De niño
soñaba con ser periodista. Informar. Analizar la realidad y opinar llevando a
la gente un panorama completo sobre lo que en verdad sucediera. Pensaba que
para no manipular malintencionadamente la opinión pública había que ser
extremadamente responsable con la información, buscando ampliar la perspectiva
de lo acontecido con nuevos enfoques. Ansiaba poder esclarecer los asuntos
turbios que afectaran el interés de las personas desde algún periódico
emblemático de la ciudad, luchando desde la palabra y la opinión, por la verdad
y la justicia.
Pero el
destino no quiso que fuera así. A veces la vida nos pone en una situación que
jamás imaginamos, haciéndonos ser al fin personas totalmente diferentes a las
que ansiamos ser en la infancia.
Y fue así
que debió animarse a asumir las consecuencias de su propia naturaleza,
poniéndolo frente a frente con una situación que no buscó, pero que tampoco se
animó a negar: tenía súper poderes. Enormes. Especiales. Terribles, si se
quiere. Y debió entonces relegar sus sueños a segundo plano, poniéndolos por
detrás del duro papel que la vida decidió que debía asumir: defender el mundo
de todo mal, enmascarándose detrás de una identidad heroica, aceptando ser
puesto sobre el pedestal que la gente le construyera en
agradecimiento.
Porque a
veces uno no puede elegir libremente y el compromiso de ser lo que se espera
que seamos es tan fuerte, que nos hace incluso aceptar absurdas imposiciones
como usar ropa interior por encima de una malla, lucir capa ondeante mientras se
vuela y olvidar el propio nombre oculto bajo impactantes apelativos que denigran
la humildad que antes era característica.
Por suerte
él, como todo héroe, tenía su talón de Aquiles: su propia kriptonita remarcándole
su debilidad de vez en cuando, lo suficiente como para recordarle que en el
fondo todos somos dulcemente vulnerables, o al menos lo fuimos cuando éramos
niños y libres en juego, nos dedicábamos a soñar.
23 comentarios:
Todos admirabamos a aquel tímido periodísta que cuando se colocaba el slip sobre las mallas lograba hacer frente a todos los males. Para que fuera aún más admirado tenía su debilidad y un cruel y poderoso enemigo. Muchas deseabamos ser Lois y volar de su mano.Otr@s hubieran querido ser el gran superhéroe.
Relato con un lindo toque de humor dedicado a los anfitriones.
Besos
Que divertido y excitante era ver volar a Clark cuando se quitaba aquel anodino traje que le hacia parecer un hombre sin personalidad.
Desde muy adentro de el salía el héroe que siempre salvaba a los inocentes de los villanos.
No estaría mal que apareciera por aquí y barriera de las calles a tanto aprovechado que pasea sin ningún pudor.
Bonito y merecido homenaje a los chicos del Daily.
Besos querida Mónica.
Ya conoces a aquel que con super poderes también era periodista, a lo mejor podría combinar sus heroicidades con el empleo en una redacción, pregúntale a Clark.
Le tocó la capa y los leotardos, vestimenta que me provoca cierta risilla, y es que los super lo que sea, me dan lástima, siempre levantando puentes o frenando huracanes, y sin despeinarse.
Neo, procúrale una Lois al pobre, tú que tienes una imaginación que lo puede todo.
Besitos contentos, se merecen tu homenaje los del Daily.
Lo que nos depara la vida, siempre es una incógnita, hasta en el trabajo.
Abrazos.
Conozco la historia. El personaje comenzó a descubrir que era distinto, que sus padres no eran sus padres biologicos. Que habia perdido a sus padres biologicos junto con su lugar de origen. Que su punto debil era algo venido de su lugar de origen. Debió aprender a controlar su fuerza y a manejar sus sentidos.
En cuanto a la ropa, dejó de ser un problema cuando algunos de sus admiradores empezaron a imitarlo, para ser heroes también. Y acá surgió otra carga, la de ser un referente.
Interesante homenaje a los anfitriones. Un detalle: debajo de Wonder Woman, una de sus novias, está...Mara Laira.
Pues tal como está la sociedad... hatajo para que se emplee a fondo.
eso pasa por ir a ver la película de superman, el hombre de acero, yo también me quedé con cierta nostalgia cuando la vi en pantalla grande, su padre siendo arrastrado por un tornado por tratar de salvar al perro, y señalándole a su hijo que no haga ningún movimiento que lo delate frente a todos, el papel que hizo Kevin Costner fue simplemente espectacular, asumo que cuando él tuvo el guión en las manos, rogó para interpretarlo, imposible que ese tipo con el nivel que tiene haga segundos papeles en el cine, pero creo que era un trabajo que valía la pena hacerlo..... si no estás hablando de superman, pues lo siento mucho, pero tu escrito me empujó a sólo imaginar, pensar y soñar con la película, jajajajajaja..... besos!!!!!
Pienso que en el subconciente de toda persona con principios morales siempre ha habitado el deseo de ser un superheroe para poner remedio a los problemas del mundo. Lástima que seamos tan limitados. Por eso inventamos superhéroes, seres que encarnan aquellos poderes que nos gustaría tener, aunque no entiendo esas vestimentas ridículas que les ponen.
Un abrazo.
Creo que puedo contestar esa pregunta, la del comentario anterior. La ropa es una convención que viene de la idea de que la ropa ajustada es aerodinamica, que le permite trepar, y lo del calzoncillo sobre la ropa es para que no quede marcada demasiado. Y también es una facilidad para los dibujantes. Eso lo sé por experiencia. Por esa las mujeres del comic usan tanto mallas enterizas.
Pero el estilo se ha ido cambiando, por una cota de mallas. Y a veces se usa esa ropa retro, para comparar distintas generaciones de heroes.
Lo verdaderamente heroico es ser periodista en estos tiempos que vivimos.
Son muchas las kriptonitas que les recuerdan sus editores que se deben a los que pastorean el capital.
O esos políticos, que siempre tratan de utilizarlos en su propia conveniencia.
O terminar por trabajar por miserables sueldos y horarios moratinianos.
Un abrazo.
No ha de ser fácil ser superhéroe, francamente, se ve mejor desde el otro lado, donde como lector o espectador, se nos llega a antojar tener poderes y vivir hazañas. La infancia se provee de estos sueños muchas veces, pero mejor que quede en eso, una instancia de fantasía, para evitar andar volando por ahí y renunciando a vivir otras cosas más sencillas pero igualmente necesarias.
Muy buen relato, seguro que Clark del Daily, se sentirá identificado!
Besos!
Gaby*
Me ha gustado tu escrito, la verdad es que muchas veces en la vida diaria nos imponen ser lo que no somos y nos olvidamos de nosotros mismos, por ello nunca dejemos de olvidar nuestros sueños
Que bueno seria tener un superheroe, jejeje.
Un abrazo
Lola
Muy bueno, gracias por confiarnos que en tus ratos libres eres wonderwoman jajaja. Es precioso sentirse un super heroe, sobre todo para llevar grandes fantasías sobre el papel y deleitar a los lectores. Te felicito.
Te he otorgado un premio que puedes ver en mi blog, y sin ningún compromiso. Saludos.
Mantenerese fiel a los principios es complicado, ser libre es divicil pero es una opción d evita. Besos
Él que quería ser alguien normal y se convirtió en superhéroe; pero bueno tenía sus ventajas, sobre todo saber volar a toda velocidad, salvando a todo aquel que se pusiera por delante.
Muy buen relato.
Un abrazo
Dura tarea la que le tocó, salvar al mundo. No siempre se logra lo que se sueña pero uno no deja de intentarlo, bajo el traje sigue latiendole ese corazón de periodista.
Muy buen texto con dedicatoria incluida Neo.
Besos.
La gente que estudia periodismo, debería plantearse que pueden ser super héroes, con traje de oficina.
Un beso.
Ciertamente, ser Superman no debe de ser fácil. Por otro lado, lo de la ropa espero que no sea una imposición para ser un superhéroe, tal vez debiera también aceptar algunas sugerencias de un asesor de imagen jeje :P
Un beso!
Lo de salvar al mundo es un deseo encomiable...pero poco práctico por lo que se ve. De todos modos, que maravilloso sueño.
Besos
Un guiño divertido en un texto con un trasfondo interesante al hablar de lo que significa ser un buen periodista.
Lo he pasado genial, casi como si fuese Lois.
Besos
Bueno, no está nada mal ser un superhéroe...a mi me encantaría!!!
Un beso
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