Doctor admirando a la humanidad, por eso de no darse por vencido, el sobrevivir a tanto.
Semejantes empecinados se merecen un deux ex machina.
Un abrazo
¡Hola! Lo realmente triste y más desesperante es que tu relato no parece que esté muy lejos de la realidad. Quizás, como otros dijeron muy optimista la fecha, yo no sé si tirar para tanto, aunque como dices, el milagro siempre se espera.
¡Un abrazo!
Excelente y escatólógico relato, Mónica.
Se me ha erizado la piel. Espero sí que no se cumpla
esta suerte de predicción.
Un abrazo y muy buen fin de semana
!Wow! Impresionante relato, muy creativo como lo realizastes. No puedo ni pensar en que estamos próximos a esos días, es escalofriante.
Bso
Que triste llorar sobre la leche derramada!, que irremediable!
Yo tengo fe en los chicos, lo veo en mi hijo, son mejores que nosotros
Gran relato y alegato Monica!
beso grande
Un mínimo atisbo de esperanza en ese postrer brindis, que tal vez pudiera constituir el tímido comienzo de un cambio de rumbo en esa carrera de insensatez en la que estamos inmersos. Largo me lo fiais amiga Mónica, sinceramente, no creo que dure tanto la vida humana sobre la faz de la tierra al paso que llevamos. Soy pesimista.
Un fuerte abrazo.
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