Desde que era niña, siempre fui cautivada por una pequeña y vieja colección de libros que tenía mi abuelo. En una biblioteca, prolijamente ordenados en una repisa al parecer hecha expresamente, reinaban desde siempre estos siete libros de tapas rojas y detalles en dorado que desde que recuerdo me han resultado cautivadores.
Entre ellos, uno en especial, titulado extrañamente “Monstruos Marinos” hizo siempre volar mi imaginación. La publicación, de muy buena calidad, data de 1870 y está escrita desde un punto de vista científico muy avanzado para la época tratando de desmitificar la naturaleza de distintos animales (en ese momento poco conocidos) que poblaban los mares.
Así, el autor recopila datos y características extractados de publicaciones más antiguas aún apuntando a extraer de ellas verdades y falsedades hasta entonces sostenidas como ciertas. Con un particular estilo se remonta a antiguas leyendas mezclando el relato con narraciones más contemporáneas.
Entre los especímenes de la fauna marina en los que se detiene, me resultó siempre particularmente atrapante el capítulo que les dedica a las sirenas. De él quise reproducir parte para darles una idea de las historias y tradiciones que contiene.
Entre ellos, uno en especial, titulado extrañamente “Monstruos Marinos” hizo siempre volar mi imaginación. La publicación, de muy buena calidad, data de 1870 y está escrita desde un punto de vista científico muy avanzado para la época tratando de desmitificar la naturaleza de distintos animales (en ese momento poco conocidos) que poblaban los mares.
Así, el autor recopila datos y características extractados de publicaciones más antiguas aún apuntando a extraer de ellas verdades y falsedades hasta entonces sostenidas como ciertas. Con un particular estilo se remonta a antiguas leyendas mezclando el relato con narraciones más contemporáneas.
Entre los especímenes de la fauna marina en los que se detiene, me resultó siempre particularmente atrapante el capítulo que les dedica a las sirenas. De él quise reproducir parte para darles una idea de las historias y tradiciones que contiene.
13 comentarios:
¿qué cantaba? traduce, porfi.
Abrir un libro viejo es como derramar la magia entre los dedos, es desplegar nuestra capacidad de asombro para nutrirnos con las historias, habitar cada página, devorarlos con todos los sentidos. mmmm me encanta el olor de los libros de paginas amarillentas.
Una delicia este hallazgo que trae tu niñez a cuestas.
Besos
me encantan las viejas historias, más cuando está escrita en un libro viejo, cuando era pequeño tenía muchos libros viejos con tapas extremadamente duras de cartón, las páginas amarillentas, algo rotas con manchas y huecos gracias a las polillas, pero eran adorables, cuando me metía en él era dificil de salir para almorzar o cenar, hoy lo comparo con los video juegos de los niños, era hipnotizante, un mundo diferente donde ingresabas y ya no querías salir al mundo real, eran quizás otros tiempos, otra clase de niños, que se asustaban con el cuco o creían que diosito los iva a castigar, los de hoy no se asustan con nada, esos libros sin incapaces de hipnotizarlos :)
Las viejas historias y el reencantamiento del mundo, tan gris y tecnológico como nos lo hemos pintado.
Cuando leo "sirenas", me vienen las de Ulises. Homero, antiguo, pero nunca viejo. Yo creo que nadie con afición por la lectura debiera dejar de leerlo.
Un beso
Estos libros del año del jopo son geniales!
No sabía que también hay "sirenos", lo cual me parece muy interesante. Y justo además, porqué siempre sirenas???
Y parece que son buenos amos de casa además, me estaría haciendo falta uno urgentemente ahjajaja!. Que no sea como el del Museo de Leyde eso si, por Deus! que feitud!
Me mató la foca obispo jajajaja!
Por acá debe andar el mito de la Lorelei tan mentado en Alemania. Me encantaba esa historia.
Un libro de esos es un pequeño tesoro, imagino que algún día sus nietos lo leerán con la misma fascinación de la pequeña Neo que hurgaba en la biblioteca del abuelo.
Un beso splash!
Hola amiga, me ha encantado leerlo, muy interesante. Feliz fin de semana.
Lo que he leído me encantó, mañana vuelvo para terminar de leer, al ser la letra pequeña se me cansa la vista, pero me encantan los libros antiguos.
Buen fin de semana. Besitos.
Pepi hay que usar el zoom de google para aumentar el tamaño de la letra.
Me alegra ver que esté interesando el tema.
Un abrazo
Precioso libro. Estupendo poder leer que se pensaba sobre los cetáceos y las sirenas hace ciento treinta años.
Una joya que se ha de guardar. Me gustan mucho los libros antiguos y cuando cuentan algo que conocemos se puede comparar el pensamiento de entonces con el actual y así ver que todo es relativo y que la época es sujeto de las percepciones.
Besos
Salud y República
Hace años descubrí este blog
http://sirenaldabra.blogspot.com.es/
tal vez te guste echarle un vistazo.
:)
Siento el olor de ese libro, porque se parece a alguno que guardo con sumo cariño y me encanta.
Este no lo conocía y me alegro de descubrirlo de tu mano.
Nuestra mente vuela y se enrique de fantasías y preguntas con estas lecturas.
Besos dobles, por supuesto.
pues no conozco a Esilleviana... era curiosidad.
biquiños,
Disculpa lo vendes tengo dudas y quiero investigar sobre ellas
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