NAVIDAD BLOGUERA

FIGURA Y FONDO

FIGURA Y FONDO
mi último proyecto

FLIN EN LA LIBRETITA

...un personaje nacido de mi mano...

Cartas que no fueron enviadas

..quedan invitados a conocer el blog de Eduardo, mi papá (que sigue vivo desde sus letras)

LADY DARK

un relato ilustrado

Seguidores

lunes, 31 de agosto de 2009

LA MAGA DEL AGUA - Parte dos




UN VIEJO PESCADOR


Sobre la vera del río, en medio del delta vive desde su niñez un viejo pescador. Allí nació, allí creció, allí formó y crió su familia. Allí quedó otra vez solo, después de mucho, cuando los años lo dejaron viudo y su único hijo partió para intentar armar su vida en otros rumbos.

A pesar que le dolió la partida, nunca se quejó ni le recriminó al muchacho por querer ver nuevos horizontes. Siempre creyó que cada quien debe buscar su lugar bajo el sol y que no todos somos para el mismo sitio. Hay quienes se han criado en grandes ciudades y no paran hasta hallarse junto al mar o a la montaña o junto a una laguna. Otros, en cambio, venidos al mundo entre juncos, esteros y pescadores, desde siempre han querido conocer otros rincones: grandes poblados, las altas cumbres, extensas llanuras.

Su hijo es uno de ellos. Quiso estudiar, así lo hizo y pronto vio sus frutos. Se abrió paso en la ciudad y echó allí sus raíces. Muy pocas veces se llega a visitarlo. Sí, por suerte, muy seguido le escribe contándole sus cosas y compartiendo desde lejos con él sus alegrías.

El viejo pescador es feliz sabiendo que su hijo lo es. No será muy instruido pero sí tiene el conocimiento y la sabiduría de quienes entienden la Naturaleza adentrándose en sus secretos más profundos. Sabe que la felicidad está en las cosas simples, en hallar cada quien su fortaleza, en no sepultar los sueños, en disponerse a paladear con intensidad cada minuto de vida.

Sus manos callosas no necesitan mucho más que ellas mismas para desenvolverse en su paraíso. Comprende el río con sus cambiantes humores, sus crecientes y bajantes, sus flujos y reflujos, sus mañas, sus peligros, su mansedumbre, sus pocos caprichos.

Respeta cada ser vivo de aquellos paisajes porque entiende la cercana conexión que hay entre todos: agua, plantas y animales, cielo, suelo e isleños…todos son partes de un todo que no podría sobrevivir si algún maligno designio llegara a cortar el enlace que los ata poniendo a uno sobre otro.

La sabiduría de los antiguos habitantes persiste en él luego de haberse nutrido por generaciones, sabe interpretar el color del cielo, el vuelo de las aves, la inquietud de las garzas, el ritmo de las crecientes, las corrientes del río. Presiente la proximidad de las lluvias, las variaciones del viento, la influencia de la luna…en esos presagios de la Naturaleza el hombre entiende que es la Maga la que envía mensajes a quien sepa interpretarlos y en ese ir y venir de señales y conjeturas él se siente íntimamente unido a ella y su sortilegio.

Esa mañana, por ejemplo, la brisa del este le ha despertado viejos recuerdos. Lejanos, sí, pero alegres, y eso significa que tendrá un buen día. Sin duda la pesca será abundante y hasta quizás atrape algunos dorados que pueda vender a buen precio.

El presagio se cumplió al recibir carta de su hijo anunciándole su pronta visita. Para más regalo, esta vez llegaría con su nieto, al que sólo conocía por fotos.

Hasta el cielo mostró su alegría tiñéndose con rojizas vetas. Luz dorada que se hacía tarde para ser luego noche poblada de estrellas…y la isla se llenó de voces.

Pájaros, aire, insectos, croar de ranas, murmullos secretos. Todos se esmeraban en hacer correr la noticia anunciando que pronto se iniciaría el festejo: llegaría su hijo y con él, lo nuevo de su sangre: su querido nieto.

La novedad alcanzó pronto, como todo lo que sucede en esos pagos, los oídos de la Maga, quien también se alegró, porque sabe que la alegría es merecida cuando la gente buena de vez en cuando compensa con ella sus soledades.

Quiso entonces la Maga, para agasajarlo, pintar el cielo y el río con los mejores colores. Dispersó por el aire la frescura de la hierba recién brotada. Adelantó el nacimiento de las flores de las islas, encendió de rojo los ceibos, puso más verde en sauces y laureles. Alistó a los patos, garzas y gallaretas para que poblaran el cielo con sus vuelos. Engalanó las orillas del río, los esteros y las aguadas. Dispuso el mejor sol y la más mágica de las lunas para recibir a los visitantes.

Todo quedó así a punto para sumarse al festejo del anciano pescador.


(continuará)

domingo, 30 de agosto de 2009

LA MAGA DEL AGUA - Primera Parte



(Imagen: Miguel Hachen http://www.ilustrisima.com/hachen.htm)


LA VERDAD DE UNA LEYENDA


Desde tiempos inmemoriales, quizás desde cuando los dioses amasaron el barro primordial que nos hizo vivos, entre los humedales del litoral, las islas, el delta, los esteros, entre camalotes e irupés, entre sauces y juncos, la Maga o Madre del Agua cuida del río y sus habitantes. Algunos la llaman Yacupamama, otros, Mayumaman.

Despertando amores y temores, leyendas e historias, ella se guarda de mostrarse ante la gente porque sabe de sus intrigas, de sus limitaciones y egoísmos.

Sigilosa y vigilante siempre está. Siendo a veces espuma, niebla, rocío, lluvia o río fluctuante, se detiene en cada bañado cuidando de los peces, las nutrias, las aves y los isleños.

Se ha hablado que usa sus encantos para atraer a jóvenes descuidados hacia las profundidades, pero eso es cuento de viejas para asustar a los niños. Ella no tiene maldad, mucho menos gusta de ser vista.

Sin embargo, cuando la luna se muestra en plenitud y se complace en reflejarse entera en el agua temblorosa del río, sólo en esas circunstancias la Maga se atreve a revelarse sin disimulos. Dejando de lado su habitual apariencia acuosa, toma forma de mujer y hasta se anima a andar por la orilla del Paraná bajo el oscuro manto de sombras y estrellas. Los pocos privilegiados que así la han visto cuentan que es en verdad hermosa. Sus largos cabellos blancos reflejan la luz plateada de la luna siendo ella misma una fuente de fulgor nocturno que ilumina a su alrededor mientras se desliza silenciosa jugueteando entre totoras y mimbres.

Los que más saben del río y sus secretos dicen que ella vela por la vida de los humedales en todas sus formas, manteniendo el equilibrio entre agua, animales, plantas y hombres. A su paso, mientras atraviesa el río o las lagunas, mimetizándose con el agua, las aves revolotean a baja altura, según cuentan, para comunicarse entre ellas y disfrutar del prodigio de su presencia y de la etérea brisa que se desprende de su aliento.

Gracias a su magia la humedad brota en forma de niebla y asciende en círculos hasta hacerse nubes, para luego, otra vez, volverse agua y dejarse caer, besando cada arboleda.

En ese círculo perenne de constante transformación, el agua emprende el camino de ser fuente de vida para todo el humedal y de allí, hacia el resto del paisaje.

Pero dentro de las principales preocupaciones de la Maga, entre las más importantes de todas sus capacidades, está el encontrar el justo armonía entre peces y pescadores.

Desde siempre el río ha brindado a todos su riqueza para alimentarse y subsistir. Si por alguna causa se rompiera la avenencia que une hombres y río, la creación toda se afectaría, desbordándose las aguas de su cauce, o resultando insuficientes los peces para sobrevivir.

Es así que su abnegada labor gusta de ser conservada bajo las sutiles formas de lo cotidiano, mimetizándose con al normalidad para pasar así desapercibida.

Sólo las almas más sensibles consiguen a veces agudizar sus instintos de tal manera que advierten su grácil presencia y su fundamental intervención. Generalmente se trata de hombres, niños o mujeres que aman la Naturaleza con intensidad, que viven “con” ella y no “a sus expensas”.

Ella premia al generoso, al respetuoso, al agradecido. Desprecia en cambio, a quien no tiene medida, ni respeto, ni aporta en algo al círculo de la vida.

Suele suceder que la ambición de los hombres o su acostumbrada estupidez (que casi siempre van de la mano) produce estragos mayores dentro de ese equilibrio perfecto entre Naturaleza y humanos y es entonces donde la recuperación del equilibrio primigenio requiere de un notorio milagro para anular es desastre acaecido. Es allí donde la Maga se luce con sus galas y hace desborde de su magia y poder para poner cada cosa otra vez en su justo lugar, en su justa medida. Se esmera, por supuesto para que cada quien reciba su merecido. Para bien o para mal lo que se entrega, igual o con creces será recibido.

No siempre es grato su trabajo, es así…sobre todo en los tiempos en que al corazón humano se le da por brindar prioridad a la razón sobre su intuición y a la mezquindad sobre su escaso y mal llamado sentido común.

Si no fuera por ella, hace rato que el río ya no sería río, ni los humedales fuente de vida y belleza.


(continuará)


PARA PONERLOS EN CLIMA









Mi próxima trilogía está ambientada en un paisaje de río, islas, delta, humedales y esteros. Más precisamente el litoral argentino, recorrido por el río Paraná, a cuya vera se levanta Rosario, la ciudad donde vivo.
Como en todo cuento, la fantasía intenta cobrar vida mimetizándose con la realidad que lo cobija y para que quienes no tengan idea de cómo es esa realidad les dejo en este post algunas imágenes, unos versos traidos de mi viejo espacio y algo de la música de ese litoral que tanta magia brinda a quien lo sabe apreciar. Les dejoentonces este "mix" para que se vayan poniendo en clima.
Espero que les guste.


PESCADOR

El hombre se despierta sin un ruido

aún antes

que haya muerto la noche

aún antes

que llegue a nacer el día

aún antes

que se desperecen una a una

las garzas rosadas en el río.


Apenas unos cuantos mates, en silencio

y ya parte

en su canoa cargada de estrellas

y ya parte

aguas arriba, dejando atrás la isla

y ya parte

cuando el sol nace en la ribera

entre los sauces, escondido.


Los remos se hunden en el agua

y revive

los pájaros surcan el cielo nuevo

y revive

el azul le gana a lo negro de sus días

y revive

apenas unas nubes se entrelazan

atándose en un hilo a lo perdido.


El hombre arroja las redes

y el río corre

deja caer con ellas, los recuerdos

y el río corre

el agua luce escamas de bronce

y el río corre

transformándose en serpiente

que lo mece con calma en el olvido.


Nota: para quien quiera escuchar más música, son tres los tracks de la lista (dar clic en la pestaña de la derecha del reproductor) Muchas gracias a todos por su visita!



viernes, 28 de agosto de 2009

SÁBADOS LITERARIOS DE MERCEDES


ALGO SOBRE MI BLOG


Cuando comencé no tenía idea en qué me metía.

Es más, no tuve conciencia que me metía en algo!

Fue luego de intentar una y otra vez hasta aprender a darle forma a esos, que resultaron ser mis pensamientos iniciales, que supe de qué se trataba el juego.

Desde allí y poco a poco fui abriendo puertas y tendiendo hilos, uno a uno, como quien va construyendo una red, (no de virtualidades) sino de conexiones invisibles entre personas reales.

He allí la magia.

Esa que asoma para mí día a día, desde hace ya más de tres años e insiste en seguir creciendo cada vez con algo más de soltura y libertad.

Ignorando las distancias, alimentando el ego - hay mucho de eso - con cada comentario

uno se anima a opinar desde su estilo, ese que va tomando forma, nick y seudónimo mediante para constituirse en la identidad con la que seremos retratados.

En mi caso de más está decir que geminiana soy y me enorgullezco de mis múltiples aristas, y con mi manzanita jugosa juego a provocar con cada “mordida” unos minutos de reflexión compartida.

A veces, por suerte, lo consigo.


Hoy conduce Mercedes (pasar por allí para enterarse de los demás viajeros)



LA MEMORIA (re edición)




Debe la memoria ser selectiva

olvidando del pasado lo sombrío?

Es ignorancia o cobardía,

evitar conocer lo que lastima?

Si en el recuerdo está la tortura,

la crueldad, la tormenta del odio,

es bueno querer olvidar y así

borrar cicatrices? aquellas

que se quedaron, a fuego

marcándonos los horrores

de la historia que se ha sufrido?

Si recordarlas ayudara

para que nunca se repitan

no es cultivar con el odio

las mentes de quienes ignoran,

es apostar a un futuro

renunciando a los errores.


No hay injusticia que cese

si se pierde la memoria.



miércoles, 26 de agosto de 2009

TRASCENDENCIA





Desde siempre,

desde que el mundo es mundo,

(exclusivamente humano)

trascender y evitar la muerte

es algo que siempre preocupa.


Recurriendo a religiones,

mitos, magia o talismanes

hemos buscado siempre

conseguir hallar la cura,

vencer a quien desde el inicio

nos atormenta con su prisa.


Deseamos a toda costa

trascender al infortunio

de este destino nuestro

de ser seres racionales

aunque en definitiva, absurdos.

Queremos que se nos nombre

aún cuando estemos muertos:

pasar a integrar la Historia,

esa, que forman los nombres

de quienes hicieron algo

para perdurar en la memoria.


Hay quienes desearon quedar

como forjadores de imperios

pensando que fuerza y dominio

los compensarían por dentro.


Otros quisieron lograr

la trascendencia y la gloria

buscando sobornar a dioses

construyéndoles sus templos.


Muchos también han querido

trascender como inmortales

escribiendo algunos versos

revelando mil verdades.


Lo cierto es que la muerte sólo

se acobarda ante un humano

cuando con fuerza y coraje

es capaz de entregarse entero

sin pensar en conservar su vida

cuando lo mueve en cambio

rescatar la de un hermano.


martes, 25 de agosto de 2009

UN CUENTITO DE HADAS (con mucha ironía)






Qué pasa en los

cuentos después del

“y fueron muy felices

comieron perdices??”

Vendrá la rutina de

fregar el castillo

mientras, azul, el príncipe

se contempla la corona?

Contarán las noches

que ella en la cama

aburrida espera

hasta que acabe el partido?

Seguirán comiendo

además de sopa

alguna vez perdices

que el príncipe haya cazado?

Trenzará sus rulos la princesa

antes o después de la hora

de preparar la cena

para los reyes invitados?

Qué dirá el príncipe

cuando una mañana

con dolor de cabeza

la princesa haya despertado

y él igual pretenda

que el desayuno prepare

su dulce amor coronado??

La ayudará en los quehaceres?

Pretenderá que los haga todo sola?

Querrá además ser pronto

progenitor real

de algún futuro reyecito

ambicionando el hombre

que después del parto

la bella princesa

siga siendo flaca??

Nada de eso nos cuentan

los dorados cuentos de hadas.

Nada nos dicen tampoco

de todas las infidelidades

que de cuando en cuando

el soberano

de aquel reinillo lejano

comete, ya estando casado,

con la bella condesa de al lado.

Eso y tantos otros detalles

que nunca antes

la pobre princesa

había imaginado

seguirán dándose solos

sin que las haditas

ni remotamente

hubiesen sospechado.


(si no, no lo hubiesen contado)


lunes, 24 de agosto de 2009

UTOPÍAS (nueva versión)






No quiero un mundo

donde soñar, tan sólo

sea privilegio

de locos y poetas,

donde imaginar utopías

sea descartado

como simple tentativa

de vender algún cuento.

Quiero vivir un mundo

en que teniendo firmes

los pies enraizados

en la entraña misma

de esta buena Tierra,

el corazón vuele amarrado

al bien supremo de los semejantes,

construyendo sueños

y realidades

entre aguas limpias

y cielos nuevos.



domingo, 23 de agosto de 2009

SOBRE EL ALAMBRE






Como si fuésemos

andando

sobre un alambre.


Como equilibristas

que además,

llevan los ojos tapados,

cuidando que no

caigan al suelo

platos y pelotas.


A veces nos lanzamos

a tientas,

temerosos a la vez

de dar un paso en falso.


Por qué hacemos

que la vida a veces

resulte tan complicada

y tan estrecho

el margen de error

que nos permitimos

sin castigarnos?


…quizás sea

que nos empeñamos

en hacer alarde

de equilibristas dotados

cuando ni siquiera

hemos cursado

el nivel inicial

en la escuela

de malabares.



sábado, 22 de agosto de 2009

TÉMPANOS DE MIEDO (re edición)






A veces la frialdad es miedo,

no, en cambio,

ingratitud y rechazo.


Hay almas que le temen al otro,

al mundo,

que se les presenta infame.


A veces la soledad es hielo

es pena

endurecida en llanto


y siempre la tristeza espera

un beso

que le entibie y calme.


Ansía una caricia breve

que encienda

su corazón con ganas.


VAMOS (re edición)





En cada paso que andamos

vamos

construyéndonos recuerdos.



En cada pasión que dejamos

vamos

pisoteándonos los sueños.



Con cada ilusión resignada

vamos

atrofiándonos por dentro.



viernes, 21 de agosto de 2009

EL ESPEJO - Parte final





UN EXTRAÑO SORTILEGIO


Así, en ese juego de sutiles reflejos, las dos lunas lograron sumirlo en extraño embrujo, cálido, placentero, atemporal, melancólico y envolvente.

En blando estado de somnolencia aquel hombre taciturno y solitario logró traspasar el marco de flores talladas perdiéndose entre los límites del tiempo, espacio y reflejos, y así transportado se halló con la absoluta certeza de estar y no ser visto en aquella lejana tierra de sus ancestros, en otros años, entre otras tristezas…

Desde un ángulo que no podía ser real, el hombre lograba ver ahora a otros hombres.

Uno, el más joven, era alto, no demasiado corpulento, con cierto parecido a él mismo que lo hizo intuir que se trataba de alguien de su sangre. No comprendió bien cuál fue el dato que lo corroboró, pero tuvo la certeza que se trataba de su propio abuelo, aquel que no alcanzó a conocer, ese que vino a estas tierras desde lejos, con su joven esposa y dos pequeños. Más tarde luego de haber cruzado el Atlántico, les nació otra hija, esa que muchos años después sería su propia madre y que sin haber conocido la tierra de sus ancestros siempre supo que la nostalgia hacia aquellos rincones habitaría en ella para siempre.

El otro de los hombres, mucho más viejo, apenas podía moverse. Postrado en un camastro, iluminado su rostro cansado por la tenue luz de una vela, sabía que estaba próximo a morir y con la convicción de quien no tiene más tiempo, le encomienda a su hijo el lugar preciso en donde quiere ser enterrado. Será bajo un viejo olivo, ese que su padre plantara, allá lejos, en otro siglo, cuando con sus propias manos sacó una a una las piedras de su pedazo de tierra y allí se decidió a vivir, a sembrar, a criar a sus hijos, a soñar…y también a morir. El hombre más joven sabe que no es mucho el tiempo que le resta. Le sostiene la mano con infinita tristeza. No sólo porque intuye que pronto su padre va a morir, sino porque también comprende que no estará allí para llevarle flores a su tumba cuando llegue la primavera. El hambre y la guerra lo apremian y pronto deberá partir intentando alcanzar un sueño. Un mundo nuevo lo espera y ese otro, el tan amado, quedará atrás para siempre. Sus tierras, sus padres, su historia, su vida, sus amigos, su lugar, sus costumbres…todo deberá dejar, llevando sólo una esperanza, su mujer, sus hijos y apenas algún recuerdo. Cuando el sol sale nuevamente en el horizonte espejado, el viejo ya ha cerrado para siempre sus ojos. El más joven, ahoga entre lágrimas su despedida.

Desde su privilegiado sitio de testigo sin tiempo, logrando sentir y comprender toda la angustia y el miedo de los otros como si fuera propio, el futuro nieto observa el pasado de su abuelo con la nitidez con la que se enmarca aquella lejana realidad dentro de la luna mágica del espejo.

Atado a dos polvorientas valijas, embalado entre cuatro maderas, el espejo tallado acompaña a los desterrados en su travesía, símbolo espejado de alguna vieja quimera, el espejo cruza poblados, ríos y océano para llegar después de meses hasta la que fuera la tierra prometida. En aquellos primeros años el espejo cuelga sobre un muro descascarado, lujo impensado entre las paredes de un pobre conventillo de aquella extraña ciudad arcana y cenicienta. En su reflejo se trasluce el esfuerzo, las angustias, las injusticias, los sueños, las promesas incumplidas. También se van mostrando los primeros logros, el trabajo pago, los primeros ahorros, la certeza de lo que es posible. Espejados en la luna de reflejos los hijos van creciendo, las canas ennoblecen, los sueños se concretan, las paredes ya son propias, el horizonte se va ensanchando. Mudanza tras mudanza el espejo acompaña y atesora cada una de los momentos de las vidas sufridas y soñadas de aquella gente… y los hijos ya no son inmigrantes, son ahora hombres y mujeres arraigados en aquellas tierras. Se establecen, crecen, ganan y pierden, son parte viva en los sueños, de los que están, de los que se han quedado y de los que están por nacer.

El tiempo se desliza sin su acostumbrado ritmo dentro del espejo y los años se trastocan y se vuelven instantes y la historia de la sangre se muestra breve, auténtica, vigorosa…y el hombre se presiente ya fuera de aquel áureo mundo intemporal de reflejos contenidos y se emociona, se conduele, se nutre, se instruye en el pasado vivo de su historia esa que por mucho tiempo, por menosprecio, desapego, negligencia, egoísmo, impiedad o ignorancia, olvidó y enterró en algún sustrato nimio de su persona, dejando a un lado y reemplazando lo importante por lo urgente.

En un rincón anónimo y gris habían quedado los nombres, las historias, las palabras, los sueños, los compromisos, las miradas, el esfuerzo, las angustias, las hazañas, las alegrías de aquellos hombres y mujeres que habían luchado por él y su propia historia…y gracias a aquella magia atrapada y ahora liberada del espejo, sus recuerdos salían a la luz, para infundirle orgullo, ganas, nuevos rumbos, esperanzas…Un pasado y un porvenir.

Sumergido aún por el encanto de las dos lunas el hombre contempla el fulgor redescubierto de la noche, que se abre ante él como una gran promesa, un infinito horizonte que le propone que lo recorra, lo perciba, lo disfrute minuto a minuto, porque la memoria de los que fueron y ya no están, lo amerita…y el futuro de los que aún no son, si hacemos lo posible …sin dudas, lo llegará a merecer.


(fin)



miércoles, 19 de agosto de 2009

EL ESPEJO - Segunda parte







JUEGO DE LUNAS

Al llegar a su casa un inusual llamado de su hermana alteró la frugal cena de alma solitaria. Casualmente le solicitaba su ayuda en la ingrata tarea de desmantelar la vieja casona de la abuela. Luego de la reciente muerte de la anciana el caserón sería vendido y habría que darle destino a lo poco del mobiliario que se salvaría de ir a parar a alguna institución de ayuda para los más necesitados.

Quedaron en encontrarse el fin de semana siguiente. Ambos tenían una vida atareada y horarios intransigentes.

El pedido de su hermana hizo que sin quererlo su emoción se adueñara de sus recuerdos y lograra, como entre nubes, trasladarse hacia los primeros años de su infancia en los que solía pasar los domingos, junto a su familia, en aquella casona tan querida, de galería sombría y salones acogedores. Allí los juegos infantiles se apropiaban de los rincones de ensueños, donde cada hueco era una cueva de piratas y cada escalón una colina o el mismo Everest.

Sus acostumbrados incomprensibles flashes oníricos fueron esa noche, por el contrario, nítidas evocaciones. Aquellas caras amadas cobraban otra vez la frescura de la vida, las promesas de lo que es nuevo.

A la mañana siguiente una extraña impaciencia lo invadió, ansiando que la llegada del encuentro no respondiera a la cruenta lentitud que suele adoptar el tiempo, cuando el corazón requiere, en cambio, que se acelere el paso de las horas.

Por fin, llegó el sábado y sin que encontrara lógica alguna, la proximidad de la cita le provocaba un deleite especial que hacía mucho no paladeaba.

No fue lo que esperaba. La sensación que experimentó al reencontrarse con aquella casona ya abandonada, asfixiada por la falta de habitantes, hizo que la dulce nostalgia que lo había embargado desde el momento del llamado se diluyera, dando paso a la tristeza hueca que se siente luego de rememorar idealmente una belleza y reencontrarla después de muerta.

El olor acre del polvo del tiempo cubría el viejo mobiliario que décadas atrás sus manos de niño curioso, siempre dispuestas a las nuevas sensaciones, recorrían alerta, acariciando cada curva de la madera tallada como quien busca comprender con sus sentidos un milagro.

La sensación de encontrarse dentro de una gran tumba de la que su propio pasado era parte, lo embargó en forma tal que una lágrima imprudente se dejó caer por su rostro.

La premura que su hermana llevaba por culminar la tarea que los había convocado lo fue contagiando, de manera que fueron pocas las reliquias que ameritaron ser rescatadas de aquel abandono: dos o tres jarrones de porcelana azul, un álbum gastado con desteñidas fotos familiares, un juego incompleto de cubiertos de plata, una lámpara con caireles de cristal, algunos bronces y un no muy grande espejo de pared con marco de madera repujada. Apenas verlo supo que era lo único que quería conservar para sí.

En su luna espejada, polvorienta y apagada, de inmediato recordó ver el reflejo de su amada abuela, anciana ya, peinándose con cuidado su largo cabello cano. Con la elegancia que sin duda tendrían las hadas si existieran, los dedos blancos y finos de su abuela trenzaban con maestría de ángeles sus cabellos de nieve sin necesidad de ver, apenas guiados por el reflejo de su rostro que adivinaba, una a una, las volteretas de las mechas. En aquella época, esa mujer de edad sin tiempo se le antojaba a su alma de niño como portadora de la magia y sabiduría de las mejores heroínas de sus cuentos. En su mirada clara y sus ojos de cielo solía encontrar el consuelo, la ternura, la contención que da el cálido hogar cuando afuera sopla el viento.

Fue entonces eso lo único que se llevó: aquel espejo.

En su casa ya, mientras caía la noche, lo desempolvó. Mimó cada una de sus curvas cepillando con esmero e infinita ternura los pétalos labrados en aquel marco maravilloso.

El cristal espejado tardó algo más en pulirse. El gris de los años había dejado huella y lograr desprender la niebla de humedad y tiempo de aquel espejo requirió de mucho empeño.

Por fin, renovada en sus brillos, aquella magnífica pieza de destellos y flores exóticas recobró la belleza que ya casi había olvidado. Su luna plateada ubicada ahora sobre otros muros se disponía a enfrentar nuevamente al mundo con su reencontrada hermosura.

Curiosamente, en la posición que su halo había hallado, era también otra la luna que en el espejo se reflejaba: la eterna, la primordial, la de la noche… que iluminando con singular encanto parecía embelesarse contemplando en aquel otro esplendor su propia blancura.

(continuará)



EL ESPEJO - Primera parte


Como verán, el tema de los espejos, su magia y sus sugerencias continúa presente en mis entradas! jejeje

...espero les guste esta trilogía





UNA RUEDA INACABABLE

Otra tarde de domingo estaba acabando. El cielo, enrojecido por el sol que parecía despedirse llevándose con él la sensación de tregua momentánea, variaba sus colores minuto a minuto.

El hombre, en silencio y soledad hubiese querido que no fuera así. Si dependiera de su voluntad, el tiempo podría detenerse para siempre allí, en ese preciso momento, justo antes que la tarde muriera y se hiciera noche… y la esperanza que aquel fuese un fin de semana especial agonizara con la oscuridad, apenas al encenderse las primeras estrellas de su nostalgia.

Su vida era gris. Al menos él lo sentía así…y aquel momento culminante de la semana solía hacer que sintiera más aún la pesadez de retomar su rutina habitual, haciéndole sentir que otra vez comenzaba la rueda inacabable de monotonía y rituales repetidos, de tareas cotidianas que oxidan el alma, de amaneceres sin promesas y noches sin euforias, del precario equilibrio en el que oscilaba día a día su vida unitaria y previsible. Ni siquiera le quedaba el consuelo de sentir que aquel transcurrir de chatura y costumbre implicara seguridad o certeza.

Todo lo contrario, el ajetreo y la inestabilidad propios de la época hacía que los vaivenes de todo lo que pasaba a su alrededor lo afectara en forma íntima y profunda, socavando la poca confianza que le quedaba en la especie humana y su ya escasa vocación de sueños.

Meditando sobre lo previsible de sus días y la insolvencia de sus ilusiones se fue a dormir, ensimismado en la impotencia de no estar conforme con lo que era ni en lo que se habían convertido aquellas ilusas expectativas de su juventud.

El agudo llamado del despertador perforó el silencio de su noche, abriéndole otra vez paso a la tan tediosa mañana del lunes que desde siempre lograba opacar su humor en demasía.

Se duchó con el agobio de lo que es costumbre. Bebió su café con la inercia de lo que es sólo rito de subsistencia. Ni encendió el televisor. Menos aún la radio. La catarata de malas noticias y quejas solía aumentar, como era de esperar, el desgano de sus lacónicos despertares.

Dejó las instrucciones, junto con el pago, para la señora de la limpieza que llegaría en unas horas.

Tomó las llaves del auto y como quien retoma el camino de un sufrimiento se lanzó a la impiedad de la ciudad que se desperezaba en un bostezo.

Buscando no pensar, dejando que su cerebro opere mecánicamente, condujo como siempre su auto hasta el centro, ingrato corazón de la urbe en que nació y que lo mastica lentamente.

Como uno más de los individualistas nadies que se suman a la maquinaria despiadada que los deshumaniza día a día, se siente un ser miserablemente anónimo, desconocido, apático, sin envergadura…minúscula porción de lo que antes quizás fue humanidad y hoy apenas le resulta ser sistema. Engranaje sin nombre dentro de una totalidad que no le da cabida a la solidaridad y menos aún a los sueños.

La jornada transcurrió como todas, entregándose el hombre a ella con la aceptación de quien no tiene más remedio.

Las luces de la ciudad ya se encendían abriendo otra vez paso a la noche que con su breve alivio interrumpía, misericordiosa, la angustiosa agonía de los que sobreviven en lo urgente.

(continuará)



Archivo del blog

BLOG REGISTRADO

IBSN: Internet Blog Serial Number 1-958-000-000