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miércoles, 21 de abril de 2010

DESEMPOLVANDO




De vez en cuando es salud

un buen cepillado de rincones

de lo que llamamos “pasado”

en nuestras vidas interiores


No digo que sea virtud

andar tirando todo lo que allí

alguna vez acumulamos

recordando viejos amores


pero aún en la juventud

los viejos trastos de soledad

se colman de lágrimas secas,

como de telarañas y rencores.



19 comentarios:

RGAlmazán dijo...

Pues sí, hay que limpiar todos los rincones de inquina que nos haya quedado, pero salvando los que son parte fundamental de nuestra intrahistoria, aunque sean dolorosos.
Besos.

Salud y República

➔ Sill Scaroni dijo...

El pasado no fue porque siempre está ...

Muy linda tu poesía.

Un abrazo.
Sill

Anónimo dijo...

Trato de practicarlo, pero confieso que muchas veces me cuesta dejar la mochila y descansar. Con tanta limpieza al cabo de un tiempo quizás me libere de todo lo que no me sirve, pero hasta para eso hay practicar el desapego y es tarea difícil.

Ays!!! Neo me haces reflexionar mucho, mis neuronas ya están en corto circuito.

Muchos besos.

César dijo...

Quizá lo mejor sea dejar los rincones como están. Quién sabe si en alguna ocasión necesitaremos echar mano de alguno de esos recuerdos desechados.

Marisol Cragg de Mark dijo...

Me gusta cuando escribes sobre un buen cepillado de rincones. Pues, hay que hacerlo para dejar brillar nuestro interior.
Te dejo muchos saludos berlineses querida Neo-Mónica.

sara dijo...

Desenpolvar, liberarse...precioso Neo, como siempre!!

besos y abrazos de tu niña gallega

sara

Noelia dijo...

yo creo que muchas veces el tiempo y el mirar las cosas con perspectiva, se encargan de hacer eso por nosotros, otras veces nos toca hacerlo a nosotros mismo, y no siempre esas limpiezas son agradables, pero si saludables

besitos moni!

Lala dijo...

Te doy toda la razón porque la tienes!
Hacer limpieza de vez en cuando para sanear cuerpo y alma.
Y no se trata de arrasar, sino como dices, quitar telarañas y polvo sobrante.

Oye, me han entrado ganas de limpiar!
Y eso que la astenia se me ha subido a la chepa, jajaja!


Un besote


Lala

MAMUCHA SILVIA dijo...

creo que los recuerdos , tristes, esos que nos dejaron sin sabores, hay que archivarlos, yo prefiero no sacaros, claro qeu de tanto en tanto y ante situaciones salen ¡¡
besote moni, lindo dia¡¡

Javier D dijo...

Hola, Mónica,
joo.. con lo vaguito que soy, y lo mucho que ya me cuesta limpiar por fuera.. ¿también hay que hacerlo por dentro?.. bué, vale, pasaremos la mopa, che.. menos mal que soy de los que guardan pocos cacharros en el trastero.. (eso me va a salvar.. ejejj).. me cuesta mucho más, "sanear" el presente.

Besotes, Mónica

mariajesusparadela dijo...

Desempolvar y tirar lo que ha caducado. Para crecer, sí.

Alhena dijo...

Tienes razón, debemos hacer limpieza y ventilar de vez en cuando,que corra el aire.

ABRAZOS.

Cecy dijo...

Yo lo hago, pero siempre se me escapa algun mal recuerdo mal entrañado.

Asi que es como ir reciclando tambien.

Besotes.

Un par de neuronas... dijo...

Pues, de tanto en tanto, todavía encuentro resto polvorientos y mira que tiro trastos... Un compañero dice que le cuesta limpiar más el presente y le doy la razón, duele más el día a día que aquello que ya se fue; aunque no hay forma, en algunos casos, que se vaya del todo, así que: Hala, a por los trapos del polvo que hay trabajo!!

Besitos.

Pepi dijo...

Totalmente de acuerdo, es muy bueno eso de ir desempolvando cosas pasadas, claro que se tiran las que no nos sirven y dejamos sólo las que al recordarlas no dejan una sonrisa en los labios. Besitos.

Mariela Torres dijo...

Claro que sí, hay que sacar lo viejo para que pueda entrar lo nuevo.

Besos.

Miguel Vivas dijo...

Has leído mi blog eh?? jejeje... Precioso resumen para mi texto. Los resquicio más insospechados se nos amontonan en los recovecos del alma hasta llegar inconscientemente a saturarnos el presente. Es más que importante ese lavado de cara, besos y mordiscos.

Sinuhe dijo...

Más que cepillado yo diría desinfectado, jejeje


Besos

Anónimo dijo...

Es claro que soltar el lastre de la mochila, nos alivia el resto del camino.
Gran parte de esa labor de limpieza y desinfección ya la realiza nuestra memoria eliminando los recuerdos más antiguos y de menor significación en nuestra vida.
Un abrazo.

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