Hay momentos que el impulso
no parece hallar
la forma
de desahogarse
con ganas
y hacer brotar
eso enorme
que nos grita
desde dentro
y nos inquieta con ansias.
Es mentira que no quema
otra cosa
que no sea
flama ardiente
-o tibio fuego-
que apasiona
las entrañas:
también incendian
las musas
que reclaman expresarse.
13 comentarios:
También incendia el deseo.
Es cierto: hay muchas cosas que incendian...a los que llevan fuego dentro.
Quema lo que nace muy dentro, quema por salir, en forma de verso, de cuento, de pintura, de notas musícales..... Queman !tantas cosas!
Besitos.
Palabras que dejan ardiendo!! me gustó mucho
Bueno esta vez las musas se han pasado al inspirarte semejante poema. Me encantó Moni!!!
Un beso.
gracias a vos también por reparar en ellas.
Creo que hay muchas clases de incendios, y los has dejado más que vivo entre tus versos.
Las Musas pueden portar teas ardiendo que iluminen su salida. Bsss.
Hola Moni!
Verdaderamente, lo quema lo que necesita ser gritado pues nace desde lo más profundo de nuestro ser...
Beso grande!
RoB
PD: volví aquí, porque me es imposible seguirle el ritmo al Sr. Flin... (lo dejé en el *18, y ya va por el *27!)
La pasión, con su fuego de placer y sufrimiento, la pasión que crea humanidad y la destruye. ¿El denominado Pecado Original?,¿otro modo de hacer frente a la Muerte inexorable?
Mi cariño por ti, siempre Neo.
Precioso.
Un beso
Salud y República
Cuando se trata de expresarse, las musas son el fuego que quema el deseo y el ansia de comunicar.
Un abrazo
No sólo es poetico, es cierto que las musas reclaman, que es una exigencia. Tomo muy en serio la idea de las musas, estoy convencido de que tienen mucho de real. Incluso que sean ellas las verdaderas creadoras, que sólo se trate de obrar por su influencia. Aunque tal vez sea necesario saber escucharlas. Y eso se complica para quienes no somos Mozart, Da Vinci. Tengo ideas que no terminan de surgir.
Un poema con mucho fuego. :)
Gracias por la visita.
Abrazos.
eso lo sé desde que era muy niño, que existía un demonio dentro de mí que necesitaba desahogarse, es como un fuego abrazador que arde muy dentro de mi alma, que me quema no sólo las entrañas, mis carnes, mi corazón y va fundiendo hasta sólo dejar cenizas de cada hueso hasta que se libera y pierdo el control, muchas veces no soy yo, como un ser que lo transforma todo me empuja a escribir un verso o una canción, las musas nunca fueron tocadas, no es parte de mi inspiración, tan sólo los malos pensamientos que se van colando hasta volver a inundar mi corazón, y es cuando la bestia que habita dentro vuelve a quemarlo todo hasta tomar el control
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