Me sumo esta semana a la propuesta de Molí, desempolvando para esta ocasión un texto escrito hace algún tiempo. Para leer todos los relatos participantes del encuentro juevero, dar clic aquí.
CAMBIOS
Macerado por el tiempo, el
desengaño, la experiencia y el aprendizaje, uno va mutando en su forma y en su
contenido (aunque en sustancia y esencia siempre seamos los mismos). En pocas
cosas respondemos hoy igual que ayer, aunque con obstinación busquemos vernos
siempre igual frente al espejo.
Si bien es cierto que la
identidad se va forjando a medida que pasan los años y seguimos siendo -en
nuestro fuero más íntimo- los mismos que cuando éramos niños, debemos reconocer
que por estar vivos nos hallamos en constante transformación e intentar aceptar
esos cambios demuestra el estado de nuestra fortaleza interior, que no siempre crece
a la vez que decae la de nuestro exterior.
Aunque duela, aunque insistamos
con que no, que en nada hemos cambiado, que todo nos llega igual, que actuamos hoy
de la misma forma que ayer cuando éramos jóvenes y puros… no es cierto; no
puede serlo, porque la vida viene dejándonos huella, y lo que ayer quizás nos
lastimaba profundamente y sin filtro, en el presente no logra calarnos igual
que antes, cuando nuestra inocencia era mayor y nos encontrábamos a merced de
la tempestad de nuestros sentimientos.
Para bien o para mal uno va
construyéndose capas intentando aislarse de todo aquello que no puede
controlar, mientras siente que todo alrededor se descalabra, se vuelve
irreconocible, ajeno e inexplicable.
Es que a medida que transcurren los
calendarios cambia nuestro papel dentro del universo cotidiano en el que nos
movemos y las alas que nos alentaban terminan por caer por los hondazos. Si
bien tras las primeras pérdidas intentamos ser los cimientos de eso que antes
nos sostenía, luego de varios ciclos ininterrumpidos en los que las certezas
viran totalmente hacia lo inesperado, uno advierte que el destino dispone que
seamos roca en lugar de viento y con tristeza y sumisión, pese a no
quererlo, termina uno al fin por resignarse.
cada cuarenta días cambian la mayor parte de nuestras células que nos conforman somos insaciables anfibios terrestres que cambiamos de piel (interna) para seguir siendo ( más o menos ) los mismos.No para nada, lo que he escrito es contradictorio y absurdo.
ResponderEliminarsumamos experiencia crecemos en sabiduría hasta que llegue el momento del derrumbe total. Todo cambia, nada es...nos decía Heráclito, una gota de agua jamás pasa delante del mismo paisaje. Asumimos los cambios por que es nuestra esencia. Un abrazo Y Feliz Año Nuevo
Siempre sabías tus reflexiones Rodolfo. Un placer compartirlas. Un abrazo
EliminarTomamos el relevo, nos hacemos con el mando y todo vuelve a empezar, la vida nunca se detiene aunque tenga paradas dolorosas.Un abrazo grande
ResponderEliminarMuy aguda reflexión, Tracy. Comparto. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención.
EliminarRealmente cremos que somos los mismos, pero ni por asomo. Lo decía Neruda, y con razón. Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos. Para bien, eso seguro.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz salida de año.
Viéndolo desde ese punto de vista es así. A cada minuto cambiamos. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con detenimiento
EliminarUn texto muy reflexivo y certero, me ha gustado mucho. La vida es cambio, es inevitable y no querer asumirlo, absurdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aunque nos neguemos, hay que asumir el costo y el beneficio del paso del tiempo. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención Noelia
EliminarJeje de eso nunca estaremos seguros, Maricarmen. Somos apenas humanos! Muchas gracias por acompañarme en esta pequeña reflexión. Un abrazo
ResponderEliminarEs que no solo es cambiar con el tiempo y las circunstancias, tú has profundizado mucho más, los diferentes cambios en que no coinciden el externo y el interno. Se puede ser más sabio, conocer más,tener una cantidad enorme de experiencias sin embargo cuando nos miramos frente al espejo con todos esos años, fenómenos y aprendizajes no nos reconocemos; nuestra mirada hacia el interior nos da otro resultado.
ResponderEliminarY no sé, pero una de las tantas cosas que expresas me parece que es esa también.
Porque somos el niño, el adolescente, el joven, el adulto (o la) el que actúa al unísono.
Para mí has escrito una reflexión muy profunda y minuciosa de los cambios que experimentamos. Buenísima.
Un fuerte abrazo y si no te veo, felicidades.
Me alegra que te haya resultado válida y profunda está reflexión escrita hace algún tiempo. Muchas gracias Luz. Felicidades para este fin de año también para ti. Un abrazo
EliminarNos presentas unas reflexiones con las que estoy de acuerdo,
ResponderEliminarpues cada dia veo mas y mas como estos cambios
se van produciendo en mi vida y a veces me horrorizo
y otras veces incluso me alegro.
Cada frase/parrafo de tu aporte de esta semana podría sacar cientos
de comentarios en todas direcciones
Me quito el sombrero
Muy amable José. Todos vemos cómo el tiempo nos va cambiando y limitando en nuestra idealización de libertad y vuelo. Pero ganamos en experiencia y eso vale mucho. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarReflexivo y certero tu texto de hoy. Un ánalisis de la vida y sus constantes cambios. No aceptarlos es una gran problema. La vida es eso, transformación y aprendizaje.
ResponderEliminarMuy bueno, me ha gustado.
Un abrazo.
Transformación y aprendizaje. Excelente síntesis. Me alegra que te gustara. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención José.
EliminarMás o menos nos hemos apoyado las dos en los mismos argumentos, aunque tú con brillantez y yo más bien con ramplonería. Pero así es la vida.
ResponderEliminarFeliz año, guapa
Querida Tracy siempre es un placer comprobar que coincidimos en nuestros puntos de vista. Te agradezco enormemente tu constante cercanía y te deseo lo mejor para este año que ya culmina. Besos enormes y muchas gracias por tu optimismo. Es contagioso
EliminarNo puedo renunciar a lo que soy... en los caminos voy dejando huellas , que el tiempo y las lluvias no dejan de borrar.
ResponderEliminarCaminar sobre la misma huella, siempre te llevara al mismo lugar. Yo dejo que las lluvias las borren para volver a empezar.
Vivo y olvido.
Gustab
Toda una filosofía de vida, seguro. Que comiences muy bien el año, Gustab, muchas gracias por pasar y leer.
EliminarTkdo el texto es preciso y certero, pero creo que te has salido por la tangente. Bueno , je ido sl diccionario y wuizas tengas razon, pero yo entiendo el cambio como algo repentino (aunwue en el diccionario no lo pone), y tu nos hablas del viaje vital. Entonces si que nos cambia el cansancio, las hormonas y aun asi pieso que despues vienen, en este orden, las circunstancias y el aprendizaje.
ResponderEliminarBesosss Moni y te deseo para ti y los tuyos un inmenso
Mejor año
No tenía registrado ese condicionante sobre el cambio Gabiliante. De ahí que me haya ido "por la tangente" como dices! Muchas gracias por los buenos deseos que desde aquí te retribuyo!🥂
EliminarAlzo mi modesto vasito de letras con los mejores deseos para ti, Neo. Por el grato y saludable 2022. Luego, que cada cual se lo organice y luche por la vida.
ResponderEliminarAgradezco, valoro y retribuyo tus buenos deseos y tu brindis, Fackel! Sigamos luchando! 🌹✨🥂🤗
EliminarEn momentos pensaba, cómo es posible que me gustara esto o aquello o que hiciera algo así ... en el trayecto vamos cambiando y todo lo anterior nos convierte en lo que somos.
ResponderEliminarBuena reflexión, abrazo, Neo
Me alegra que coincidamos Mujer de Negro. Muchas gracias por pasar. Feliz 2022
EliminarPensamos que todo está igual, que somos los mismos pero lo cierto es que cambiamos por circunstancias de la vida o por otros motivos. Me encanta leerte.
ResponderEliminarUn abrazo Mónica y feliz año.
Muy amable Dakota, muchas gracias. Un abrazo
EliminarNo dejo de pensar que nos estropeamos, que cuando empiezan las dudas, los miedos, cuando dejamos de entregarnos porque nos harán daño, entonces nos estropeamos...
ResponderEliminarLo podemos llamar experiencia, lo podemos llamar aprendizaje, para mi es eso, estropearse....
Todo cambia y se transforma, el tiempo no pasa en vano, la vida y las experiencias tampoco, quedan briznas de lo que fuimos pero no somos las mismas. Muy buena reflexión, besos y feliz año.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara Moli. Muchas gracias. Un fuerte abrazo
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