(imagen tomada de la red)
A duras penas
cae la gota
cae la gota
porque ya
casi nada queda
de su humedad
Es que el sentido
del llanto se acabó
desde hace tiempo
aunque la muerte
siga aún más vigente
en su impiedad.
A duras penas
cae la gota
cae la gota
y no es que haya
-aquí o hoy-
ya caducado
la omnipresente fuerza
de gravedad.
A duras penas
cae la gota
cae la gota
ante la guerra
porque de impotencia
las lágrimas ya
han resignado
su poder de lamentar.
7 comentarios:
Cuánto dolor, cuánta desazón causan las guerras. Que bien lo expresás, Moni.
Un dolor que nos llena de impotencia, una guerra incomprensible. Nada justifica la sangre de los inocentes.
Muy bueno, como lo has dicho.
Cariños…
Y en mi mala leche creo que se puede evitar. Nosotros solo podemos lamentar y solo cuando vemos las imágenes, el resto del tiempo nos olvidamos. Un abrazo
Tan estrecho era tu tunel abajo como debe ser el de estas criaturas que viven únicamente en la oscuridad. Probablemente jamás vean la luz.
Un beso y gracias por estas dos entradas, dejan el ánimo en estado de alerta.
A duras pena, como bien dices...Cuánto sufrimiento se eleva al universo, cuánta indiferencia y pasividad por otro lado...Y en medio todos nosotros, sin poder hacer nada, sólo clamar y esperar...Mi gratitud y mi abrazo inmenso por tu solidaridad y sensibilidad, Mónica.
dura vida la de ellos y asquerosa impotencia la nuestra...
besos
Y mientras seguimos de brazos cruzados y los gobiernos permitiendo la matanza un día tras otro.
Un besote.
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