Me sumo a la propuesta juevera de esta semana. Dar clic aqui para pasar por el blog de Nuria.
MIEDO A LA OSCURIDAD
Hoy pensaba en la noche.
En el cuarto sin luces.
En las voces que -ocultas- se despiertan, temidas.
Hoy pensaba en el bosque.
En un cielo sin brillos.
En las sombras siniestras que me espantan -sin vida-
Hoy pensaba en los truenos.
En el viento sin calma
que me inquieta –soplando- aunque tenga yo abrigo.
Qué me asusta de ellos?
Qué hay de malo en la noche?
Qué hay de infame en el viento
o en el bosque sombrío con negrura infinita?
Es de ellos que escapo
cuando tiemblo aturdida?
Es maldad la que late -entre sombras- fundida?
Qué se asoma en mi mente?
Son recuerdos arcanos
los que insisten, siniestros
o es temor de un mañana que se cierne sin bríos?
No es la noche, ni el bosque
ni la furia irredenta de esta
tonta tormenta la que espanta sin causa en sutil agonía.
No los culpo a los pobres.
No son malos ni buenos,
lo que temo en el fondo es saber, que lo oscuro y siniestro... es
mío.
11 comentarios:
Hola Mónica, sabía reflexión. En el fondo no solo nos asusta la oscuridad o lo desconocido, sino mirar en nuestro interior y descubrir algo que quizás nos asusta más. Una poesía profunda que hace honor a esa oscuridad interior que tanto tenemos y engrandece la convocatoria superándola con creces.
Te felicito.
Me encantó.
Un abrazo
Me alegra y celebro que te haya gustado, Nuria. Siempre valoro mucho tus comentarios. Muchas gracias por conducirnos. Un fuerte abrazo
En este poema la oscuridad más grande es la de nuestro interior esa que a veces nos da toques de atención y nos alerta de nuestros propios miedos.
Un abrazo muy fuerte.
Es a la maldad humana a la que debemos temer. Las abstracciones que inventamos y nos asustan, no son lo peligroso. Un fuerte abrazo, Campi. Gracias por tu visita
Esa conclusión es muy sincera. Hay oscuridades y oscuridades, de las cuales podemos o no participar. Pero hay una, la nuestra por excelencia, de la que no escapamos.
Muy bien expresado, los peores demonios, los miedos más terribles, son los que nos aguardan al otro lado del espejo...
Hola Fackel. Si. De ese oscuro demonio nadie puede escapar. Me alegra que te pareciera acertada la conclusión del poema. Un abrazo y muchas gracias por leer y comentar
Y son lo que en realidad nos pintan de cuerpo entero frente a nuestra verdadera identidad. Muchas gracias por la atenta lectura, Beauseant. Un abrazo
Tarde o temprano se producirá el encuentro con el secreto mejor guardado, uno mismo... Vivir, pensar, amar, incluso escribir son apenas indicios...
Abrazo hasta vos.
Tardamos toda una vida en conocernos! Un abrazo, Carlos y gracias por leer
Hermoso poema Mónica, sin dudas nuestros mayores temores están escondidos dentro nuestro, como bien decis no es la oscuridad o el bosque, somos nosotros.
Me ha gustado mucho, te felicito.
Un abrazo.
PATRICIA F.
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