Ahora que todos ya están afuera, luego que el último rescatista saliera a la superficie satisfecho y feliz por el deber cumplido, después que todo el operativo resultara según lo previsto, que los políticos de turno tuvieran su momento de gloria y que el mundo entero acompañara con asombro, satisfacción y euforia la enorme hazaña realizada, ahora sí, viene el tiempo de las reflexiones, de los cuestionamientos, de los balances, de las revisiones.
Si bien la alegría por el exitoso rescate aún nos mantiene conmovidos a todos, cabe ahora preguntarse por qué sucedió esta tragedia, cuáles han sido las causas, si eran evitables, si pueden repetirse…
Creo que esta situación crítica que los hermanos chilenos han demostrado poder resolver con solvencia, responsabilidad y profesionalismo debe ser la bisagra que marcará un antes y un después en cuanto a la actividad minera y la seguridad laboral de estos postergados trabajadores. Deberá ser la misma sociedad chilena la que ahora tendrá que mantenerse firme frente a su gobierno para exigir una nueva legislación en este aspecto. Deben ser los trabajadores, organizados los que deberán movilizarse para que se revalorice su situación laboral, sean respetados sus derechos y mejoradas las condiciones de seguridad en las que deben desenvolverse.
Hoy Chile ha demostrado que uniendo conocimiento, voluntad y esfuerzo solidario han podido hacer posible un milagro. A partir de mañana deberá demostrar que su voluntad transformadora no acabó en el momento en que se apagaron las cámaras o se quitó la última bandera. Creo que ahora viene el mayor desafío: animarse a reestructurar una de las actividades básicas de la economía chilena y por lo tanto decidirse a dignificar la vida de gran parte de su población.
Nota complementaria:
Adjunto el comentario que acabo de dejar en la entrada alusiva que la amiga Eva ha publicado recientemente en su blog (recomiendo su lectura)
Eva, por supuesto que no hay que tragarse lo que nos han querido vender. La forma en que se ha tratado a este puñado de trabajadores ubicados hoy (por la ineficacia de un Estado que ha hecho por siglos la vista gorda en cuanto a la dignidad de los trabajadores, la explotación privada sin escrúpulos que sólo piensa en su rentabilidad y la complicidad silenciosa de una sociedad que ha callado semejante ignominia) en una situación tan extrema que no ha podido ser ocultada, no debe hacernos creer que esa es la normalidad con que se suele considerar a los más postergados, a la mayoría de la gente trabajadora. Todos quienes hemos seguido con ansiedad la situación crítica que se ha debido enfrentar nos hemos dado cuenta (ha sido más que evidente) que esta ha sido una oportunidad excelente para que el gobierno de turno acumule puntos en beneficio de su imagen. De no ser así, el exceso de banderas, globos e himnos entonados no hubiese tenido razón de ser. Más allá de alentarse la fuerza e importancia del espíritu colectivo que tan exitosamente ha hecho posible el milagro de este rescate extraordinario que nos conmueve a todos, creo que el exceso de parafernalia gubernamental salta a la vista. Yo creo que lamentablemente en este mundo globalizado y especulador en el que lo urgente resalta sobre lo importante y la banalización destruye lo más significativo, son necesarias estas crisis extraordinarias para marcar giros en la historia. Recuerdo que por aquí fue necesario que un conscripto muriese salvajemente castigado a manos (y pies) de sus oficiales superiores para que fuese desterrado al fin el servicio militar obligatorio, padecimiento forzado de tantos jóvenes argentinos que debieron soportar estoicamente las humillaciones y maltratos gratuitos a los que eran sometidos sin que nadie se decidiera a poner fin a semejante abuso (aceptado como "normal" en una sociedad cómplice, sectaria y machista). Quiero decir con toda esta perorata que ahora debe venir la otra parte del rescate: la sociedad chilena debe movilizarse en conjunto para el salvataje del resto de los mineros, de los que siguen aún bajo tierra, trabajando anónimamente, mal pagos y desprotegidos sin que nadie agite banderas reivindicando sus derechos.
Un abrazo.
Nota complementaria:
Adjunto el comentario que acabo de dejar en la entrada alusiva que la amiga Eva ha publicado recientemente en su blog (recomiendo su lectura)
Eva, por supuesto que no hay que tragarse lo que nos han querido vender. La forma en que se ha tratado a este puñado de trabajadores ubicados hoy (por la ineficacia de un Estado que ha hecho por siglos la vista gorda en cuanto a la dignidad de los trabajadores, la explotación privada sin escrúpulos que sólo piensa en su rentabilidad y la complicidad silenciosa de una sociedad que ha callado semejante ignominia) en una situación tan extrema que no ha podido ser ocultada, no debe hacernos creer que esa es la normalidad con que se suele considerar a los más postergados, a la mayoría de la gente trabajadora. Todos quienes hemos seguido con ansiedad la situación crítica que se ha debido enfrentar nos hemos dado cuenta (ha sido más que evidente) que esta ha sido una oportunidad excelente para que el gobierno de turno acumule puntos en beneficio de su imagen. De no ser así, el exceso de banderas, globos e himnos entonados no hubiese tenido razón de ser. Más allá de alentarse la fuerza e importancia del espíritu colectivo que tan exitosamente ha hecho posible el milagro de este rescate extraordinario que nos conmueve a todos, creo que el exceso de parafernalia gubernamental salta a la vista. Yo creo que lamentablemente en este mundo globalizado y especulador en el que lo urgente resalta sobre lo importante y la banalización destruye lo más significativo, son necesarias estas crisis extraordinarias para marcar giros en la historia. Recuerdo que por aquí fue necesario que un conscripto muriese salvajemente castigado a manos (y pies) de sus oficiales superiores para que fuese desterrado al fin el servicio militar obligatorio, padecimiento forzado de tantos jóvenes argentinos que debieron soportar estoicamente las humillaciones y maltratos gratuitos a los que eran sometidos sin que nadie se decidiera a poner fin a semejante abuso (aceptado como "normal" en una sociedad cómplice, sectaria y machista). Quiero decir con toda esta perorata que ahora debe venir la otra parte del rescate: la sociedad chilena debe movilizarse en conjunto para el salvataje del resto de los mineros, de los que siguen aún bajo tierra, trabajando anónimamente, mal pagos y desprotegidos sin que nadie agite banderas reivindicando sus derechos.
Un abrazo.
16 comentarios:
Ojalá tu deseo se cumpla.
Estaremos atentos
Un beso
trabajar dignifica
pero siempre con TODOS los medios de seguridad habidos y por haber
Ha sido el presidente de Chile el que ha dicho durante la operación de rescate, que la seguridad en la minería iba a cambiar.
Así sea
Esperemos que sea así, pero la prevención de riesgos laborales tiene dos vertientes primero legislar y luego concienciar. El esfuerzo debe ser de todos. Todo paso hacia delante es un paso.
Un beso
Creo que en un ejercicio de responsabilidad, el gobierno y toda la clase política debe tomar nota y actuar de forma honesta, no sólo los pobres trabajadores. ¿Has visto el blog de LA cala? Demoledor. ¿Has leido "Redoble por Rancas" Me temo que soy pesimista. Un beso
Mi más sincera enhorabuena por toda la labor realizada.Esperemos que tomen las medidas pertinentes para que ésto no vuelva a ocurrir.
Besos,Moni.
Según tengo entendido --lo he leído--, había grandes fallos en la mina de la desgracia, faltaban, entre otras cuestiones salidas de seguridad. Y no se habían hecho controles periódicos sobre la seguridad.
Soy pesimista, los empresarios prefieren pagar multas a subsanar defectos y faltas que pudiera haber en la seguridad. Lo demuestra que los accidentes de trabajo en todo el mundo no disminuyen.
Me alegro infinito del final de esta odisea, pero me temo que no sirva para evitar accidentes en el futuro. ¡Ojalá, me equivoque!
Salud y República
Salud y República
Querida Neo, yo que me declaro siempre positiva por convicción y decisión, en este caso me temo que no podemos larzar las campanas al vuelo.
Una vez hecha la foto, una vez auto-colocadas todas las medallas...seguiremos igua.
Si miramos las medias de los accidentes laborales, vemos que en absoluto decrecen.
Falta de legislación, de interés (por parte de todos¡, incluso de los trabajadores que no toman las medidas exigidas) un tema más en que volvemos a hacer la vista gorda.
Los accidentes en general. De tráfico, laborales, deportivos...siempre pensamos que no nos puede pasar a nosotros...
Y con la precariedad de los puestos de trabajo, se cierran los ojos...
Espero estar equivocada.
Un besito
He leìdo a Eva, y te digo lo musmo que a ella:
Esto no debe sorprendernos.
El estado de cosas, para el latinoamericano promedio, es fruto de la corrupcion imperante entre nuestros polìticos.
Al menos, esta gente se salvò.
Un abrazo.
He leído ya, también , la respuesta a Rafa, en su blog.
Clarìsima en tus apreciaciones. Estoy de acuerdo!.
Abrazo!
Bravo, compañera. Este tipo de post son los que me gustan, los críticos, los que muestran la cal y la arena, lo bonito y lo real, oscuro y manipulado.
Gracias.
Así es mi querida Moniqué, ahora es cuando debe empezar el verdadero rescate, el rescate de los derechos, de la dignidad, de mejores condiciones laborales, hay que abrir una brecha que lleve luz no solamente a los mmineros sino a todos aquellos trabajadores que se enfrentan a mayores riesgos que otros.
Que bueno saberles sobre la faz de la tierra viendo salir el sol y caer la noche.
Un abrazo fuerte mujer
Anny
Lamento comentarles que ese ahora que estamos esperando se va a demorar, ahora viene la fase de persecución a los 33 para sacarles declaraciones, darle regalos, invitaciones, llevarlos a la tele, llevarlos a la radio, regalarles comilonas y viajes, etc. etc. etc.
Después de todo el infierno que han tenido que pasar ahora deben enfrentar el infierno de los medios atrincherados en sus casas. Ni siquiera tendrán la intimidad mínima para retornar a sus hogares.
He escuchado a algunos de ellos decir "cosas" bastante más cuerdas y mesuradas que el destemple que los rodea. Quizás sean ellos los que nuevamente den una lección y efectivamente , a partir de lo que les ha sucedido, promuevan y exijan transformaciones ahora ya para la familia minera en su conjunto. Quizás. Difícil será no caer en la tentación de lo que se les ofrece. ¿Y que pasará con los super responsables y solidarios empresarios dueños de esta mina?, porque de esta parte nadie se ha acordado todavía.
Bueno, veremos.
Un abrazo fraterno mi querida Neo.
Cuando hace años estudiaba la ley de riesgos laborales me parecían paridas algunas de las normas que se aplicaban en España y eso que la ordenanza fue cambiada por otra más moderna unos años más tardes, cuando ocurren estos accidentes u otros parecidos, sabes porque ocurren y no haces más que lamentarte porque si el empresario hubiera invertido un poquito de sus muchos beneficios en seguridad para sus empleados, se habrían ahorrado muchas VIDAS.
Un fuerte besote.
Querida Mònica, estoy muy de acuerdo contigo en el tema de tu post, lamento haber llegado con atraso, pero estoy ajustando mis horarios entre el trabajo y la casa que me tienen algo complicada de tiempo. Sabes, yo me siento feliz por el rescate de estos mineros, es màs, pensè que jamàs saldrìan con vida, por ahora es lo que màs me reconforta, sabiendo que ellos y sus familias se reencontraron y seràn parte de una nueva vida. Asimismo, me agrada el espìritu de unidad vivido, tanta solidaridad desde todos los rincones de la tierra y me gusta sentir que somos capaces de apoyar una buena causa. Los chilenos somos solidarios, amamos a nuestro paìs y nos sentimos chilenos de corazòn (lo puedes ver en la Teletòn) y tenemos un corazòn abierto al mundo para apoyar, lejos de los temas polìticos.
Creo que el gobierno ha hecho por ellos, en este momento, lo màs que ha podido. Te recuerdo que Chile y este mismo gobierno ha tenido que enfrentar recientemente una situaciòn tan dificil como el ùltimo terremoto de febrero de este mismo año, ademàs de enfrentar la crisis econòmica que dejò el gobierno anterior, producto de tantas ineficiencias coomo el "transantiago" (y tantas otras muestras de corrupciòn que aqui no se pueden mencionar, porque serìa salirse del tema en cuestiòn) que ha sido una situaciòn vergonzosa de corrupciòn y mal manejo en todo el sentido de la palabra. Cierto es que durante años y años; gobiernos tras gobiernos jamàs hicieron nada por dignificar a estos trabajadores asi como tantos otros en otros rubros (como la pesca, la construcciòn y es lamentable que tenga que ocurrir un accidente para buscar vìas de soluciòn, pero eso no es culpa del gobierno actual).
Es verdad que somos una sociedad clasista y hacemos oìdos sordos ante tanta injusticia con los sectores bajos de la sociedad y por esa razòn nos mantenemos en el subdesarrollo, manteniendo sectores privilegiados, pero tampoco creo que eso sea culpa del gobierno actual, debemos ser justos ante esa situaciòn.
No creo que el gobierno de turno haya montando un circo alrededor de todo esto para acumular puntos, el gobierno de Piñera tiene apoyo de la gente y eso continuarà lejos de la situaciòn de los mineros... la gente cantò el himno nacional toda las veces que quiso por voluntad propia no porque el gobierno haya montado un espectàculo detràs de todos ellos.
Recuerdo que tampoco los gobiernos anteriores hicieron nada por solucionar la situaciòn de los mineros y de otros tantos. Eso si espero que esta situaciòn vivida sea el principio de nuevas leyes, nuevas fiscalizaciones y màs dignidad para todos ellos. Creo en el gobierno de Piñera.
Te mando un beso y un abrazo.
Monica, mil disculpas, pero se me cerrò varias veces la pàgina y ahora me doy cuenta que el comentario se pegò en los dos post.
Te mando un abrazote con cariño.
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