Y quise dejar un segundo texto también antes publicado. Para leer todos los textos jueveros de esta semana, dar clic aquí
DANZA DE TROMPOS
En una danza
de trompos infinita
los astros giran
en torno a otros
en su constancia
y precisión
de reglas inauditas
que se repiten
en igualdad
ajustada a mil escalas.
Sincronizando
lo grande
y lo pequeño
en ritmo, impulso
y frágil armonía
girando a causa
de ese designio
de algo que no vemos,
late el misterio
de mundos sostenidos.
En juego grácil
de esferas
circunvalantes
y de los opuestos
tendiendo al equilibrio,
la vida pulsa
su enigma de nacer
y de morir
al ritmo
que ellos laten.
Frente a lo eterno
y a lo insondable
que se replica
con copia fiel
en lo minúsculo,
nuestra razón
intenta ser
lo máximo creado
dando lección
de aquello que intuimos.
Aunque en verdad
si con sincera
sensatez analizamos,
por vanidad
tan solo destacamos…
y ante secretos
que apenas hoy rozamos
a la deriva, elaborando
teorías improbables
vamos sintiendo
que somos casi nada.
Muy buen poema, porque ese cada uno se sincroniza con el otro. Muy bella danza
ResponderEliminarUn abrazo fuerte
En la armonía planetaria veo una danza sincronizadas y perfecta. Agradezco tu atenta lectura. Un abrazo fuerte, amiga
ResponderEliminarSomos trompos también, a escala nanotecnológica, acaso. No sé ahora, pero cuando yo era niño existía el juguete trompo y en algunos metálicos se apretaba una palanca vertical como un jee y activaba el baile. Fascinante. Sigamos el baile del azar, Neo, hasta que se nos acabe la cuerda.
ResponderEliminarExisten aún esos trompos, Fackel, afortunadamente! Muchas gracias por leer, esta semana está muy despoblado el mundo bloguero!
EliminarComo que aún existe?
Eliminarte has descubierto... Monica tiene una máquina del tiempo. A ver si haces que refresque un poco por aquí.
Besosss
Cuando me pongo a pensar cómo funciona el universo, la exactitud, los movimientos...siento un mareo irrefrenable y me pierdo. Y mira tú como con un poema has construido una danza dentro del caos. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarCreo que esa danza es pura armonía y sincronización. Pero se escapa a nuestra mente su inmensidad. Otra abrazo
Eliminaral menos tenemos conciencia de qué somos y lo que nos rodea, Pequeños dioses en un sistema que puede que si puede que no seamos únicos pero que disfrutamos Un abrazo
ResponderEliminarEl hecho de comprobar nuestra verdadera dimensión debería hacernos bajar el copete. Gracias por leer Rodolfo. Un abrazo
Eliminarestamos en una escala intermedia en que no vemos ni lo atómico, ni lo astronómico, que básicamente es lo mismo. Ya lo dijo alguien: el tamaño no importa".
ResponderEliminarTodavía no he visto en la tele que el cambio climatico afecta a la sequedad del campo de las ideas de los blogueros. Aquí un brut nature extra.
besoss, monica ( intentaré no faltar a las proximas)
Me alegra y te tomo la palabra jeje. Un abrazo y muchas gracias por acompañarnos
EliminarEl universo BAILA.... todo danza sin cansarse.
ResponderEliminarLo grande y lo chiquillo.
no podemos frenar.
Me gusta esa reflexión. Gracias por leer José. Un abrazo
EliminarUna danza eterna e inmensa la del cosmos! Y de una belleza y misterio indiscutible! Precioso tu poema describiendola! Un abrazote!
ResponderEliminarMe alegra que te gustara. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarLamento decirte que en cuestión de poemas me siento incapaz de opinar, así que agradezco tu crítica de corazón, pero no voy a poner mi valoración sobre algo que no sé apreciar
ResponderEliminarHaga usted como guste, señor. Nada lo obliga más allá de su voluntad. Saludos!
ResponderEliminarReleía esto del poema reflexión:
ResponderEliminar...y ante secretos
que apenas hoy rozamos
a la deriva, elaborando
teorías improbables
vamos sintiendo
que somos casi nada.
Pienso en la importancia de deconstruir la ideología recibida, es decir la visión del mundo según quisieron otros que tomáramos de referencia, bastante dogmática, por cierto, y como método podremos desentrañar misterios, ver cierta claridad en los secretos y enunciar teorías que no por improbables o inciertas pueden arrojarnos luz. Y todo para concluir que somos casi nada, que no vamos a ninguna parte, pero que merece la pena saber un poco de ciertos porqués.
Concuerdo. Eso mismo intentaba transmitir. Buscar en la inmensidad en que estamos sumergidos, las normas que rigen el gran equilibrio cósmico para comprender ( o intentar comprender) nuestra propia razón de ser dentro de este gran todo. Valoro mucho está relectura, Fackel. Me siento muy bien acompañada. Un abrazo
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