Esta semana es la querida Cass quien nos propone el tema juevero. En base a la inspiración que nos pueda surgir de alguna de las imágenes capturadas durante su paseo por Chicago, nos debemos dejar llevar por las letras y narrar lo que nos surja. Para más relatos, pasar por su Balcón.
La imagen que elegí
UN COLLAR DE CUENTAS VERDES
Veo ese hilo de cuentas pasar y me
la imagino pelirroja, joven, desesperanzada. Arrojando con desprecio al río el
collar barato que el tipejo en cuestión le había regalado a propósito de la
celebración que se festejaba. No duraron su atención ni sus risas ni sus
promesas más de lo que le duró la jarra de cerveza que estuvieron compartiendo
en un bar con pocas pretensiones.
Sus ojos, humedecidos por un agua
distinta a la que se lleva el rio, debieron parecer más verdes cuando, con la
inocencia desmembrada, contemplaba aquellas perlas arrastradas por la
corriente. Impotente y solitaria, debió haberse sentido, en aquel momento, estafada por la vida.
Sé que su mirada debió quedar eclipsada
por el juego de reflejos que aquellas aguas inquietantes despliegan frente a la
costanera de la ciudad mientras el sol se oculta por el horizonte. Sé que
mientras las contemplaba, se sintió transportada a otro lugar, a otra realidad,
a otro tiempo… sé que en un principio se dejó llevar, que casi se dejó vencer
por aquel juego insinuante de magias ancestrales mezcladas con promesas incumplidas. Sé
que no debió ser fácil romper aquel hechizo peligroso al que ese intrincado
juego de luces y reflejos suele someter a los incautos.
Quizás fue el leve aletear de un
pájaro, quizás un sonido estridente, una risa alocada o algún reflejo
inesperado que el propio río le trajo… pero de repente, algo logró quebrar su
ensoñación, esa tramposa manera que tienen el destino y el río de – a veces-
hacernos sentir dominados por el aparente
atractivo de la muerte y entonces, alentada quizás por la esperanza
siempre verde que –dicen- es lo último que se pierde, decidió nuevamente
apostar al amor, a la vida, a las ilusiones…
De improviso y con ímpetu resolvió
al fin que aquel collar arrojado antes con destemplanza, sería la única ofrenda
que le entregaría esa vez al río. Y entonces partió. Se alejó de allí sin mirar
atrás… sin considerar al río, ni al collar, ni al último rayo de un sol que,
esa vez al menos, no le fuera muy propicio.
23 comentarios:
Mejor un collar, un regalo de alguien que la defraudó, que su vida. Suerte que algo la hizo desistir. Ya se recuperará, alguien la hará feliz y ella hará feliz a ese alguien. Magitral relato.
Muchas veces las decepciones nos dan pie a hacer una reflexión y tras ella podemos aspirar a encontrar algo mucho mejor.
Besos
un entretenido relato Neo . ¡muchos saludos!
Me gustó mucho la imagen pero desistí de cogerla porque veía muy difícil trabajar con ella pero leyéndote a ti parece que ha sido fácil, sé que no es así, sino que eres una buena escritora.
Un relato que nos ha mantenido atentos, las decepciones enseñan aunque duelan. Un abrazo
Que suerte tuvo de poder desprenderse de ese embrujo..hay veces que aun sin un collar nos quedamos anclados en un lugar como ese rio...bss
Bufff, esas ondas, esos recuerdos... Saludos. Pablo.
No me había fijado en el collar hasta que tú lo has nombrado. Es más, me preguntaba qué era la imagen... Y ahora he tenido mucha perspectiva.
Y tus textos, siempre me encandilan por esa fluidez de palabras y esos giros.
Un beso enorme.
wow... me acabas de dar cátedra, sobre imaginación... imaginar que esos garabatos y manchas sin sentido es un collar bajo el agua del río, es sin lugar a dudas, demasiada imaginación... y me encantó, como uno puede recrear toda una escena de un simple objeto estacionado en un lugar, como ese collar en la costanera, que hizo por un momento soñar al suertudo en cuestión que lo encontró, tipo sherlock holmes, recrear toda una historia de cómo llegó eso allí... me ha pasado, porque no, a todos nos ha pasado, y es lo que más me ha gustado, porque de cierto modo me sentí identificado... encantador como siempre, y muy pegado a la realidad... besos...
Reflexión y arrepentimiento a tiempo. Buena decisión dejar de ofrenda solamente su collar de perlas, y volar nuevamente en las aras de la esperanza. =) buena interpretación a tan difícil imagen, Mónica.
Beso
En ocasiones como estás es mejor tirar el collar al rio, desprenderse de un mal amor ante un ritual, te abre el camino hacia mejores oportunidades.
Has escrito un relato precioso, con una imagen que para mí resultaba dificil de encajar.
Enhorabuena amiga.
Abrazos.
Nuestra amiga Tracy, ya lo ha dicho antes. hay que ser muy buena escritora y tener muy afinada la sensibilidad, para descifrar de esa imagen elegida ese bello relato con final feliz.
Enhorabuena.
Un abrazo.
Hola Neo :todos lo dicen y yó me voy a repetir también. De calquier cosa sacas una historia, magnifica, creible y acertada. Y esto solo lo a hacen los mejore. Los números uno. Mi enhorabuen y mi admiración van para allan de lss mares, sos Genial.
Besos.
Qué decir. Ese collar es ese recuerdo que se nos va por esas corrientes que son el tiempo, el espacio y, por qué no, nuestras decisiones. Un textazo. Saludos. Pablo.
Muy buena esa metáfora del río y el destino relacionados con la muerte. Es una especie de atracción fatal, igual que cuando te ves frente a un precipicio tras una nefasta experiencia.
Un abrazo y mi enhorabuena por el relato.
Qué buen relato, amiga!!!!! Me encanta la historia que te has montado, y más sabiendo en qué momento y cómo capté la imagen. Por cierto, lo que resultó disparando la cámara, me gustó mucho, pero tu historia supera mil veces por el interés y la belleza de lo relatado, que viene hasta con moraleja.
besos doble, como siempre, y el cariño siempre multiplicado por los kilómetros de distancia.
Las decepciones es lo peor que hay. Tener puesto el amor y la esperanza por alguien y que este te defraude, es la mayor desilusión.
Has sabido plasmar muy bien esos sentimientos de frustración de tu protagonista.
Un abrazo
Me he quedado alucinada, yo no sabria que escribir con la foto que has elegido y vas tu y lo bordas. Me encanta tu historia. Besos.
Una hermosa historia enhebrada sobre una base difícil y complicada, la de una imagen que poco o nada ayuda a la imaginación a no ser que, como en tu caso, esta cualidad te desborde.
Un fuerte abrazo.
La atracción del agua quieta cuando nuestros sentimientos están revueltos...ay, que no solo el rio pasa, las decepciones de la vida, también. Solo hay que esperar en la orilla.
Un beso
Te felicito Mónica... realmente me has dejado a boca abierta. Impresionante tu imaginación y la fluidez de tu texto.
Un beso con admiración.
Un deseo no conseguido es una frustración acumulada.
Excelente texto muy bien argumentado.
Saludos.
Me ha parecido un contraste preciosamente triste el del verde con el naranja del pelo, y todos esos quizás...quizás unas pecas...
una muy buena historia...de altura...
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