miércoles, 30 de agosto de 2023

CADA JUEVES, UN RELATO: EL VIEJO MOLINO

 Me sumo con un texto algo más extenso de lo sugerido, a la propuesta que esta semana nos deja Myriam desde su blog. Dar clic aquí para leer todos los relatos.




Inteligencia Artificial NightCafeStudio y posterior edición, 

"El viejo Molino" por  Ildefonso Robledo del blog "Portafolio de Fotografías" 


 

EL VIEJO MOLINO

Nadie recordaba cuándo y cómo había sido construido. Lo cierto es que para todos los lugareños, desde siempre, el viejo molino había estado allí, a la vera del caudaloso arroyo a la entrada del pueblo, como hito indiscutido de toda la comarca.

Tanto la vieja estructura de su edificación como los pilares del puente aledaño resistieron sin mayores problemas las tormentas y las crecidas que en épocas de deshielo solían afectar a los caseríos más expuestos, por lo que su solidez resultaba ser tema de conversación y parámetro para propios y extraños.

Con el tiempo, la gente del pueblo fue agregando actividades a su función básica de molienda y riego, por lo que la vieja construcción se fue transformando en un activo centro de encuentro y refugio para vecinos y viajeros. El viejo molino pasó a ser entonces el indiscutido corazón de la aldea sin necesidad de ceremonias fundacionales o placas consagratorias.

Un mal día, de esos que marcan la historia de los sitios y la gente, llegó desde lejos el emisario de quien se adjudicaba la propiedad del molino y su territorio circundante. Los ajados documentos que mostró parecían ser legítimos y nadie encontró manera de desdecirlos.

El nuevo dueño pensaba llevar a cabo un proyecto que implicaba tirar abajo la vieja construcción, sin miramientos hacia lo que podían significar para quienes vivían a su alrededor. Así fue que de inmediato el enviado del rico citadino convocó a los trabajadores del lugar para ser parte de las tareas de demolición. Si bien la oferta resultaba tentadora, la idea de ser parte de aquella afrenta les resultaba indigna, por lo que nadie del pueblo aceptó ser contratado.

Ante la negativa de los lugareños, llegaron desde lejos cuadrillas de obreros dispuestos a tirar abajo la vieja construcción, comandados por un despiadado capataz engreído y malhumorado. Todo el plantel decidió pernoctar en el interior del molino aquella primera noche, justo cuando una fuerte tormenta de nieve y viento se desató sobre la región.

Al parecer los rayos, los chirridos propios del desgastado mecanismo de molienda y la loca imaginación de aquel grupo de supersticiosos desencadenaron la que resultó ser una terrorífica noche de espanto, provocando que a la mañana siguiente ninguno de los obreros estuviera dispuesto a quedarse.

La ira del despreciable capataz se manifestó sobre ellos con palabras de burla y resentimiento, buscando en el alcohol un turbio consuelo. La segunda noche, mientras aquel hombre agrio dormía su borrachera junto a las aspas de la adormilada rueda, algo inesperado surgió de entre las sombras haciendo que el desafortunado caporal cayera sobresaltado entre los engranajes de molienda que, inexplicablemente, comenzaron a funcionar sin que nadie los accionara.

A partir de allí la leyenda macabra que surgió sobre el viejo molino determinó que nadie volviera a intentar demolerlo, protegiendo su legado para un pueblo orgulloso de serle leal.


domingo, 27 de agosto de 2023

AUTOPISTA - CIERRE DE CONVOCATORIA JUEVERA

 


Dando gracias a todo@s l@s bloguer@s que decidieron sumarse y celebrando que la propuesta haya sido bien recibida, doy, con esta entrada, por culminado el evento de esta semana, dando -además- formalmente el pase de la conducción a nuestra amiga Myriam, quien tendrá a su cargo la organización del próximo Encuentro Juevero. Tengan tod@s una muy linda semana!

jueves, 24 de agosto de 2023

CADA JUEVES, UN RELATO - AUTOPISTA (Mi aporte)

 (para leer todos los relatos participantes, pasar por el post anterior)

 


Ininterrumpida sucesión de bólidos surcando hacia los confines de la inapelable autopista. Como truenos, en veloz marcha sucesiva cada quien se apresura a superar a su semejante como si en ello se le fuera la vida. En medio de aquella incontinente carrera de anónimos, un hombre se aparta de la traza y baja -cauteloso- de su vehículo. Ninguna razón aparente le ha hecho abandonar el trance en el que se encontraba. Simplemente, de improviso ha percibido que todo aquel apuro -que minutos antes no cuestionaba- ha dejado de tener sentido.

Aturdido por las incesantes ráfagas provocadas por los vehículos al cortar el aire a exacerbada velocidad, se descubre apesadumbrado y desprotegido. Apenas un punto dentro de una maraña incontrolable de  extraños apremiados por llegar a cualquier destino. Comprueba que su justificación para ser parte de aquel caos se disuelve apenas reconsiderar su objetivo inmediato: no resulta imperiosa su llegada hacia donde se dirige. No hay nada tan urgente que lo reclame al final de la autopista y por lo tanto decide permitirse un recreo, una pausa silente alejada de aquella hueste que lo expele y le reclama cuestionarse su razón y naturaleza.

Se aleja unos pasos y se recuesta sobre unas rocas. Enciende con calma un cigarrillo y se deja maravillar por el paisaje que lo envuelve todo más allá del asfalto caliente. El tiempo parece transitar a un ritmo más amigable y le invita a disfrutar del atardecer increíblemente prístino. Lo paladea como un niño.

Justo en el momento en el que nace la noche, ya más sosegado, decide retomar su recorrido hacia el sitio que le espera. Se sube a su auto dispuesto a reingresar a la autopista, pero no lo consigue. Algo sumamente extraño ha sucedido con ella: las luces de los faros parecen haber adquirido la continuidad de un solo trazo y los bólidos ahora se muestran como una sólida cinta ininterrumpida que se ha consolidado como barrera: un macizo muro impenetrable del que –comprende- ha quedado definitivamente fuera.

Por lo impensado de la situación camina alrededor de su auto desorientado y perplejo. Decide agitar los brazos reclamando ayuda, buscando alguien que se digne a socorrerlo. Nadie lo advierte pese a estar sobre la banquina y tener todas las luces encendidas. Siente como si ya no existiera.

Concluye que -por algo parecido al resentimiento- la autopista misma ha decidido expulsarlo de su realidad y de ahora en más, él y su auto pasarían a ser –apenas- dos piedras más dentro del paisaje.

miércoles, 23 de agosto de 2023

sábado, 19 de agosto de 2023

CONVOCATORIA JUEVERA PARA LA PRÓXIMA SEMANA

 

Hola a tod@s!

Antes que nada, me disculpo por no haber podido sumarme al encuentro juevero de la semana que culmina. Razones personales me imposibilitaron tanto escribir como leer los relatos participantes de la propuesta de nuestra amiga Mag. Por suerte, llego a tiempo para conducir la próxima convocatoria que me corresponde anfitrionar.

La idea sobre la que les propongo escribir es bastante simple y muchas veces ha sido explorada tanto en narraciones como en películas, pero igualmente creo que puede dar cabida a muy diferentes historias de diversos estilos y matices. Así que ya mismo les dejo el tema y l@s invito a volar con la imaginación.



L@s espero!

P.D

aprovecho para decirles que aún quedan libres algunas fechas para anfitrionar futuros Encuentros Jueveros, para lo que espero sus generosos ofrecimientos. Gracias!

miércoles, 9 de agosto de 2023

CADA JUEVES, UN RELATO: ARGUMENTOS CON ALGO DE REALIDAD

 Sumándome a la consigna del amigo Demiurgo, opto por la opción 2 de su selección de temas y aporto el siguiente relato:



INESPERADO HAZ DE LUZ

El hombre oscuro espera en la estación sin mirar ni sentir las personas que se apresuran a transitar sus propias urgencias. Aguarda sin interés ni apuro, apartado de lo que le rodea.

 Jamás se sintió parte de nada más allá de la espesa sombra que todo lo envuelve dentro de sí. No supo de esperanzas ni de amores. Simplemente soledad. Perpetua negrura que todo lo apaga y desluce desde su rincón de incomprensiones y temores.

Se niega a existir. Ya lo ha resuelto. Lo afirma en silencio el arma que lleva cargada en el bolsillo dispuesta a sellar el fin cuando él lo disponga, sin más trámite pendiente que la definición del paisaje que lo enmarque. Ha pensado que ese detalle de la trama de su existencia deberá decidirlo la suerte: abordará un tren al azar, sin que ninguna causa lo impulse, aguardará el tiempo necesario hasta que la nada misma surja ante su sombra y lo induzca a bajar en la estación que se presente  como escape. Después caminará a tientas hacia el mar, el campo, un parque sombrío o hacia donde la suerte lo lleve y sin mediar reflexión, a solas con su desconsuelo accionará el gatillo para acabar con lo que le ahoga.

Emprende el trayecto tal como lo ha decidido. De repente, un destello. Un inesperado haz de luz ciega por un instante sus pupilas, sacándolo de su perpetua auto-contemplación. Por la magia del reflejo, el hombre oscuro se pierde ahora en los colores vibrantes del ropaje de una artista itinerante que sube en la última parada.

Al son de una tímida guitarra la voz de la cantante suena en medio de la apatía de los pocos pasajeros que quedan en el vagón. Su endulzada cadencia atraviesa el silencio de inmediato. Se posa en cada hombro como si fuese una paloma buscando hacerse un nido. La melodía reclama la atención de todos los presentes y a cambio deposita en sus rostros una sonrisa nacida de los más íntimos recuerdos que cada quien llevaba escondido. Fragancias, evocaciones, inocencias, dulces pudores, rastros de viejas felicidades olvidadas salen a la luz con cada nota.

Todos los corazones, incluso el de hombre en sombras, vibran reconfortados junto al último son que regala la muchacha mientras aguarda unas monedas. Inexplicablemente, el haz de luz que lo sacara de su inercia, queda ahora prendido en sus ojos antes desolados. Da la impresión que ha logrado hacerse allí un refugio.

Tal vez sus planes de precipitarse hacia el final hayan sido postergados.


jueves, 3 de agosto de 2023

CADA JUEVES, UN RELATO: BAILANDO - SEGUNDO APORTE

 Y quise dejar un segundo texto también antes publicado. Para leer todos los textos jueveros de esta semana, dar clic aquí




DANZA DE TROMPOS

 

En una danza

de trompos infinita

los astros giran

en torno a otros

en su constancia

y precisión

de reglas inauditas

que se repiten

en igualdad

ajustada a mil escalas.

 

Sincronizando

lo grande

 y lo pequeño

en ritmo, impulso

y frágil armonía

girando a causa

de ese designio

de algo que no vemos,

late el misterio

de mundos sostenidos.

 

En juego grácil

de esferas

circunvalantes

y de los opuestos

tendiendo al equilibrio,

la vida pulsa

su enigma de nacer

y de morir

al ritmo

que ellos laten.

 

Frente a lo eterno

y a lo insondable

que se replica

con copia fiel

en lo minúsculo,

nuestra razón

intenta ser

lo máximo creado

dando lección

de aquello que intuimos.

 

Aunque en verdad

si con sincera

sensatez analizamos,

por vanidad

tan solo destacamos…

y ante secretos

que apenas hoy rozamos

a la deriva, elaborando

teorías improbables

vamos sintiendo

que somos casi nada.


CADA JUEVES, UN RELATO: BAILANDO

 Nuevamente estoy pasando por una etapa de sequía inspiracional juevera, por lo que recurro a un texto ya publicado para sumarme a la convocatoria juevera de esta semana que nos hace Inma desde su blog. Den clic aquí para leer todos los relatos.




DANZA NIÑA

Bailemos. Tú, con tu inocencia

y yo, con mis zapatos de tacos.

Dancemos. Hermanados los dos

con el cándido ritmo, sostenido

de la vida señalándonos el paso.

Bailemos. Tú, con tus sonrisas

y yo, desde mi bronce sin tacto.

Dancemos. Empoderados los dos

por tu ocurrencia niña, devenida

en este juego dulce y sin pactos.