Sumándome a la propuesta juevera de esta semana que nos hace Moli desde su blog, elijo la siguiente imagen y dejo mi aporte.
DANZA NIÑA
Bailemos. Tú, con tu inocencia
y yo, con mis zapatos de tacos.
Dancemos. Hermanados los dos
con el cándido ritmo, sostenido
de la vida señalándonos el paso.
Bailemos. Tú, con tus sonrisas
y yo, desde mi bronce sin tacto.
Dancemos. Empoderados los dos
por tu ocurrencia niña, devenida
en este juego dulce y sin pactos.
34 comentarios:
Los niños no dejan de darnos lecciones con sus actos, con sus miradas exentas de juicios y sus regalos de infinito valor. Que macana crecer! Tal vez si mantuviéramos esa inocencia...
Besos!
Qué pena perder esa inocencia y esas ganas de reír.. y que bonito texto has traído hoy.
Si ya la imagen es de una ternura que se sale, tu poema lo ha dejado bastante claro. Los niños aún siendo uno de bronce y otro de carne se entiende a la perfección.
Un besote grande.
¡Qué ternura de fotografía y prosa poética! Besos enormes desde el otro lado del charco :-) 😘😘😘😘
Coincido. El mundo sería mucho mejor si así lo hiciéramos! Un abrazo y muchas gracias por leer con atención, Etienne
Muchas gracias, Beauseant. Me alegra que te gustara. Un abrazo
Muy cierto. Parecen entenderse sin dificultades. Muchas gracias Campi. Un abrazo
Hola Myriam! Cuánto se te extraña! Me alegra reencontrarte. Espero sigas bloqueando. Un besito y muchas gracias por tu visita
Que bonito verso para esa imagen. La inocencia de los niños siempre nos ilusiona y divierte. Abrazos
Bello poema, muy dulce y con un lindo ritmo y cadencia en cada una de sus letras que se nota muy bien al leerlo
Tal cual, muchas gracias Ester. Un abrazo
Me alegra. Muchas gracias María. Un abrazo
Qué bonitos versos te inspiró esa imagen!
Los he disfrutado mucho.
Abrazos.
Que preciosidad de versos!!! Gracias por sumarte, besos.
Muchas gracias Noelia. Un abrazo
Surgieron con espontaneidad. Un placer haber podido participar. Gracias Moli. Un fuerte abrazo
Has plasmado con estos versos la belleza de la inocencia en esa danza maravillosa que no deberíamos perder nunca… La vida y el transcurrir de los años no nos lo ponen nada fácil, pero he ahí la esencia indeleble… Y tú, lo has contado muy bonito.
Un placer, Mónica.
Abrazo grande 💙
Te agradezco y valoro mucho tus palabras, Ginebra. Un fuerte abrazo
Que bonita tu poesía, igual que la fotografía! Transmite cierta complicidad entre ambas, debido a esa misma inocencia! Un abrazo!
Complicidad, muy cierto. Eso se siente al mirar la foto. Un abrazo y muchas gracias por leer, Marifelita
Una imagen preciosa y en la que se ve ve claramente esa inocencia de la infancia a la que nos estamos refiriendo este jueves.
Coincido, Tracy. Mucha alegría e onocencia combinada. Gracias por leer con atención. Un abrazo
Lástima de la niña de bronce que no ñe puede seguir el ritmo, sunque lo intenta. Pero si la intención es lo que cuenta y la ilusuion lo que nos mueve, seguro que ambas se están divirtienfo
Brsooo, Monica
Seguro que si, Gabi. Te agradezco por tu buen humor y compañía. Un abrazo
Era una danza de espejos, el mejor baile al que había asistido.
Y cada una tomo al final una manzana, y probo su dulce sabor... y dejamos de ser niños.
Seguro que fue así jajaja. Muchas gracias por leer, Rodrigo. Un abrazo
. Tanto para bien como para mal. Muy cierto. Un abrazo Gustab. Gracias por leer
la infancia hace extraños amigos de viaje. Unas veces son reales, otras ficticios y esta vez material. Todo vale para la imaginacion de un niño. Un abrazo
Un tesoro que, de adultos, muchos luchamos por conservar. Un abrazo, Rodolfo y muchas gracias por leer con atención. Que tengas una linda semana
La verdadera realidad es aquella que se percibe a través de la mirada inocente de un niño, capaz de ahondar en la inerte materia y llegar incluso a hacerla bailar.
Hermoso poema estimada amiga. Aún sigo llegando tarde pero confío en ponerme al día.
Un abrazo.
Siempre es un gusto recibirte, Jorge. Valoro mucho tus comentarios. Un fuerte abrazo y muchas gracias
Bendita inocencia
Abrazo
Tal cual. Gracias Vero
Publicar un comentario