Es casi inevitable
que en el otoño
-en esos días grises
en donde el sol
parece haberse
quedado muerto un poco-
se filtre trágica,
como resaca mística,
esa nostalgia cósmica
que llevamos dentro
siempre latente
y algunas veces
indisimulada.
Tal vez el polvo
de ese registro de estrellas
que sin duda somos,
aflore en esos días
en forma especial
-ceniciento y taciturno-
a causa de no ser
-o más bien,
de no sentir ser-
aquello que
en realidad ansiamos
y tantas veces
se nos oculta…
apuñalándonos
bien hondo…
10 comentarios:
No sé si fue antes tu texto o la música de fondo, pero parecen hechos el uno para la otra... o viceversa.
Precioso texto que expresa un sentimiento compartido.
Tú lo sitúas en el otoño, yo diría que cabalga a lomos de nuestro ánimo indistintamente de la época del año.
En cualquier caso bello y estimulante.
Besos
Notable. Como si leyeras mi pensamiento, lo cual me parecería inquietante. Porque eso es lo que suelo sentir estos días de otoño, esa nostalgia, que se acrecienta.
Lo de las estrellas, no sólo es poetico, es real. Como lo ha planteado la serie Cosmos.
Hermoso texto, con mucho sentimiento y nostalgia.
Saludos
lo has descrito hermoso y real.
un abrazo Mónica.
Y hoy me siento completamente identificada con tus preciosos versos. Nostalgia, otoño...
Parece que me hubieses presentido!
Un beso enorme.
Neogéminis...Cuando el sol languidece se apaga nuestra energìa y surge la consciencia de los límites...El espíritu ansía aquello que es, como bien dices,y se nos niega, se nos oculta...Mi felicitación por tu profundidad y y entrega en las letras.
Mi abrazo siempre,amiga.
M.Jesús
No temas al otoño, si ha venido. Aunque caiga la flor, queda la rama. La rama queda para hacer el nido.
Cariños…
Precioso y musical. Reconozco que el otoño tiene mala prensa, refleja tristeza y añoranza. No es mi caso, el otoño es mi estación preferida.
Un beso
Salud y República
En mi Eterna Primavera el otoño no llega, apenas un poquito de viento, una hojas caídas, yo para sentirlo decoro mi casa con esos colores cálidos, on bellotas y muñequitas de trapo, caen muchas hojitas diminutas que no dejo que el jardinero barra...
Quiza por ello no se me acerca la melancolía.
Un beso bonita!
Precioso poema, un abrazo.
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