Asumiendo mil aristas
-leves, etéreas, majestuosas-
la fantasía se plasma con soltura
en el mundo de los soñares,
cuando quien se lanza a soñar
logra conservar indemnes,
sus alas más sustanciales.
Los que en cambio
han perdido
de sus sueños potenciales
la magia -que no es perenne-
no consiguen, -pese a tratar-
invocar en sus ilusiones
trascendente ensueño alguno
y en cambio, sólo ven figuras
de lo que pueden tocar.
10 comentarios:
El apego a lo real, a la realidad que nos abruma y de la que no somos capaces de salir nada más que con la fantasia.
Muy lindo, Monica
perder los sueños es perder la vida.
Besos.
Es imprescindible volar y soñar siempre.
Recién leí un cuento sobre los que aman fanstasmas y me pareció que no había que amar fantasmas. Pero leyendo tu poema, ahora pienso que sin fantasía tampoco se puede amar.
Besos.
Los sueños y las fantasias, son como una fuente de vida, de ilusión....quimeras a veces alcanzables y que estimulan anhelos y esperanzas...es tambien estar vivo.
Soñar despiertos pero sin perder ni la magia ni el norte. Listos para conquistar la utopía.
Salud y República
Muchas veces he pensado que el mundo avanza gracias a la capacidad de soñar, gracias a la utopía, a la ilusión por otro mundo mejor. El pragmatismo, de alguna manera, está reñido con el progreso humano y con el triunfo de las ideas.
Un abrazo.
Hola, ola de mar...
Menudo poema Neo. Creo que dice más cosas que las que alcanzo a ver ahora.
Cuando perdemos la fantasía perdemos la parte más viva y creativa de nostros, una parte de nuestra esencia, que nos torna grises y tristemente lánguidos y apáticos.
Sin embargo, queines fantaseamos en exceso, nos perdemos lo que podemos tocar.
Supongo que en algún lugar se encontrará ese famoso Equilibrio.
Un beso, del Aire
Mira este artista chino, a ver qué te parece...
http://web1.taringa.net/posts/arte/10303171/Guangjian-Huang---otro-artista-chino-_-parte1-_.html
Besito, Mónica.
Desearía poder tocar los sueños, mis sueños para que dejasen de serlo y dejar de soñarlos porque los sueños pueden llegar a ser una tortura.
Un besote.
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