ELEMENTAL

Yo

Soy yo

Y lo demás

Y los que han sido

Antes de mi

Y me han marcado.

Yo

Soy hoy

Y mi pasado

Y seré -sobre todo

a través de mí-

lo que haya soñado.

ESTE JUEVES, TERRORISMO EN 100 (palabras)

Solo el odio puede pretender justificar la violencia como método de reivindicación o de cambio. Nadie en su sano juicio puede creer que el terrorismo sea útil como instrumento político para hacer valer derechos y voluntades. No sirve nada más que para destruir y aplastar a los que entiende “del otro lado”. Independientemente de la explicación que se intente, cuando esta lacra se impone, el miedo y la extorsión juegan en batalla permanente aplastando la ley y la razón. De todas sus modalidades, quizás la más injustificable y artera es la que aplica un Estado totalitario contra su propia gente.

Más alegatos jueveros, en lo de María José

AGRESIONES COTIDIANAS - Apenas una descarga emotiva

Lamentablemente, en esta sociedad, la agresión cotidiana resulta ser un arma de supervivencia.

Nos hemos acostumbrado a hacer valer nuestro parecer a fuerza de gritos, insultos y prepotencia. En todos los niveles lo vemos a diario. El simple hecho de transitar por la calle implica estar siempre exaltados, atentos a las malas maniobras de los conductores, al descuido de los peatones, a los bocinazos, al apuro permanente, al incumplimiento de las normas de tránsito y de convivencia urbana.

Hemos llegado al punto de tener que imponernos por sobre la agresión ajena para no ser ignorados en nuestros propios derechos: si no protestás, te pasan por arriba, y aún si lo hacés no existe garantía de que te respeten. Nos hemos dejado envolver por un sistema perverso de agresiones mutuas que se retroalimenta en forma permanente, disolviendo cada vez más el poco sentido de urbanidad que nos queda.

Nos limitamos a criticar al de al lado, al de afuera, al de arriba, y mientras tanto nos olvidamos de analizar nuestra propia conducta desde una visión de sana convivencia.

Todos nos quejamos de los abusos a los que somos sometidos. Todos nos indignamos cuando pretenden manipularnos. Todos nos quejamos cuando nos mienten, cuando pisotean nuestros derechos, cuando vemos que la indignidad de quienes nos representan llega al colmo de la impunidad. Todo influye. Todo suma. Todo se transforma en una mezcolanza de violencia latente que nada tiene que ver con el concepto original de vivir en sociedad (facilitar la comunicación, el intercambio, generar un sistema ordenado de convivencia…) el contrato social de respeto entre las partes se pulveriza, transformándose en un desesperado “sálvese quien pueda”. Pero ¿qué hacemos para dejar ese círculo vicioso? ¿qué hacemos para transformar de raíz esa incontinencia social que nos agrede y espanta? 

Para escapar de esa espiral de violencia que nos hunde cada vez más, sólo nos preocupamos por guarecernos entre cuatro paredes buscando en vano alguna protección, que por lógica consecuencia, nos separa y divide cada vez más. Y mientras los de a pie levantamos muros, los de arriba se construyen pedestales para remarcar las diferencias y aumentar su impunidad.

SOMBRAS DE LA MEMORIA

Las fotos de antes eran gestos,

breves instantes capturados y eternizados

para la historia.

Sobre papel, en sepia o en blanco y negro,

aquellos rostros, expectantes y solemnes

reposan en silencio su inmortalidad

como leves sombras

de la memoria.

Las mejores galas,

desde escenarios montados para la ocasión

o enmarcando escenas trascendentes,

las viejas fotos nos abren ventanas

de emoción proyectada

con parsimonia.

Aguardando ser re interpretado,

lo que fue, preserva indemne su teatralidad

…y hasta quizás su gloria.

Nota: las imágenes fueron tomadas de la red.

ESTE JUEVES, RENUNCIA EN 20 (palabras)

     

(imágenes: Francisco Goya, serie Caprichos)

Renuncio. 

Aquí y ahora. 

A ser parte de una mayoría silenciosa, complaciente y egoísta que sólo reacciona cuando le afecta.

Más renuncias jueveras, en lo de Juliano el Apóstata.

TOLERANCIA ANGÉLICA

¿Se cansarán los ángeles?

¿Se desgastará su entusiasmo

por mantener nuestro brío?

¿Se ajarán por el desgaste

sus alas áureas de vuelos

y perderán sus aureolas

el brillo puro de un cirio?

¿Se hartarán de nosotros,

de ampararnos y guiarnos

a través de la espesura

de los caminos que -en torpeza-

con infortunio construimos?

¿Se sentirán agotados,

inútiles y confundidos?

¿Sentirán que sus gestos

sus consignas y consejos

no llegan a nuestro oído?

¿Comprenderán

nuestras quejas?

¿Será tanta su paciencia

que a aunque sobren

contradicciones,

nos tolerarán las flaquezas?

¿Se sentirán estafados,

burlados o abandonados

por esta estirpe de seres

que nada entienden de ángeles

y en cambio sí, de vilezas? 

ESTE JUEVES, UN RELATO: MENSAJE EN UNA BOTELLA

Y es que siempre he tenido esa sensación. Ese casi imperceptible hormigueo en la boca del estómago que cobra vida en el momento mismo de lanzar la botella.

Después viene la distensión momentánea, la satisfacción interior de haber conseguido atrapar con palabras lo que antes  fuera apenas una nube.

Más tarde la cosa se diluye en medio de la inmediatez de las rutinas cotidianas. Quizás dos o tres veces a lo largo del día me veo tentada de echar una mirada para ver qué tal, si alguien pasó…pero nada más. No ya aquella impaciencia infantil de las primeras épocas donde la sorpresa por cualquier señal de proximidad provocaba una indescriptible emoción muy parecida a la alegría.

Lo que no ha cambiado es la satisfacción sincera por haberlo logrado, por haber conseguido cerrar el ciclo de mensaje echado-mensaje leído- reflexiones generadas.

Y es que andar publicando en un blog en mucho se parece a eso de enviar mensajes esperanzados dentro de una botella, lanzándolos a un mar inabarcable surcado por millones de navíos y poblado de infinitas islas. Uno va así intentando comunicarse a través de pequeños papelitos con mensajes cifrados, aguardando ser dilucidados por otro alguien que a su vez espera ser interpretado.

Y si se da, si de veras se consigue completar el ida y vuelta -el vínculo real que generan esas botellas intercambiadas en un mar de cercanías- uno se siente bien: acompañado y comprendido en esto, que podría ser nada si se obviaran las respuestas… si  los mensajes envasados en virtuales botellas jamás regresaran con sus reflejadas propuestas.

Más mensajes embotellados, en lo de Encarni

OTRA RE EDICIÓN...y van....

SIESTA

Casas patios y ladrillos

echados en la misma sombra…

sobre el musgo somnoliento

reina nuevo, el sol que estalla.

Calles piedras y polvillo

brillando como oro de estampa.

Nacen sueños, y el vestigio,

de un viejo amor se desangra.

Nardos  fresias y tomillo

perfuman el aire que pasa

mientras, clara en su destino

surca el cielo una esperanza.

MONEDA CORRIENTE

Complejo y cambiante es el ser humano,

tanto en lo efímero como en lo trascendente.

Vamos rotando en nuestro interior

a la par que contraponemos

lo que decimos

con lo que hacemos.

Son pocos y destacados

los que en verdad

pueden presumir de

coherentes…

¿Será algo tan inusual

que ya, ni pensar

que pueda ser

moneda corriente?

ESTE JUEVES, Periódico de Provincias

A veces la realidad supera la ficción, y para este jueves, la ficción se me presentó muy esquiva y nada inspirada, por lo que me limito a transcribir un artículo real de un periódico regional que encontré en la red.

Se trata de una nota local publicada en Sumario en Red, diario digital de Alta Gracia, Córdoba, Argentina, donde sorprende la actitud poco usual de un ex intendente que, al finalizar su mandato decide, lejos de buscar prolongar su vida política como legislador o funcionario, dedicarse al comercio minorista en su propia ciudad, sin pudores por exhibirse con delantal detrás del mostrador de su pequeño local de exquisiteces.

Lo que debería ser natural y cotidiano, resulta, por lo inusual, sorprendente y digno de destacarse.

viernes, 08 de marzo de 2013  Mario Bonfigli: “No hay que vivir siempre de la función pública” Alejado de los despachos oficiales, atiende un pequeño negocio familiar en avenida del Libertador. Corta el queso, habla con la gente y publicita algunas exquisiteces. Al parecer su carisma está intacto. (Alta Gracia, de nuestra redacción) La que sigue es una historia peculiar, la de una persona que comandó los destinos de la ciudad durante ocho años y que un día tuvo que dejar el sillón. Y que cuando lo abandonó -más por imposibilidades formales que por carestía de adhesiones- no se “conchabó” en la función pública, sino que inició una serie de actividades de perfil bajo y cercanas al cotidiano de la gente. “No hay que vivir para siempre de la función pública” dice Mario Bonfigli y corta una bondiola selecta, no apta para cardíacos. El dos veces Intendente de la ciudad sorprende a propios y extraños al frente de una espaciosa despensa en la avenida Del Libertador. Un dato: abrió el viernes 1, el mismo día que el intendente Saieg inauguraba las sesiones ordinarias del Concejo. Otro: dice estar alejado del comité radical y de la política en particular, pero saluda a todo el que pasa cerca, y lejos también. Un político en toda su expresión, aún pesando maníes o cobrando un producto a “cinco pesos los cien gramos”. ¿Qué hace, Mario? Sorprende verlo al frente de una despensa… Es una idea familiar que surgió hace unos dos meses. En realidad íbamos a poner un negocio de artículos de limpieza en la zona del Alto… ¿Cerca de donde alquilaba? Sí, en la Mansilla, pero el alquiler era muy caro y luego surgió esta posibilidad de vender fiambres, cosas ricas. Soy adepto a los fiambres, pero como consumidor. Ahora los vendo. Más Noticias regionales, aquí, en lo de Gustavo

UNA BREVE RE EDICIÓN

OBVIEDAD

Recomponiendo

una a una

las piezas de mi pasado

cae en bloque

la convicción

de que el hoy

es hoy

porque el ayer

así lo dispuso.