Me sumo con este relato a mi propia convocatoria. Para leer todos los apostes, pasar por el post anterior.
A veces -no siempre- sólo de vez en cuando en la noche, se le da por
adornarse con plumas y brillos para salir a venderse al mejor postor.
Se exorciza a sí mismo frente al
espejo, maquillándose con esmero hasta que con cremas y rouge consigue hacer desaparecer
su rostro bajo la máscara con la que conjura lo peor de su dolor. Entre curvas
simuladas bajo gasas y corsé, redibuja su figura masculina hasta el punto de
olvidarla más allá de lo que ve. Dándose ánimos celebra esa identidad oculta que
aflora bajo las luces de colores. Se arquean sus pestañas, nacen garras de sus
dedos contenidos mientras sus caderas bamboleantes trazan curvas que
habitualmente nadie advierte. Al fin, sobre el escenario, su espíritu se libera
y se transforma totalmente alcanzando el éxtasis mientras el delirio desborda y
los noctámbulos pasan a gobernar el mundo.
Después, cuando el sol acaricia
nuevamente el horizonte, vuelve a casa taconeando con desgano. La máscara pintarrajeada
cede mientras sus pretendidas curvas se diluyen adquiriendo un trazo payasesco.
Su saliva se vuelve pastosa y las lágrimas pugnan por nacer. La “normalidad” se
acomoda buscando restablecer un pretendido equilibrio después del exceso. Se reinstaura
sin piedad su tristeza frente al espejo mientras se afirma el nuevo día: Vuelve
a ser ese otro que le avergüenza, disfrazado de pudor.
18 comentarios:
Qué triste, pero a la vez que lleno de ternura y realidad. Me ha encantado ese retrato del mundo de la noche que tanto abunda.
Besos
Una vida muy dura la que describes, menos mal que sólo es a veces y en algun momento puede descansar de imitar a quien no es. Te aplaudo la imaginación y el modo de contarlo. Abrazucos
Una máscara que por momentos le hacia pensar que era otra persona, pero se desvanecía al llegar el alba.
Una vida dura, triste en un mundo donde la incomprensión marcaba la norma de la época.
Muy bien empleadas las frases.
Abrazos, feliz semana.
No debe ser fácil intentar vivir esa doble vida. Un abrazo y muchas gracias por leer, Tracy
Tal vez la vida fingida es en realidad la que vive la mayor parte del tiempo. Te agradezco la atenta lectura,. Ester. Un abrazo
Me alegra que te haya gustado el relato, Campi. Muchísimas gracias por leer con atención. Un abrazo
Has logrado un relato lleno de realismo, ternura y tristeza por la decadencia del personaje principal, una muy buena mezcla costumbrista. Bejsotes.
Me has introducido en esa noche de disfrces personal de una mujer. Alguna vez he pendado en hacerlo, por juego, digamos.
Un texto encantador y realista- Un abrzo
Su felicidad se diluía al llegar el alba marchitando su sonrisa, y su verdadero yo repudiaba la imagen que el espejo reflejaba al entrar en casa.
La desdicha de no sentirse completo.
Me encantó el relato amiga.
Te mando un abrazo.
Espectacular. Precioso.
Esperemos que ese extasis que slcanza en la escena sea tan intenso que, a pesar de ser corto pese más que el resto del día, y los días que no se transforma. Entonces será un poco feliz.
Magistral ña descripción de la vuelta a casa.
Besoss, Monica
la dualidad humana ? la parte contraria a uno mismo lleva a una transformación lamentable y esperpéntica de lo que se quiere ser no aceptando lo evidente Un abrazo
Te agradezco por pasar y leer con atención, Jorge. Muchísimas gracias. Que tengas una muy buena semana. Un abrazo
Muy amable y generoso tu comentario, Gabiliante. Me honra y estimula. Muchísimas gracias. Un fuerte abrazo
Cuál de esas dos caras es la auténtica? Sólo uno mismo es capaz de responder esa pregunta. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Rodolfo. Buen fin de semana
Yo sospecho que ambas facetas eran máscaras.
Una era lo que deseaba ser, sin serlo.
Y la otra, quien era, sin identificarse con eso.
Un abrazo.
Muy atinado comentario, Demiurgo. Muchas gracias por leer y comentar. Un abrazo
Que manera de jugar con la imaginacion, que manera de atrapar con sencillez....increible relato
Me alegra que te gustara, Gustab. Muchas gracias por leer. Un abrazo
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