Foto tomada de la red
EL OLVIDO
El día que decidió marcharse quiso
hacerlo llevándose sólo lo esencial, nada pesado atado a la promesa de su nuevo
futuro ni nada superfluo aferrándole su conciencia al pasado. Sólo dos o tres íntimas
convicciones sobreviviendo luego de décadas de postergaciones. Nada más ni nada
menos.
No quiso conservar cartas, ni
fotos añejas, ni consejos, ni responsabilidades, ni cuentas pendientes, ni
contadas alegrías. Nada de desgastadas evocaciones guardadas entre lazos
primorosos junto a tres expectativas jamás cumplidas. Desterró sin dudar su
antigua ropa, sus últimos versos, sus amados libros. No le pesaron las pérdidas.
No las concibió como derrota.
Y es que al fin, de lo que alguna
vez creyó tener, nada valía la pena. Solo su humanidad. Su poca fe. Su sincera intención
de ser mejor. Más mujer. Menos indigna.
Se distanció para siempre de lo que
fue. Borró su fragilidad. Su candidez. Su resignación y su martirio. Partió al
amanecer tiritando más por ansiedad que por frío. Sin mirar para atrás, sin reconsiderar
en ningún momento su trascendental e intencional olvido.
Más relatos olvidados, en el blog de Gustavo.
Hay decisiones que es mejor tomarlas sin llevar peso, que todo lo que llegue no se parezca a nada y que los pasos no los guié ningún recuerdo. Me gusta tu relato, tiene un punto de dramatismo que lo hace muy real. Un abrazo
ResponderEliminarEsas decisiones cuestan pero una vez tomadss sligrran el peso.
ResponderEliminarEsas decisiones cuestan pero una vez tomadss sligrran el peso.
ResponderEliminarHola; a la hora de borrar los recuerdos, construiste una historia, pero lo que más me gustó fue que, a la hora de borrar sus defectos, se creó ella misma. Me encantó.
ResponderEliminarSaludos.
Pablo.
Es necesario el olvido para poder recomenzar, dura tarea para un corazón con ataduras y heridas, pero después de ese difícil paso todo se hace más sencillo.
ResponderEliminarExcelente texto, Moni.
Un beso.
Aprender a caminar significa lanzar al pozo del olvido todo ese lastre del que hablas, de lo contrario los pasos se entorpecen cada vez más y acabas cayendo de rodillas sobre tus propias lágrimas. Para aprender a correr, sólo es necesario el amor propio y todo ese amor que recibimos de los seres que una vez tocaron nuestra vida.
ResponderEliminarUn abrazo, Mónica.
Una decisión muy difícil de tomar...Aunque sólo lo dejas intuir supongo que en este caso era necesaria para crecer como persona y para recuperar su dignidad seguramente pisoteada por otra.
ResponderEliminarMuy bueno Mónica!
Un beso
Como hacerse de su capa un sayo..., dar un golpe en la mesa y seguir y mientras se avanza, desprenderse de todo...
ResponderEliminarUn beso enorme.
A veces es necesario dar un paso hacia delante, y dejar todo atrás, por pura supervivencia, y así olvidar todo lo que pasó en tu vida.
ResponderEliminarMuy bien relatado.
Un abrazo
para renacer hay que dejar cosas en el olvido y tener coraje para iniciar una nueva andadura.
ResponderEliminarBesos
Todo lo que de verdad importa puedes llevarlo encima.
ResponderEliminarBesos.
Y es que muchas cosas son anclajes al pasado y si lo que se quiere es olvidar...mejor marcharse con lo puesto. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarMuchas veces olvidamos para protegernos... y otras, deberíamos recordar para no volver sobre los mismos pasos y cometer los mismos errores.
ResponderEliminarUn beso.
No creo que pueda olvidar todo su pasado, pero es cierto que para emprender el vuelo es necesario ir ligero de equipaje, cuanto más ligero más probabilidad de que ese nuevo vuelo sea posible.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo que se dice "borrón y cuenta nueva".
ResponderEliminarA veces es necesario para seguir creciendo.
Besos, Monica
¿Hasta que punto hay que dejar el pasado para comenzar algo nuevo?
ResponderEliminarUn abrazo.
¡¡Adelante, mujer!! Deja el lastre y sigue tu camino.
ResponderEliminarAprender la lección es lo más importante.
Un abrazo muuuy grande.
Se fue siendo valiente y olvidándose de su pesada maleta llena de piedras.
ResponderEliminarBuena perspectiva del olvido.
Un saludo.
Es asi como se olvida verdaderamente. Rompiendo todo y sin mirar atrás, sólo hacia delante.
ResponderEliminarSaludos jueveros