(imagen http://quecocino.com/files/mesa_navidad11.jpg)
Parte dos: NOCHE DE PAZ, NOCHE DE AMOR
La cuñada llegó como siempre, radiante y fresca como una lechuga. Cada vez parece estar más joven, detalle éste que no pasa desapercibido para la anfitriona ni para su hermano solterón que intenta, a duras penas, acaparar la atención de la recién llegada sin que lo interrumpa el pesado del marido.
El zapping cede lugar al acostumbrado intercambio de indirectas que se despliegan a modo de bienvenida: “qué linda estás”…”pobre, te tocó otra vez a vos”…”¿cómo anda mi cuñado preferido?”…”qué guapa se la ve, doña Inés, nadie diría que ya va los por noventa”…”esta chica, cada vez más alocada”…”ojo cuñadito que ya no tenés cintura”…”qué rico pan dulce, lástima que no tienen piñones”…”cuidado con el turrón que te va a sacar los pocos dientes que te quedan”…”qué suerte que trajiste sándwiches, por las dudas que las cinco docenas que compramos no alcancen”…”qué bien te sienta el rojo, cuñada, tendrías que usarlo más seguido”…”me imagino que ya habrán puesto la cerveza en la heladera, no vaya a ser como el año pasado que se olvidaron”…”prestale el autito a tu primo, vos, no seas egoísta, ¿no ves que él no tiene uno como ese?”
En la cocina, los manjares fríos y calientes se van colocando sobre las mejores bandejas, sobrevivientes desparejas de olvidadas vajillas heredadas.
Se llenan las copas, el griterío se acrecienta. Llegan después el hijo y su novel acompañante. Demasiado reciente la relación, quizás, para ostentar el título de noviazgo, aunque la chica ofrece al entrar, como tarjeta de presentación, la mejor de sus sonrisas. Ese gesto cae bien, no en todos, pero es un comienzo.
Con total displicencia el novio apenas le muestra atención mientras de lleno se suma a la excitada charla de fútbol que en el rincón de los hombres va tomando forma y color de pasiones encontradas.
Así de a poco, en medio de risotadas y caras largas ensambladas en su justa medida, la noche se inicia, mientras, de fondo, desde el televisor suena un villancico que trae recuerdos de otras tierras. La abuela lo escucha y blandamente se deja transportar hacia sus años mozos, cuando entre las colinas de su España natal, lo cantaba con franca emoción y esperanza ..
”Un Angel fue a despertarme
para anunciarme la Navidad.
Y en cuanti que yo lo supe
de Guadalupe viné p'acá.”
…sin darse cuenta y rompiendo su habitual silencio contemplativo en el que suele guarecerse de dramas y penurias cotidianas, su voz temblorosa y quebrada se enlaza con la melodía que endulza el aire y llena con nostalgia su corazón y sus ojos. El canto quejumbroso se transforma en inesperado regalo para una Noche Buena que no pensaba poblarse de emociones y en cambio, en ellos se ahonda, cuando la nieta, de improviso, aunque desacostumbrada en manifestaciones afectuosas, la abraza con sincera ternura prodigándole además un beso.
El ángel de alas doradas encaramado en la estantería - nube logra contener un imprevisto aleteo provocado por la sorpresa, evitando así ponerse en evidencia frente a los invitados.
Los chicos, en cambio dejan escapar una sonrisa acompañando el candor de ese irrepetible momento.
Sonrojada por el esfuerzo y la vergüenza de verse así sorprendida, la abuela deja escapar unas lagrimitas que recorren los surcos de sus mejillas. Intentando conservar el momento como puede, se siente de repente muy afortunada, pensando en cambio en la soledad de aquellos que estarán en ese momento contemplando en silencio las paredes desnudas de la habitación de algún geriátrico.
Se deja llevar por la alegría y con fruición devora todos los sandwichitos que le ponen a su alcance.
La música cambia abruptamente. Alguien ha cambiado de canal pensando quizás que el festejo tiene que ver con el bullicio. Ahora pasa a ser reggaetón lo que llena el aire y el padre hastiado por ese ritmo de locos apaga abruptamente el condenado aparato. Así es mejor. Por lo menos las voces no tendrán que pelearse para ser escuchadas.
La impaciencia de los más chicos no logra ya ser contenida ni por lo salado ni por lo dulce y el poco espacio disponible para corretear pone en serio riesgo el antiguo cristalero que alguna vez enemistó a los hermanos que peleaban por su tenencia. Eso ya termina de descolocar a la dueña de casa que no logra contener el grito buscando reprimir el brío de sus zafados sobrinos. La madre de éstos tampoco es dueña de una alta cuota de paciencia y decide intervenir gritando más fuerte aún que su descontrolada cuñada. No sea el caso que quien rete a su progenie no sea alguien de su propia sangre…habráse visto!
Al fin, las doce campanadas consiguen aquietar los ánimos que, a esas alturas ya estaban bastante caldeados. Más aún que el termómetro con abejitas zumbonas del pasillo, recuerdo éste de una tía muy querida que la dueña de casa conserva a modo de prueba evidente de su mal gusto, según siempre acota la hermana de su marido.
Apenas se advierte la llegada de la medianoche todos se apuran por llenar copas y vasos. Los brazos en alto, canturreando algunos, otros esforzando las sonrisas, todos deciden a la vez celebrar el minuto clave. Ese último de la Noche Nueva que se hace Navidad. Las cañitas voladoras comienzan su ritual de ruido y colores chispeantes. Los cohetes y demás bombas de estruendo inician su inmisericorde ráfaga de estallidos que altera hasta el más paciente de los invitados. Los chicos estallan en gritos e histeria reclamando por la pronta apertura de los regalos. Se los merecen. A estas alturas nadie lo duda, luego de haber soportado más de tres horas enteras escuchando las insulsas conversaciones de los grandes, que sin pudores, hacen caso omiso a la premisa de no mentir que a diario intentan inculcar a sus hijos.
………………………………………………………………….......
El saldo de la noche no ha sido tan terrible. Sólo cuatro copas rotas y el sofá de la sala manchado con mayonesa. Mejor así, se plantea para sus adentros la dueña de casa. De esa forma su marido no tendrá excusa a la hora de proponerle retapizarlos. Por fin logrará que combinen con las nuevas cortinas que encargó la primavera pasada.
Los hijos mayores han salido a festejar con sus amigos y el menor cayó ya rendido luego de haberse quejado una y otra vez por no haber recibido la Play que soñaba.
La dueña de casa no terminó aún de lavar todos los trastos pero igual se apura por irse a dormir. Por fin ese día tan largo se ha acabado y se consuela en pensar que la próxima semana será ella la que se apure en torcerse un pie o llamar oportunamente al plomero para aliviarse de ser otra vez la “hija de la pavota” que termina siempre haciendo de anfitriona en esas insufribles reuniones familiares.
(continuará)
15 comentarios:
...(.)""(.)...Que Dios inunde tu alma
...( ’o’, )...de paz yamor para que no
...(),*,.().. guardes ningúnrencor y vivas con
...(_)-(_)...alegria cada día de tú existir....felices fiestas.
BUENAS TARDES NEO QUE DE RECUERDOS SE ME VIENE LEYENDOTEEE, ESCRIBES GENIALLL, QUE TENGAS UNA SEMANA GENIAL ABRAZOS DE TU AMIGO CHRISSSSS
Tu entrada es muy buena que tu angel te acompañe siempre,en Peregrino ademas de una entrada hay una invitacion que tenas una feliz semana mucha luz.
La misma historia, las mismas lágrimas, la misma alegría, el mismo cansancio que en todas nuestras casas...
Un abrazo
HOLA MONI¡¡ TANTO TIEMPO, POR SUERTE YA ESTAMOS DE VACACIONES, POR LO QUE TENGO MAS FLEXIBILIDAD DE HORARIOS Y ACA ESTOY VISITANDO UN POCO
CREO QUE ESTE AÑO ME TENGO QUE NUTRIR DE RELATOS NAVIDEÑOS, COMO ELTUYO, PORQUE LA VERDAD MI ESPIRITU ESTA DORMIDO , Y HABRA QUE DESPERTARLO
ESPERO ESTES BIEN, TE DEJO UN ABRAZO GRANDOTE¡¡¡
Me han entrado unas ganas terribles de hacer un post sobre lo mismo, querida Neogeminis.
Sigo a la espera de la continuación.
Besos...!
Que historia más bonita neo!! Si es que eres una artista!!
espero el continuará..
besoss
sara
Bueno, bueno, menuda estampa navideña más cercana a tantas realidades nos estás contando!
Me he leído los dos de tirón porque he tenido problemillas con internete y parece que estaba viendo una peli :D
No, si al final, la navidad es lo que nosotros hacemos con ella, no?
:D
Un besito
Lala
Ahjajaja me mató lo del turrón y los dientes, que maldad! La abuela atracándose de sandwichitos me hizo pensar en la abuela de Gasalla ja!
En todas las casas hay alguno de estos personajes y las situaciones se repiten. Odio los cuetes, no le veo la gracia a esas explosiones que te dejan sorda, lástima que a todos los demás les encanta grrrr!
Y odio el reggaeton! Cada vez me parezco mas a Mr. Scrooge jajajaj!
Y bué.
Besos
En una encuesta hecha hace poco en Alemania se llegó a la conclusión que la mayoría le teme porque en Navidad es cuando revientan los problemas familiares. EN todo caso, cada cual sabe como quiere pasar las fiestas...yo, por lo pronto, intentaré cocinar rico y pasarlo con mis tres hombres (esposo y dos hijos) :-) en paz... después de haberte leído.
Te deseo unas lindas fiestas.
Supongo que es la misma Navidad de todos los años y todos los hogares, mis navidades son bien distintas y casi casi las prefiero ante tanto ajetreo y muchas veces ante tanta hipocresía que se junta alrededor de la mesa entre familiares que solo el espíritu navideño les junta una noche, olvidándose del resto del año.
Espero la siguiente parte cielo.
Besos!!
Hola, Mónica,
Vamo a vé.. ¿no me dirás que te toca preparar la cena de Nochebuena?.. ejej.. bueno, por si acaso fuera así, ya te digo:
1º Que te comprendoo!
2º Que me solidarizo, plenamente, contigoo!
3º ¿puedo apuntarme yo, también, a la susodicha cena?.. ejej.. prometo portarme bien, y no armar más jaleo del que tengais por costumbree!.. ajaj
Besotes, Mónica
PD: a vé, que no sé si vuestras costumbres son iguales a las de acá.. ¿he entendío bien, y las “campanadas” de las doce, son allá en nochebuena?… es que acá, las doce campanadas son la noche de fin de año.. !y se acompañan, tomando “doce uvas”… !que más de uno se atraganta y acaba en urgenciaas!!.. ajaj
Javier, paso a aclarar. Aquí también se esperan las doce campanadas de fin de año para festejar , pero se suele esperar también hasta las doce de Noche Buena para abrir los regalos...de ahí la impaciencia de los chicos.
Muchas gracias a todos por el interés con que han seguido la lectura. Ya mismo subo el final de la historia.
P.D
al contrario de lo que narra la historia, a mí me encantan los preparativos navideños y si bien somos un grupo reducido y variable, suelo ser anfitriona de Noche Buena, Navidad (al mediodía). Fin de año y Año nuevo (otra vez al mediodía!!!)
Lo de las mentiras me ha llegado al alma, jajaja. Esto es sabiduría casera de la de mi abuela, jajaja.
Muy bueno, un abrazote Neo.
Pobre mujer se la paso todo el día trbajando y resongando, eso no es vida.
Y menos diversión.
Besitos.
Neo es increíble la maestría que te gastas para "empelicular" (dios mío, perdón por el invento-palabro jaja) situacioes. Me quedo con el angelote sobresaltado al que casi le ven aletear : )
No tengo pavo para rellenar pero si un abrazo y bien atacado de cariño ; )
ains y ya que estamos en el tema, unas muy felices fiestas para tí y los tuyos, que sean de esas que aleteen luego en el recuerdo (para bien obviamente XD). El gusto es mío, que lo sepas XD...Gracias por todo siempre : )
Publicar un comentario