Esta semana anfitriona Tracy, desde su blog, proponiéndonos el tema de la llegada de la primavera tratando de ampliar la perspectiva. Pasar por aquí para leer todos los aportes.
LA PRIMA VERA
Vera era su prima lejana por
parte de madre y solía caer sin aviso apenas terminaba el invierno. Allí entre
picos rocosos y cabras caprichosas, los lujos eran escasos y la vida, rutinaria
y sin sobresaltos. Pero cuando la prima Vera llegaba con su risa cristalina
llenando los rincones, su sola presencia parecía cambiarlo todo y aún el sitio
más sombrío mostraba su lado mágico.
Sin dudas la actitud de Vera
lograba ese milagro. Su actitud… y la magia de sus ojos, que eran bellos y
verdes como jamás él había visto antes por aquellos senderos escarpados. Solía
traer como obsequio ramilletes de flores de su jardín y algún perfume de
azahares o lavandas impregnados en pañuelos que ella misma bordaba.
La llegada de esa prima lograba
transformarlo. En la boca del estómago sentía cosquilleos aún antes de saber la
fecha justa de su arribo. No había dudas de que su persistente jovialidad
estaba relacionada con la prima Vera y su anual visita, por lo que se sentía
muy vulnerable ante una eventual ausencia.
Ese año el invierno duró más de
lo usual. Los caminos que cruzaban las montañas seguían cubiertos de nieve y
resultaba muy difícil pensar que la prima Vera lograría arribar vital y
fragante como siempre. Lejos de deprimirse, él se dedicó a aprontar su cabaña
para recibirla. Limpió los vidrios de las
ventanas, aireó los colchones y las sábanas, sacudió los muebles y dispuso los
jarrones para las flores que la prima Vera sin dudas traería de regalo.
Sus amigos, de sienes canas y
quejas constantes, se burlaban de él criticándolo por su tenaz entusiasmo,
diciéndole que era absurdo que a su edad actuara como un adolescente enamorado:
ya iba siendo hora de que madurara y dejara de corretear por el campo con su
prima como si aún fueran niños.
Pasaron varios días y nadie en el
pueblo volvió a verlo. Decidieron al fin pasar por su cabaña para comprobar si
efectivamente la prima Vera había llegado. Recorrieron el lugar y encontraron
todo limpio y fragante, con bellos arreglos florales en los jarrones y aroma a
pan tostado impregnando el ambiente. La maleta de Vera recién desempacada ocupaba
la habitación de huéspedes, por lo que supusieron que ambos habían retomado su
ritual de disfrute y aventuras.
Después de tres meses de días
luminosos y brisas perfumadas, un aldeano halló el cuerpo del hombre tendido,
como durmiendo, sobre un prado de margaritas. Lucía una sonrisa serena dibujada
en su rostro y un ramito de nomeolvides
entre sus manos. Homenaje póstumo que sin dudas su amada prima le dejó antes de
partir para siempre.
41 comentarios:
Me gusta por lo bello y por el trágico final.
El relato es digno de una ópera y del publico llorando al final.
Te felicito.
Saludos.
Bueno, tampoco quisiera que todos terminarán llorando jeje. Un poco triste, si, pero no quise ser tan dramática. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención, Toro
Ese para siempre deja claro quien colocó el ramito de nomeolvides y puso fin a la primavera. Podría haber sido pero no fue. Un abrazo
Cuanto romanticismo hay en tu relato, y que me gusta mucho, mucho. Esos primos, esas primaveras esperando que llegue para ver los ojos brillar. El final, tenía que ser asi, no había otra.
Felicidades por hacernos sentirnos románticos. Besos.
Fue mientras duró, Ester, y eso es muy valioso. Un abrazo y muchas gracias por leer.
Creo que la primavera tiene mucho de eso, amor romántico que nos hace recordar. Un abrazo Campi y muchas gracias por tu amable comentario
Que bonita tu historia Neo! Muy dulce, aunque con un final triste, me ha gustado mucho el juego con la metáfora! Que curioso que hayamos hecho el mismo juego de palabras con el título! Je, je! Un abrazote!
Una hermosa historia realmente aunque termine trágicamente, el amor, el romanticismo, la tragedia todo se reúne y le da un ritmo precioso. Me gusta mucho.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Me encantó cómo la llegada de la prima Vera transforma todo el ambiente, ¿no? Como si trajera consigo un pedacito de primavera a un lugar gris y monótono.
Y luego, ¡boom! Te golpea con esa tristeza inesperada al final.
Hola Marifé. No leí todavía tu texto. En cuanto pueda paso x tu blog. Me alegra que te gustara la historia pese al desenlace. Un abrazo y muchas gracias por leer
Me alegra y te agradezco Patricia. El tema se prestaba para uns relación romántica. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
Esa fue mi intención José, jugar primero con el doble sentido de las palabras para luego seguir con la metáfora romántica que personifica la primavera. Me alegra que te gustara. Muchas gracias por la atenta lectura. Un abrazo
Son los efectos que la Prima-Vera, todo es tan intenso y tan bello como la vida misma. Por eso es difícil de olvidar aquello que hizo de nuestro mundo un arco iris.
Me gusto esta historia tan particular.
Un abrazo Moni :)
Reconozco que no sabía muy bien para donde correr con este tema, Cecy jaja. Un abrazo y muchas gracias por tu visita
Hola Mónica, el amor no tiene edad y la esperanza tampoco. Aunque tras leer la ilusión que provocaba la llegada de la prima Vera, el triste final es un mazazo en el pecho. Aún y así me ha encantado. Un fuerte abrazo
Un texto bellñisimo, con un triste final. Una historia que atrapa.
Un abrazo fuerte y feliz día
Ni el amor ni la juventud de espíritu tienen edad y eso quise volcar en el entusiasmo que siguió sintiendo el protagonista hasta el final (feliz) de sus días. Claro que los finales suelen tener ese dejo de tristeza que nos hace ablandar el corazón, pero es la vida, y así quise volcarlo. Gracias por leer con atención Nuria. Un abrazo
Es la segunda vez en la mañana que soy seducido por la Prima Vera. En ambas entradas se aúnan arte, poesía y sentimiento.
Muy digno y poético trabajo, para la llamada juevera de Tracy.
Besos.
No siempre los finales son felices como en los cuentos, la realidad, por desgracia, es otra muy distinta en cantidad de ocasiones.
Si se murió con una sonrisa es señal que ha sido feliz hasta el último momento, mantener la ilusión durante tantos años para recibir a la prima Vera, es algo que muchos anhelarían.
La ilusión es vida, ojalá que no la perdamos nunca.
Bello relato has escrito, de él se pueden sacar muchos ejemplos de vida.
Cariños y buen fin de semana.
Kasioles
Me ha encantado, porque me parece un relato al más puro estilo de realismo mágico. Me parece complicadísimo lograr esa combinación y sin embargo lo has hecho. ¡Enhorabuena! Lo he disfrutado muchísimo.
Me halaga, juan, tu generoso comentario. Me alegra que te gustara el enfoque. Un abrazo grande
A todos nos llegará un final, eso es seguro, y arribar con la felicidad en el rostro y las ilusiones intactas es un tesoro que justifica todo el camino recorrido, pese al sabor agridulce del final en si. Muchas gracias por tu reflexión, Kasioles y por la atenta lectura. Un abrazo
Te agradezco y valoro enormemente tus conceptos, Rebeca. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y muchas gracias
Estuve un rato leyéndote, me encantó tu última entrada y más y más mientras leía tu blog. Te sigo de aquí en más.
Abrazo hasta allá.
Muchísimas gracias Carlos! Me siento muy halagada. Lo mejor de estos encuentros es que uno va descubriendo blogueros de características muy valiosas y variadas. Abrazos.
Has hecho una belleza de relato lleno de amor y pasión que me ha emocionado muchísimo mientras lo leía acompañada por esa música tan bien elegida y que lo envolvía a modo de celofán, regalo de primavera.
Gracias y besos
Fue un placer poder sumarme a tu convocatoria, Tracy. Celebro que te haya gustado y hayas decidido anfitrionar este primaveral encuentro. Un abrazo (otoñal reciente x aquí😊)
Renacer, vivir, envejecer y morir. Eterna obra sin fin.
En disfrutar cada momento y etapa que nos da la vida está el secreto. Muchas gracias por leer Julio. Un abrazo
Hay romanticismo en tu relato, un pco en el sentido más amplio, como movimiento artístico. Aunque no tan sombrío.
El protagonista recibió esa visita final, por negarse a madurar.
Y en cierta forma, se fue con la primavera. Tal vez encarnada en su prima, llamada Vera.
Un abrazo.
Hay cierta ambigúedad en tu relato, sobre si era una prima llamada Vera o si era la encarnación de la primavera, que alegraba el lugar para él.
Y por su negación a madurar, a comportarse como los otros le dijeron que hicieran, tuvo fue visitado una vez más, en lo que sería la última vez.
En cierta forma, el protagonista se fue con la primavera.
Un abrazo.
Qué bien lo has interpretado, Demiurgo. Muy acertado. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
Bello relato de esa Primavera que traía consigo la Prima-Vera. Bonita historia de amor con un final que yo no considero triste porque el final siempre llega y es mejor envuelto en los brazos de aquella que siempre amó. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Es así, Pepe. Por el sólo hecho de existir sabemos que habrá un final y qué mejor que desear que el momento nos llegue colmados de amor. Me alegra que te gustara. Un fuerte abrazo y muchas gracias por la atenta lectura
Ese final trágico no quita belleza a una historia preciosa, y narrada prefectamente.
Un lujo leerte. Un fuere abrazo.
Siempre tan cálida y amable, Albada. muchas gracias. Un fuerte abrazo
Uf... menudo relato y ese final junto con la música de tu blog.
Es un gustazo leerte.
Bss
Muy amable Sylvia. Te agradezco por pasar y leer. Un abrazo
Gracias dobles, Demiurgo. Este comentario se había quedado en la carpeta de spam. Recién lo descubrí y de inmediato te agradezco. Un abrazo
Todo está escrito de una bella manera aunque el final es triste...pero todos los finales son tristes y más cuando se acaba la primavera...Bss
Muchas gracias Diva. Me alegra tenerte por aquí. Otro beso para vos
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