(imagen tomada de la red)
Hay días en que el pasado
se pone a llover
y retorna entre las gotas
que caen desde el cielo.
La lluvia se hace silencio
que pesa más
si se escucha
con el sentimiento.
Y es que cuando la humedad
nos brota desde adentro
una se hace otoño,
aunque el calendario
marque primavera.
13 comentarios:
Me ha encantado tu reflexión. Y es verdad, cuando llueve por dentro, de nada sirve que afuera haya sol.
Un beso
Así es.
Cuando las cosas salen de adentro, no hay forma de escapar de ellas. Están ahi.
Gran poema.
Un abrazo.
Cuanta razón tienes en lo que dices en el poema. Por cierto, una preciosidad.
Abrazos.
Queda el intento de mirarse en los charcos... y encontrarse.
Un beso
Llegará el verano. Y la cara se iluminará en una sonrisa.
el pasado siempre será una lluvia que nos moje sin que lo deseemos, y siempre lloverá aunque el sol ilumine todo nuestro cielo, muy dentro de nuestro universo la lluvia no cesará jamás, aunque las lágrimas se hayan secado hace siglos de nuestros ojos.... hermosa entrada como siempre :)
De vez en cuando es necesaria esa lluvia interior para recordarnos cuan lejos hemos llegado.
Abrazos y achuchones cielo.
Una acertada metafora. El pasado puede ser tan persistente como las lluvias invernales que persisten en primavera.
una poesía interesante,
saludos
Esos días son funestos, pero siempre pasan, siempre.
Un beso.
HD
Qué lindo!!!
Y si este es tu otoño aunque el calendario indique primavera: te felicito.
es verdad, precioso poema monica, un abrazo
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