ESTE JUEVES, Periódico de Provincias

A veces la realidad supera la ficción, y para este jueves, la ficción se me presentó muy esquiva y nada inspirada, por lo que me limito a transcribir un artículo real de un periódico regional que encontré en la red.

Se trata de una nota local publicada en Sumario en Red, diario digital de Alta Gracia, Córdoba, Argentina, donde sorprende la actitud poco usual de un ex intendente que, al finalizar su mandato decide, lejos de buscar prolongar su vida política como legislador o funcionario, dedicarse al comercio minorista en su propia ciudad, sin pudores por exhibirse con delantal detrás del mostrador de su pequeño local de exquisiteces.

Lo que debería ser natural y cotidiano, resulta, por lo inusual, sorprendente y digno de destacarse.

viernes, 08 de marzo de 2013  Mario Bonfigli: “No hay que vivir siempre de la función pública” Alejado de los despachos oficiales, atiende un pequeño negocio familiar en avenida del Libertador. Corta el queso, habla con la gente y publicita algunas exquisiteces. Al parecer su carisma está intacto. (Alta Gracia, de nuestra redacción) La que sigue es una historia peculiar, la de una persona que comandó los destinos de la ciudad durante ocho años y que un día tuvo que dejar el sillón. Y que cuando lo abandonó -más por imposibilidades formales que por carestía de adhesiones- no se “conchabó” en la función pública, sino que inició una serie de actividades de perfil bajo y cercanas al cotidiano de la gente. “No hay que vivir para siempre de la función pública” dice Mario Bonfigli y corta una bondiola selecta, no apta para cardíacos. El dos veces Intendente de la ciudad sorprende a propios y extraños al frente de una espaciosa despensa en la avenida Del Libertador. Un dato: abrió el viernes 1, el mismo día que el intendente Saieg inauguraba las sesiones ordinarias del Concejo. Otro: dice estar alejado del comité radical y de la política en particular, pero saluda a todo el que pasa cerca, y lejos también. Un político en toda su expresión, aún pesando maníes o cobrando un producto a “cinco pesos los cien gramos”. ¿Qué hace, Mario? Sorprende verlo al frente de una despensa… Es una idea familiar que surgió hace unos dos meses. En realidad íbamos a poner un negocio de artículos de limpieza en la zona del Alto… ¿Cerca de donde alquilaba? Sí, en la Mansilla, pero el alquiler era muy caro y luego surgió esta posibilidad de vender fiambres, cosas ricas. Soy adepto a los fiambres, pero como consumidor. Ahora los vendo. Más Noticias regionales, aquí, en lo de Gustavo