PADOVA

Mudos gigantes amables

rodeando la plaza en ciernes

anteel curioso que llega

-andando las viejas sendas-

ellos disponen su sombra

sus nombres, su propia historia.

Oteando regios paisajes

custodian los pétreos muros,

recovas, puentes...y diáfana,

el agua que siempre corre...

AMALFI

Por tierras amalfitanas

aunque la lluvia caía

delicias irrepetibles

con su encanto rendían

el asombro de la gente

que en sus calles se perdía.

Bajo la suave espesura

de esa bruma que envolvía

la magia marcó el instante

con belleza hecha poesía.

ROMA

Historias

de dioses y augustos

inmortalizados en piedra

Rumores de imperios…

ecos vivos de otro tiempo.

Sobre tus estatuas, las aves.

Junto a la memoria, las fuentes.

Entre tus calles gastadas

-sorpresivas en destellos-

el caminante adivina

que está aún grávido

el misterio:

sobreviven los murmullos

siguen vigentes los ecos

y con ellos, nuevos susurros,

suaves latidos de ensueño.

Reverdecen todas las flores,

vuelven a llenarse las grietas

y es que el encanto perdura

mientras aún

sobran recuerdos.

VENECIA

Encajes de mármol

delineados en oro.

Agua omnipresente

centellando reflejos.

Gaviotas cinceladas

en enigmático vuelo

y la ondulante magia

del tiempo que se queda

acompasando

las góndolas

entre sueños realizados

en preclaro sortilegio.

Recién llegada de tierras itálicas 

intento -como puedo-

compartir algo de todo lo que desde allí 

he pretendido capturar.