Con este breve relato, me sumo a la propuesta juevera de esta semana, evento que conduce Inma desde su blog. Los invito a leer todos los textos participantes.
OJALÁ
Una bandada de pájaros cruza rauda
el cielo blanquecino de una mañana que se anuncia tórrida. Con pesada
displicencia la ve desde su balcón y piensa en lo grato que sería poder volar
como ellos. Inmediatamente después se pregunta cómo se organizarán entre las
aves, cómo se dispondrá la formación y cómo se decidirá quién guía. Si fuesen
personas -se anima a suponer- los vuelos no serían ni tan simples ni tan
organizados. Serían largos los debates previos para establecer quién comanda y
de seguro habría después de mucha pelea, al menos dos bandos enfrentados: uno
dispuesto a seguir al líder y otro -por supuesto- determinado a no seguirlo. Seguro
discutirían el orden de la formación, la apertura de la V en que se desplazarán,
la altitud y hasta el tono que debieran alcanzar los graznidos. ¡Somos tan complicados,
tan naturalmente cuestionadores! ¿Será algo propio de nuestra especie o quizás
aquí en el sur los veranos bochornosos harán que la gente desde el inicio de
año esté menos predispuesta al diálogo y a la tolerancia? Somos un rejunte
caprichoso de inmigrantes y criollos siempre dispuestos a opinar sobre todo,
con la indolencia de quienes se asumen expertos aún en asuntos de los que
apenas han oído hablar. ¡Ojalá fuésemos distintos! menos dramáticos e
impulsivos, más dialoguistas, menos individualistas y precipitados, más
respetuosos de lo que piensan y necesitan los otros. Si fuese así –se anima a aseverar-
nuestro
trayecto sería más sencillo y ordenado, como el de esos pájaros que
aprovechan el impulso sincronizado alivianando el esfuerzo de todos al conseguir
en forma solidaria que se logre el objetivo. ¡Ojalá cambiáramos! –piensa- y cae
en la cuenta de lo que supone la palabrita: “si Dios quisiera”, refiriéndose a que
todo es cuestión de la voluntad divina, más allá de nuestros humanos deseos. Con
irónica sonrisa agrega una última reflexión a sus recientes pensamientos y corrige:
más bien, “si quisiéramos nosotros”.
Ojalá supiéramos anteponer el bien común al interés propio, pero lo veo utópico
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz jueves
No quisiera perder la esperanza Albada. Un abrazo
EliminarQuizas debamos aprender un poco de ese tono conservador de las aves,
ResponderEliminarpues ellas siempre navegan de ese modo y les es eficiente.
Son felices al parecer. O mas bien, quizas simplemente aceptan que existen.
Obviamente no cambiaran de letra de navegación.
Como tampoco saldrán al espacio.
Hermoso reto el de este jueves que nos llama reflexionar
de esto y aquello, como siempre tus escritos
me hacen derivar por varios rincones
Abrazos
Buenas reflexiones José. Gracias por compartirlas. Un abrazo
EliminarParece que nos resulta muy difícil comprenderlo y aplicarlo. Muchas gracias Maricarmen. Un abrazo
ResponderEliminarEntendernos es el sueño de la humanidad, pero unos soñamos de noche y otros de dia, quien sabe si en algún eclipse nos encontraremos. Abrazos
ResponderEliminarPues yo estoy a favor de que haya discusión y debate, pero sobre todo tolerancia y alejarnos de las radicslizaciones y los extremos. Las aves y las hormigas son un rebaño y su comportamiento ordenado tiene el unico propósito prioritario de reproducirse y que la sociedad unida sobreviva.
ResponderEliminarNosotros creo que deberíamos intentar ser mejores individualmente, para tener una sociedad mejor pero sobre todo diversa. La uniformidad miedo.
Besosss Monica
De acuerdo Gabiliante, pero convengamos que el extremo de no poder emprender ninguna acción en equipo y coordinadamente nos quita mucho tiempo y eficacia. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarTodo en esta vida cuando se hace unido la resolución es mucho mejor, pero para ello debemos saber trabajar en equipo y ser respetuosos los unos con los otros aunque no haya entendimiento. Esas aves van sincronizadas y guidas por el líder, pero también el viento hace que ellas vuelen en conjunto ...es decir a veces hay que tener suerte de quien nos escucha nos entiende. Un besazo con todo cariño.
ResponderEliminarSiempre ayuda el viento a favor, o sea la suerte, por supuesto. Un abrazo Campi y muchas gracias por leer.
EliminarMe quedo con lo de perseverar y seguir discutiendo; somos muchos y muy diferentes y quizás en democracia no haya más camino que el de aprender a vivir pacíficamente con las diferencias. Luego está el tema de la ignorancia y la desinformación que, según mi experiencia, no es tanto responsabilidad de los que la padecen como de los que la fomentan por propio interés. Pero bueno, ese es otro tema. De todas maneras te entiendo muy bien, solo que para no caer en la impotencia,en lo político, más que alas, que sí, que están muy bien para reivindicar la libertad pero para el día a día, para poder perseverar, mejor es colocarse una piel de elefante.
ResponderEliminarUn abrazo y mucho ánimo, mi querida Mónica.
Muy interesantes tus consideraciones Esther. Muchas gracias
Eliminarjajaja mi querida Mónica me has hecho reír y a la vez reflexionar con tu bello escrito, tan perfecto y entretenido, siempre es un gusto leerte
ResponderEliminarSiempre es grato hacer brotar un pensamiento o una sonrisa a partir de alguno de nuestros escritos. Muchas gracias María. Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón, somos una especie que lo de ir juntos a una, en unión en grupo no se nos da bien.
ResponderEliminarUn relato precioso, un ojalá tan deseable...
Bss
Me gusto eso de "un Ojalá tan deseable"! Un abrazo Sylvia y muchas gracias
EliminarTu relato es una reflexión de en si, aunque yo, como dice el amigo Gabilante soy más de no someterme al dictado de una mayoría perfectamente organizada. Lo único es que el hecho de disentir no nos quite la facultad de reaccionar ante lo importante cuando es necesaria la unión. Muy bueno Mónica, gracias por participar, besos
ResponderEliminarMe alegra que coincidamos Moli. Fue un gusto poder participar. Un fuerte abrazo
EliminarEse es parte de nuestro error el dejarlo todo en manos del milagro, cuando el milagro está en nuestras propias manos.
ResponderEliminarUn abrazo Mónica.
Me gusta esa interpretación que haces en forma de síntesis. Muchas gracias por leer con atención. Un fuerte abrazo Tracy
EliminarCierto Mónica!! somos socialmente como adolescentes caprichosos! supongo y quiero creer que las sociedades bajo determinadas circunstancias estables eventualmente maduran. A nosotros particularmente nos faltan varias horas de horno!! por cierto, que calorrrr!!!
ResponderEliminarGracias Mónica por tus lindas palabras, es para mi un placer pasar por tu casa!! besitos amiga
Me alegra tenerte nuevamente blogueando, Ceci, aunque sea acalorada jejeje. Un abrazo
Eliminarsólo en las sociedades distópicas se puede conseguir unidad de acción hacia cualquier objetivo impuesto que no dialogado por el líder. tenéis-tenemos sangre de creadores de artistas tocados por la mano de DiosIndividualismo que nos hace ingobernables pero mágicos. Meter un político en un grupo es como meter una manzana podrida entre sanas.
ResponderEliminarUn abrazo
Jajaja vaya concepto y comparación que nos dejas, Rodolfo! Muy definitorias! Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarLa armonía entre los seres vivos: lamentablemente no es siempre la anhelada.
ResponderEliminarSomos capaces de componer melodías musicales, poemas de amor, relatar retazos de la vida, etc. ; pero lo cierto es que en realidad para todo eso buscamos la propia soledad. Ese rinconcito tan nuestro, en el que disfrutamos los silencios, y no deseamos ser interrumpidos por los otros.
Somos seres sociales, pero me pregunto yo ; ¿ en que momento se equivocó el creador del ser humano? ¿ Qué cromosoma se le olvidó revisar?
Me ha gustado mucho tu reflexión/ cuento...
Un abrazo y feliz fin de semana.
Muchas gracias Berta por compartir tu reflexión a partir de este relato. Yo creo en cambio que nos hicieron bien. El problema está en cómo decidimos nosotros en usar nuestros talentos. Un abrazo
EliminarDa igual que sea verano o invierno, allá o acá. La gente es igual en todas partes y es como tú la has descrito, a través de este buen relato que has escrito. Es suficiente que alguien diga blanco para que el otro diga negro, y no con sentido crítico constructivo, sólo por el simple hecho de llevar la contraria.
ResponderEliminarPor supuesto que la responsabilidad no se la podemos pasar a Dios, la responsabilidad del cambio es nuestra, aunque todo ayuda.
Muy buen relato, realista y que debería servir para hacer una pequeña reflexión, o muy grande. Nunca se sabe.
Un abrazo, Mónica.
Me alegra saber que te ha gustado José Luis. Muchas gracias por leer y compartir tu reflexión. Que tengas un buen fin de semana!
Eliminar¡Qué complicado es todo esto! Me ha gustado mucho, tiene realidad y es toda una invitación a la reflexión. Es una gran entrada, enhorabuena Neo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Somos bichos complejos, Maricarmen. Me alegra que te haya llevado a la reflexión. Un abrazo y muchas gracias
EliminarCierto. Es bueno tomar conciencia de nuestras limitaciobes y errores. ¿Qué tanto podemos mejorarnos, superarnos? ¿Qué pasos podemos dar en esa dirección?
ResponderEliminarBesos y abrazos, Moni
Me alegra que coincidamos Myriam. Muchas gracias por tu constante compañía y buena onda. Un fuerte abrazo
EliminarLo más triste es que siempre se esfuerzan los mismos, ¿no te parece?
ResponderEliminarSomos pura contradicción. Necesitamos el apoyo del otro pero no siempre nos ponemos sus zapatos. Somos raros, buenos y malos, extraños, mediocres, divinos... Somos semejante amalgama de sentires y de seres que, al final, no sé yo si llegaremos a un acuerdo :-9
Muy buena tu reflexión en este relato, Moni.
Un beso enorme.
Tal cual así nos veo, Mag. Coincidimos. Ojalá aprendamos a superar tanto egoísmo
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