Con el ritmo cadencioso
de la ciudad desbordada
el extraño se entremezcla
tratando de vagar sus calles.
Se deja llevar con holgura…
se esmera en descubrir su talle,
ciñéndose a la cintura
de la noche que se ofrece
entre las luces que estallan.
Con resabio de locuras
el hombre la recorre y calla.
Siembra ritos sin premuras
de reflejos centellantes,
la gran urbe se estremece
en cada aliento que exhala.
Bajo estrellas y negruras
que por bellos se destacan
el hombre anda a su suerte
en libre evocación y marcha.
10 comentarios:
Ah, esta mujer prefiere su noche aldeana.
Sé que la ciudad de noche (o de día) tiene su propio encanto, pero de todas todas, prefiero alejarme de ella y disfrutar de esas sensaciones en un marco mucho más tranquilo.
Un abrazo muy cariñoso Neo, hoy sí que pude dejarte comentario.
Susana.
Pd. Agradezco de corazón tu fidelidad hacia mi blog preciosa
A mi me gustan mucho las ciudades que dicen que no duermen por la noche, tienen algo vital que me encandila, por ejemplo cuando visité BBAA y descubrí que las librería cerraban tan tarde casi me desmayo de gusto.
Un besote.
No soy muy de la noche. Me gusta la luz del sol. Los amaneceres para mí son mis momentos preferidos, los que me dan energía.
Besos
Salud y República
Me encanto lo que te inspiro esta foto, le encontré cierta nostalgia.
Un beso.
Tere.
La noche en la ciudad es otra cosa, mas espacios que hacen las distancias cortas...a mi me gusta.
"...Con resabio de locuras
el hombre la recorre y calla...."
Me recordò "El lobo Estepario".
Muy buen texto.
Un abrazo.
Hola Neo,
Muchas gracias por al visita.
Abrazos.
A mí me gusta pasear las ciudades por la noche. Saben diferente.
Besos.
la noche forma parte del ciclo vital. La noche es femenina como el día es masculino, ambas se complementan. La noche ahora en el hemisferio boreal es encantadora y anima a prolongar los momentos con el ser querido o los amigos
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