Sumándome a la propuesta que esta semana nos deja Dorotea desde su blog, va mi aporte. Dar clic aquí para leer todos los textos.
LA GUARIDA BAJO LA MESA
La mesa del comedor de su abuela llevaba
siempre un mantel largo, casi tocando el piso de listones de madera envejecidos
por el tiempo. Allí abajo entre las cuatro patas sólidas de aquel mueble
heredado, desde que se descubrió huérfana, estableció su guarida alejada de
miradas extrañas. Transportada por su inocencia, logró conectar desde aquel
sitio con otras realidades, consiguió recorrer sitios aún no descubiertos,
conocer civilizaciones impensadas. Bajo aquel mantel de delicados encajes logró
develar, aun siendo niña, los más profundos misterios que han inquietado a los
filósofos desde el inicio de los tiempos. De toda esa magia descubierta tan tempranamente,
jamás dijo una palabra. La mantuvo en secreto aún atravesada su adolescencia,
cuando todavía se empeñaba en observar el mundo desde una arista menos cruenta de
la que advertía más allá de su escondite.
En varias oportunidades
estuvieron a punto de descubrirla mientras realizaba alguno de sus inefables
viajes, pero gracias a su ingenio y a su fama de caprichosa, logró esquivar los
reproches con los que los demás intentaban desalentar su persistente costumbre
de anidar bajo la añosa mesa de caoba.
Fue justo el día de su forzado
compromiso que sucedió lo inexplicable. Acicalada con refinamiento, la joven
fue puesta a punto para la gran presentación: un acaudalado comerciante con el
que apenas se había cruzado, se presentaría ante su abuela para pedirla en
matrimonio. Luego de la rabieta inicial con la que la joven manifestó su total
negativa para llevar adelante semejante compromiso, la aparente serenidad con
la que continuó sobrellevando el trance de los preparativos, desconcertó
bastante a quienes la conocían, pero al fin logró engañarlos. Nadie pudo
anticipar lo que estaba por suceder, y aunque hubieran sospechado que
algo maquinaba, jamás habrían podido imaginar lo que luego ocurrió: mientras
su abuela hacia los honores agasajando al invitado, la joven se deslizó
subrepticiamente bajo el mantel de la mesa ya dispuesta para la inminente cena.
Una de las mucamas logró verla con claridad justo antes que una inusual
luminiscencia atravesara el fino encaje de la mantelería. Inmediatamente
después, la empleada se acercó para conminar a la joven díscola a salir de su
refugio, pero quedó impactada: la muchacha ya no estaba, tan solo habían quedado
tendidos sobre el piso el vestido vaporoso y los zapatos nuevos que llevaba. De
su soñadora y mágica persona, sólo persistió para siempre su aroma y su
recuerdo.
Que linda historia nos has dejado, la magia estaba debajo de esa vieja mesa de madera de la abuela, pero el mantel tenía mucho que ver ... Estoy segura que donde se fue el mundo era mejor, al menos para una mente soñadora con era ella. Un abrazo Neo,hoy has estado mágica.
ResponderEliminarTe agradezco Campirela. Me alegra que te haya gustado la historia. Un abrazo
ResponderEliminarTu relato derrocha magia y un final feliz viene a salvar a la joven de una vida sórdida y sin amor. A dónde haya ido que sea feliz. Gracias por tu participación tan tierna e inexplicable. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy segura que así habrá sido, Dorotea. Es que también yo creo en el poder de la magia 😃😀. Un besito.
EliminarUn relato excelente. Esa niña que acaba siendo mujer bajo el mantel de esa mesa, me ha resultado extrañamente familiar. Eso de desaparecer al final es un giro magistral
ResponderEliminarUn abrazo grande
Somos much@s l@s que de niñ@s buscábamos algún lugar "secreto" desde donde fantasear. Con el poder del Rincón del relato, seguramente, no tantos... Pero alguno habrá!😄. Me alegra que te gustara. Un abrazo Albada y muchas gracias por tu atenta lectura
EliminarTraspasar los umbrales hacia lo desconocido u otra dimensión es algo realmente inexplicable, pero tu personaje, supongo que estará feliz en ese nuevo mundo.
ResponderEliminarBesos, Mónica
Suponemos igual, Myriam! Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarQuien no ha tenido ese lugar mágico, ése rincón único y secreto en el que dar rienda suelta al ciclón imaginativo de la infancia?, ése lugar en el que soñar y viajar era una constante. No es de extrañar, que en ocasiones, como en el caso e esta muchacha de tu historia, terminase escapando a otro universo imaginario, alejándose de una realidad que ella ni siquiera eligió.
ResponderEliminarUn magnífico relato amiga. Felicitaciones. Un abrazo.
El poder de la fe y la magia son grandes, Jorge. Seguramente hallo ella la felicidad en ese lugar a donde fue 😀. Agradezco tus amables palabras y tu atenta lectura. Un abrazo
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ResponderEliminarHola Neo, un gran relato con final sorprendente, como toca hoy, me gusta. enorme tu imaginación, enhorabuana.
Buen finde, preciosa.
Un beso.
Muchas gracias Mari Carmen. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo
EliminarInexplicable, en todo el sentido de la palabra. Quizas ese matrimonio no iba a ser tan bueno, parece nadie a su alrededor conocia los poderes de esas visitas bajo la mesa o nadie mas podia experimentarlo.
ResponderEliminarElla se ocupó de mantener en secreto ese poder, José. Comprendía que pocos están listos para lidiar con tanta magia 😃. Muchas gracias por pasar y leer con atención. Un abrazo
EliminarCelebro que te haya gustado el relato, Maricarmen. Muchas gracias. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarUn relato que no se puede explicar los secretos de la mente a veces acompañan al cuerpo.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Te agradezco tu visita y amable comentario, Charly. Un abrazo
EliminarUna mesa mágica con puerta de salida a otra dimensión que al menos le sirvió para poder escapar de tan humillante trato. Ella quería conocer el amor.
ResponderEliminarUn relato muy original. Me gustó leerlo.
Abrazos.
Te agradezco por leer y comentar José Luis. Un placer recibirte por aquí. Hasta cada rato
EliminarEs de estilo de las historias que me gustan. Hasta le noto una similitud con algún episodio de La dimensión desconocida.
ResponderEliminarLa protagonista logró mantener una conexión con ese lugar. Y por eso, pudo escapar cuando necesitó hacerlo.
Un abrazo.
Me entusiasma que digas que la historia es del tipo que te gustan, Demiurgo. Más si te retrotrae a algún episodio de la dimensión desconocida. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarMe encanto el final, y la preparación. Me superencantó lo del aroma que dejó el mantel magico. Cuando alguien quería recordarla,solo tenía que levantar el mantel, y el primigenio sentido del olfato, hacia su magia.
ResponderEliminarBesosss, monica
Me alegra que te gustara Gabiliante y me gusta la acotación para recordarla. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con detenimiento
Eliminar¡Qué relato más hermoso! Mónica, me has traído a la memoria esos escondites fantásticos que se crean casi todos los niños donde encuentran refugio y consuelo para su imaginación. Pero ¡madre mía! he visto irradiar la luz y el entusiasmo de la niña por ese mantel de encaje, magia, has creado una imagen totalmente de ensueño. Un abrazo grande y feliz fin de semana
ResponderEliminarMe alegra y me estimula tu comentario, Esther! muchísimas gracias por pasar y leer. Un abrazo
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