Me sumo a la primera convocatoria 2026 que nos deja la querida Campirela desde su blog. Sé que es más extenso que lo recomendado y con un toque negro que quizás no convenga para el espíritu de la fecha, pero es lo que me surgió y cuando las musas acuden, no se les cuestiona =)
Gracias infinitas Angelita, por llevar la batuta juevera con tanta constancia y ánimo.
Buen inicio de año para tod@s!
DOCE CAMPANADAS
Estaba decidido. Después de haber
perdido la última esperanza arriesgando todo lo que tenía, había llegado a la
conclusión que sólo le quedaba morir. Lo haría esa misma noche, después que
dieran las doce campanadas anunciando el fin de un año e inicio del otro. Le
parecía muy adecuado, allí donde el Puente Mayor cruza el rio y desde donde el
perfil de la vieja ciudad se extiende como un gigante dormido, por la noche - sea
que llueva o luzcan las estrellas - lo haría. Sin dudas ni preámbulo, luego de
acabarse la última botella se dejaría caer, como piedra, como bulto extenuado
hacia las aguas oscuras.
La vida ya no tenía para él ni inspiración ni sentido. No reconocía en esa
decisión ni odios ni resentimientos. No pensaba en traiciones, abandonos ni
codicias. No le adjudicaba tampoco a la soledad o a la falta de amor su
apetencia por la muerte. Más bien la reconocía producto de su apática
estrategia frente a la vida, ese recurso con que se intentó proteger frente a
los otros y terminó destruyendo los pocos vestigios de sensibilidad que alguna
vez tuviera. Quizás por falta de talento o falta de suerte, pese a haberse
concentrado sólo en lo importante, no había logrado alcanzar el éxito que
soñaba y esa noche por fin, casi sin dolor, pondría punto final a su historia.
Ahogado en alcohol, justo en el momento en que todos los otros alzaban sus
copas abrazados a la esperanza, se trepó a la balaustrada del puente intentando
mantenerse erguido, con solemnidad y prestancia. Al escucharse la primera
campanada del postrer conteo percibió que el aire adquiría un inusitado
resplandor mientras todos los movimientos del mundo a su alrededor se
ralentizaban.
Recordó justo en ese instante un repiqueteo que lo sacó de su estupor transportándolo
a las fiestas de su infancia: su hermana haciendo sonar una campanita de
cristal convocando a los comensales a la mesa. Una leve sonrisa la recordó con
nostalgia.
La segunda campanada lo llevó súbitamente al patio de recreo de su escuela,
desde allí se vio correteando con alegría entre sus olvidados compañeros. Otra
sonrisa se asomó en su rostro añorando la inocencia de esos días.
La tercera y cuarta campanada casi sonaron juntas subiéndolo al recuerdo de
los trenes arribando a su pueblo.
Inmediatamente la quinta surgió desde un recodo del olvido refrescándole el
momento en el que la misma estación lo viera alejarse para siempre. Esta vez la
tristeza adulteró las risas y una lágrima se deslizó en sintonía.
Sexta y séptima evocaron juntas la vez que intentó subirse a un ring para
ganar plata fácil. Se recordó con sorna, mientras el vacío de su bolsillo
contrastaba aquella promesa incumplida.
El octavo repique le resultó más cercano, recordando la primera largada en
su carrera de apostador empedernido. Esta vez el pudor le hizo notar un nudo antiguo
en su garganta.
El noveno le llevó inequívocamente al funeral de su padre del que, por
absurdo orgullo, decidió no participar. Un copioso llanto de culpa limpió
asperezas en su corazón cansado.
Inmediatamente la décima campanada se transformó en leve tintineo clamando despacho
en el lujoso hotel en donde transcurriera su descaramelada luna de miel. Viejos caprichos se turnaron con
impudicia frente a sus ojos desnudando su lado más avieso.
La campanada once mutó a cruel portazo refregándole en la cara el último
rechazo recibido.
Nostalgias, tristezas, frustraciones y arrepentimientos se hicieron uno
mientras al fin, un nuevo año se iba tras la sentencia del último gong.
Invadido por una agridulce sensación arrojó al agua la botella vacía que
portaba en su mano y con cierta ilusión la miró alejarse impulsada por la
corriente. Se alegró por no ser él quien
se hundía en el agua barrosa. Se sintió renacer, convencido de poder brindarse
una segunda oportunidad luego de ese inesperado raconto de campanadas.
Con torpeza logró descender de la baranda asegurándose de no resbalar en el
verdín de la piedra. Hubiera sido un indigno desenlace luego de la epifanía
inmerecida que le regalara el destino. Se alejó en silencio intentando
concentrarse en la sensación de optimismo que iba naciendo en su interior, resuelto
a replantearse seriamente sus prioridades y objetivos.
Mientras volaba atropellado por el lujoso auto que hasta ayer le había pertenecido, el claxon con acento a campana circense remarcaba la ironía con la que la providencia había querido darle mate a su partida, justo al iniciarse el nuevo año.

7 comentarios:
Nos dejas una despedida de año que bien podría ser el repaso de toda una vida , en un momento crucial para una persona que quiere desaparecer y en el último instante sus recuerdos de niñez de esas campanadas vuelven a su memoria y le da la opción de retirarse de esa barandilla y seguir con su vida, pero la parca ya le tenía destinado otra cosa, y ese mate fue crucial.
Hoy aquí es 31 y es un día donde las cabezas piensan unas en alegrías, otras , en tristezas, … Un feliz comienzo de año , aquí seamos felices. Un besote y un fuerte abrazo.
Que irónico giro final.
Las circustancias le otorgaron la muerte que había dejado de buscar.
Que tengas un feliz año nuevo.
Un abrazo.
Que asi sea, Campi. Mantengamos la ilusión. Un abrazo
Es que uno no puede creer que dispone sobre el cómo y el cuándo en la aventura que es la vida. Un abrazo Demiurgo y muchas gracias por tu cercanía.
Olá, querida amiga Mônica!
Apesar de ser um pouco trágico, acontece muito e alguns menos esperançosos perdem o mais precioso que é nossa vida como dom.
Muito boa sua participação.
Tenha dias abençoados e felizes no novo ano
Monica, que bom se todos os que sentem essa angústia no peito e decidem terminar com sua vida, tivesses essas doze badaladas de sinos da inf^qancia e tempos bons vividos! Lindo final que foi como esperamos !
Que 2026 traga paz , alegria e esperança para o coração. Que seja um ano colorido e lindo! Feliz ano novo!
beijos, chica
No siempre tienen que ser felices los finales a la hora de escribir, Roselia. Creo que a través del drama también se puede reflexionar sobre temas importantes y la ironía también es válida como toque de humor negro. Gracias por leer, muchas felicidades. Te agradezco por la atenta lectura
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