Dicen que el dolor se siente menos
en la medida que comprobamos
que hay otros dolores más agudos,
más terribles, más trascendentes
que el nuestro.
No sé si será tan cierto
pero se me ocurre que,
a medida que tomamos conciencia
del poder solidario
del poder solidario
de nuestra de empatía
disminuyen las fuerzas
de nuestro individualismo
en torno a la adversidad.
8 comentarios:
El dolor siempre es cruento...
Saludos y un abrazo.
Pues sí, creo que es así. El dolor es duro pero también es relativo.
Un beso
Salud y República
Cuando uno está sumido en el dolor y la desesperación, escuchar o saber de otros casos parecidos puede ayudar, pero nunca mitiga. Es más, parece como si uno se volviera ciego y sordo ante el dolor ajeno: en ese momento él es el dolor del mundo. Y es una postura egoísta, pero demasiado humana.
Un beso
Hola, ola de mar..
Por fin consigo entrar. Tengo un montón de problemas con tu página y no se porqué!
Este pensamiento es ciertamente sabio. Confieso que a veces, no he tenido empatía por dolores ajenos por ser males menores comparados con otras cosas que yo he vivido. Ahora intento enmendarlo porque me doy cuenta. Y no es justo.
Es verdad que sientes menos, es casi inevitable, das por sentado que la vida es dura, cruel y las personas más fuertes de lo que piensan que son , somos.
Pero eso no es excusa para ponernos en la piel del otro por unos instantes e intentar vivir lo que le ocurre desde su cuerpo y su alma. Entonces, sí, con esa comprensión nace nuestra bondad también.
Un beso
del
Aire
Ponerse en la piel de otro es tarea ardua, que duela su dolor, más difícil todavía. Pero sí hay dolores de otros que duelen casi como propios, los hay como hay gente con empatía y gente que carece totalmente de ella, que solo se mira su ombligo y su circunstancia, su yo y siempre yo.
Más empatía para convertirnos en seres menos solitarios y más solidarios.
Un texto que incita a reflexionar.
Un abrazo.
Así parece, si, estamos de acuerdo. Luego estan los diversos factores que lo pueden aumentar o atenuar. Bs.
Valaf lo dijo todo, y me dejó sin palabras...
Es difícil, en el dolor, pensar en el sufrimiento ajeno. Diría casi imposible. El duelo es interno y el tiempo es lo único que hace disminuir un poco, pero nunca lo desaparece.
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