Esta semana nos convoca Roxana a participar de un nuevo encuentro literario. Para leer todos los relatos participantes, pasar por su blog.
EMBRUJO
Asciende el humo lánguido del
último cigarrillo mientras, una a una, las notas de la aterciopelada melodía
impregnan la habitación. Lentamente los agudos se abren paso luego de los
acordes graves y lentos que hacen de apertura.
Se abandona ahora recostándose sin
pudores sobre el sofá mientras evoca aquellos dedos finos que la enamoraran,
apenas verlos, ejecutando al piano esa misma música en el club de jazz. Como la
noche anterior, se siente acariciada por ellos, ahora, en la íntima penumbra de
su habitación. Puede percibir con claridad las manos del músico -ese que la ha
cautivado sin mediar palabra- deslizándose por el marfil del teclado en su
melodioso juego de encanto y sugestión. La
música nace, se eleva, se entretiene entre sus rizos, se asoma por su escote,
anida en ella con pasión.
Sus ojos se entrecierran para
compenetrarse aún más y sentirse viva, fogosa, subyugada por la cadencia
absoluta que la transporta hacia ese momento mágico compartido horas antes con
aquel desconocido que la hechizara sin remedio y que, para siempre, llevará
tatuado a fuego en su corazón.
Buen retrato de la seducción que produce la música.
ResponderEliminarBesos, amiga.
Gracias Juan Carlos, me alegra que te haya gustado. Un abrazo
EliminarQue es hermoso es sentir de ese modo que un desconocido al oírle tocar te estremezca el corazón ..simplemente bello.
ResponderEliminarUn abrazo y una feliz velada.
Muy especial cuando se logra esa emoción, comparto.gracias Campirela, un abrazo
Eliminar!Oh, wow! que belleza de relato, Monica. Lo has narrado poéticamente hermoso, musical y sensual. Aaaahhh la forma que transmites esas emociones me ha fascinado.
ResponderEliminarAbrazo!
Muchísimas gracias por tu muy amable comentario, Yessy. Un fuerte abrazo
EliminarMuy bello, la música puede alterar las pulsaciones. Un abrazo
ResponderEliminarSeguro que sí, Ester. Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo
EliminarEl Jazz suele hacer milagros...
ResponderEliminarJeje, muy cierto, sobre todo si está "bien tocado"😉. Un abrazo, Tracy
Eliminar¡Hola! ¡Qué música más seductora! Me gusta mucho el tono poético que hay en tu prosa y como es capaz de llegar tan profundo una melodía. Te ha quedado precioso.
ResponderEliminarGracias por sumarte
¡Un abrazo!
Alguien dijo que la música es la voluptuosidad de la imaginación. En este caso lo es de la realidad vivida en este bello relato.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Juan por tus cálidas palabras. Me alegra que te haya gustado. un abrazo.
Eliminar¿Sabes que la música de tus letras la he sentido apasionada y seductora? entre latidos y letras, entre prosa y melodía.
ResponderEliminarUn placer, Neo.
Un besazo.
Me alegra haber logrado generar esa sensación con el texto, María. Muchas gracias. un abrazo
EliminarMúsico y seducción van de la mano. La música enamora y mas de una vez ese amor está ligada con la persona que la toca.
ResponderEliminarUn bello relato.
Un abrazo
Muchas gracias, Carmen, me pone contenta saber que te ha gustado. Un abrazo grande
EliminarCasi que he podido ver a su mujer, su actitud seductora con lo que la música le hace recordar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué alegría me da saber que he podido transmitir tanta intimidad con el relato! Muchas gracias, Demi 😉
EliminarEl embrujo de la música tuvo un efecto casi erótico. Supongo que el intérprete tuvo mucho que ver en ello, y no solamente por su virtuosismo.
ResponderEliminarUn saludo.
jeje, seguro que sí, Ibso, el pianista tendría además otros atractivos, sumados al de su virtuosismo musical =)
ResponderEliminarUn abrazo, gracias por comentar!
Un buen músico sobre una buena partitura...
ResponderEliminarUn sinfín de acordes que reverberan sobre la piel y los sentidos...
Bella melodía, sin duda alguna.
Un beso :-)
Mag
Muchas gracias, Mag, me alegra que te haya gustado. 😉
EliminarHay momentos que se graban con música a fuego...
ResponderEliminarBesos.
Cuando placer y emoción se conjugan 😁. Gracias por pasar y leer,Pedro. Un abrazo
EliminarUna noche más inolvidable que loca. Aunque el muchacho haya decidido, o le hayan hecho ver, que lo mejor sería marcharse y seguir en su compromiso con el jazz y lo que la actividad nocturna conlleva. Sin duda será un buen recuerdo.
ResponderEliminarBesos Mónica
No sé si habrá sido eso lo que pasó, pero bueno, el hombre dejó huella. Gracias por tu comentario, Alberto
ResponderEliminarUn dulce recuerdo con un músico que debía de ser excelente.
ResponderEliminarUn saludo
Seguro que el susodicho tenía un gran talento, jeje... O varios 😊. Muchas gracias por tu comentario. Un abrazo, Pikxi
EliminarY es que cada momento tiene su música...los malos, pero también los buenos, los de dejarse llevar mientras se mira el humo que sale del último cigarrillo...
ResponderEliminarDelicioso
Muchas gracias, Max, por tus palabras. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo 😊
Eliminaruna vez viví pegado a la música, eran tiempos viejos de mi niñez, cuando jugaba a ser famoso, con mis hermanos de sangre y armábamos escándalo con nuestra banda de rock, no faltaban aquellas chicas que hacían todo lo posible por charlar un par de palabras con nosotros, eran tiempos viejos, donde no existía celulares, ni internet, sólo televisor, y las cartas de amor llovían bajo la puerta, que mi madre nunca me las entregó, excepto una, en la que la chica describía con lujo de detalles, como le gustaría que le haga un hijo, desde aquella vez, me obligó a llevar siempre en mi bolsillo un condón... hoy ya no soy músico, y me lamento por ello, como también me alegro, dejaron de existir las malas noches, y los excesos de alcohol... un gusto leerte...
ResponderEliminarVaya, Luis, de todo tenés una anécdota! jeje. Supongo que para todo adolescente, soñar en algún momento con ser músico implica la manera segura de conocer chicas 😊
Eliminarpues, no tanto así... yo fui músico porque mi viejo era músico, me obligaron a serlo, no lo pedí, y entré a trabajar en su orquesta desde muy joven, pero, por instinto quizás, nosotros sus hijos, nos inclinamos por algo más joven como era el rock... yo no lo hacía por obtener chicas, aunque mi padre si, nosotros terminamos renunciando a la música, él no, continúa en su nube, de querer ser famoso y comerse a cualquier cuarentona, bueno, a su edad, ya no están disponibles las niñas, jajaja... dejó a mi madre por una que era menor que nosotros... he vivido mucho, y eso que recuerdo muy poco, tengo lagunas que bloquean mi memoria, pero bueno, nada dura para siempre...
EliminarTe agradezco la confianza 👌😊
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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