Curiosa le resultaba la forma en
que crecían los pétalos de la margarita alrededor del botón de su centro
amarillo. Curiosa la manera en que las nervaduras dibujaban su trazo en el
envés de las hojas nuevas.
Curiosos y simétricos se le
antojaban los juegos multicolores de los cristales del calidoscopio. Curiosa y
cautivante su magia bajo los rayos de sol de la mañana.
Curioso y sugerente el rumor del
agua de la fuente… mientras más se concentraba en su murmullo, más claro y
nítido lograba percibirlo. Maravillosas las caricias de la hierba fresca bajo
sus pies descalzos...
Curiosa la forma en que su alma iba respondiendo
–nueva e intacta- a tantos estímulos hasta ayer olvidados.
Sus cinco sentidos abiertos, bien
dispuestos hacia ese mundo reencontrado, lograban contactarla íntimamente con
los estrechos círculos que nos contienen fluyendo dentro del universo. Estaban
allí, leves y perfectos, constantemente latiendo al unísono con su propio
palpitar.
Curiosa la forma en que, después
de asumir lo que nos rodea como usual y cotidiano, nuestras mentes se van
distrayendo con cosas mucho menos importantes, sumergiéndonos en la red de
ilusiones que -paso a paso- vamos construyendo a nuestro alrededor. Curioso el
mundo. Curiosa nuestras reacciones. Curiosa la forma en que la vida se las
ingenió para hacerla reencontrar con aquellas maravillas nuevamente
descubiertas.
Dos años en coma, inmóvil,
postrada, casi muerta… para resurgir un día -sin previo aviso y cuando todos
habían ya perdido la esperanza- de entre las nebulosas de ese extraño estado de
suspensión del alma, cuerpo y memoria… para luego renacer… novel, diáfana e
intacta, dispuesta otra vez a abrirse al mundo sin prejuicios ni pre-conceptos,
sin filtros ni exaltaciones, simplemente así…atenta y curiosa para aprehender
nuevamente todas las maravillas con las que la vida y la naturaleza gustasen
sorprenderla.
2 comentarios:
Todos deberíamos tener una segunda oportunidad, para no gastar el tiempo en memeces y disfrutar de lo que la naturaleza nos depara.
Muy buen relato.
Un abrazo.
Tu escrito, describe la magia de renacer. Es un re-descubrimiento de todo, e imagino, que muchas cosas, se sentirán de un modo diferente al que antes se había tenido.
La gracia de que algo así suceda, después de tiempo a oscuras, es casi un milagro.
Cuando te leía, me vino a la mente Gustavo Cerati, será que me gustaría realmente, que un grande como él, renaciera también.
Besos!
Gaby*
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