viernes, 29 de agosto de 2014

ESTE JUEVES -YA VIERNES- UN RELATO: EL ROBO

Mis disculpas por el retraso y por lo forzado -quizás- del texto para adaptarse al tema propuesto. No quise dejar de participar de la convocatoria de Encarni.






De todos los robos, de todos los hurtos, el peor, sin dudas es el de los sueños. A veces decretado, a veces solapado, muchas otras cacheteándonos en donde más duele, el ladrón de los sueños pasa sin hacer ruido y de repente, nos deja sin el futuro que habíamos creído seguro.

Sorpresivo, se las ingenia para llegar cuando estamos con las defensas bajas, quizás entretenidos con rutinas cotidianas, de repente llega y nos deshace sin sutilezas nuestros más anhelados sueños, hasta los más sencillos… no es exigente a la hora de triturar esperanzas. Llega, pasa y se lo lleva todo, dejándonos con las manos vacías. Como una tromba…

Y ante lo inesperado, sentimos que el mundo se nos pulveriza bajo nuestros pies… y nuestro rumbo, hasta ese momento firme y definido, sucumbe ante los embates de lo imprevisto poniéndonos a prueba en nuestra fortaleza.

Cuántas veces, previo a su ataque, nos hemos descubierto minimizando las flaquezas ajenas en semejantes circunstancias. Nos creíamos fuertes, astutos, capaces de sortear las dificultades que sólo veíamos desde lejos, pero cuando ese ladrón ladino llega de repente a nuestra puerta, comprendemos que hacerle frente no era tan fácil; por más alarmas antirrobos que hayamos instalado, él llega de improviso y logra traspasar los límites de nuestras defensas: barreras que creíamos inexpugnables, caen sin más ante su asecho.

¿Qué hacer ante su presencia? ¿Cómo hacer frente al derribo de lo que creíamos fuerte e inalterable?... aceptar la realidad y construir nuevos sueños: a partir de lo verdadero, de lo poco o mucho que haya resistido los embates de lo que nos golpeó y pisoteó con fuerza; construir a pesar de lo doloroso y difícil que se hace remover escombros y reflexionar sobre las pérdidas, sobre los eventuales fracasos, sobre las equivocados proyectos. Nunca bajar los brazos desistiendo de lo valioso que aún sostienen nuestros cimientos.

Aprender a remontar la adversidad del saqueo, del derrumbe, de la intromisión, del infortunio, de los cambios de paradigmas. No es fácil. No es sencillo, no es indoloro… pero no debemos dejar que sea imposible. Por nosotros y por quienes amamos, debemos aprender a reconstruir nuestros sueños.

lunes, 25 de agosto de 2014

CONTANDO LAS SEMANAS EN 52 PALABRAS

Palabra 32 de 52: Lluvia




(el siguiente texto fue extraído de un viejo cuento que alguna vez escribí y adaptado luego para la convocatoria de Sindel)


Allí estaba ella. Coincidiendo con él en esa misma nostalgia, en ese mismo aire, en esa misma lluvia. Sola. Sin saber que alguien que la había amado como la había amado él, la estaba mirando… ni tampoco podía saber que desde lejos la acariciaba, en su recuerdo, con esa melancolía que brota en los días cenicientos, logrando traer otra vez al presente aquellos lejanos aromas de la adolescencia.

Mientras ella se aleja de aquel bar, él se termina su café… sin arrepentirse de no haberla hablado. En cambio comienza a hilvanar en unos versos, la historia de la mujer que otra vez se fue de su vida -sin siquiera haberlo visto- una tarde cualquiera de lluvia en un rincón de Montevideo.

Más escritos sobre Lluvia, en lo de Sindel.

jueves, 21 de agosto de 2014

ESTE JUEVES UN RELATO: UNA FOTO EN MI VIDA



Del aspecto del fotógrafo no recuerdo nada, por supuesto. Seguramente tendría gorra y pantalones anchos y hasta quizás un par de bigotitos como era la usanza de la época. Acarrearía sobre sus hombros enormes cámaras fotográficas, de distintos formatos, destinadas a remarcar su profesionalismo.

Sí tengo presente la sensación del momento, el lugar, el rumor del mar mezclado con el de la gente.

Recuerdo el color del vestido de mi mamá, la calidez de esas manos en las mías. Recuerdo bien el peinado de mi abuela, sujetándose los cabellos por detrás, con dos peinetas.

No recuerdo si era de tarde o de mañana pero sí el placer que me producían esas pausadas caminatas por aquella rambla marplatense, de la que conservo grabada en mi retina hasta la textura de las baldosas.

Tampoco tengo presente por qué no se fotografiaron mi papá y mi abuelo, que estaban por allí. Supongo que quizás aprovecharon para una breve incursión al casino que abría sus puertas desde temprano.

Por los datos de la fotografía puedo evocar los años que llevaba a cuestas, apenas dos… y mi capacidad de asombro intacta.

Recuerdo que después de varios días las fotos nos fueron enviadas al hotel donde nos alojábamos. Sorprendió lo rápido que se manejaba aquel hombre que debía revelar y enviar las copias antes que los turistas dieran fin a su descanso y volvieran a su lugar y sus rutinas.

Sin conocerlo, sin tener más datos de él que lo que consta en el marco de la foto, hoy le agradezco infinitamente por la calidad de su trabajo. Gracias a su técnica y habilidades para fotografiar puedo conservar con nitidez la sonrisa de mi mamá, el gesto de mi abuela –que no solía mostrarse tan adusta- y una irreconocible muestra de lo que fui cuando apenas comenzaba a andar por este mundo de complejas contradicciones.


Más relatos y fotografías, en lo de Alfredo

martes, 19 de agosto de 2014

CONTANDO LAS SEMANAS...Palabra 34 de 52



A propuesta de Sindel, esta semana, la palabra: Mundos


En una danza
de trompos infinita
los astros giran
en torno a otros
en su constancia
y precisión
de reglas inauditas
que se repiten
en igualdad
ajustada a mil escalas.

Sincronizando
lo grande
 y lo pequeño
en ritmo, impulso
y frágil armonía
girando a causa
de ese designio
de algo que no vemos,
late el misterio
de mundos sostenidos.

En juego grácil
de esferas
circunvalantes
y de los opuestos
tendiendo al equilibrio,
la vida pulsa
su enigma de nacer
y de morir
al ritmo
que ellos laten.

Frente a lo eterno
y a lo insondable 
que se replica
con copia fiel
en lo minúsculo,
nuestra razón
intenta ser
lo máximo creado
dando lección
de aquello que observamos.

Aunque en verdad
si con sincera
sensatez analizamos,
por vanidad
tan solo destacamos…
y ante secretos
que apenas hoy rozamos
a la deriva, elaborando
teorías improbables
vamos sintiendo
que somos casi nada. 

miércoles, 13 de agosto de 2014

ESTE JUEVES UN RELATO: VIRUS

Esta semana conduce María José y la cosa viene de virus, en todas sus posibles acepciones.



Les dejo mi breve aporte:


A ritmo de un bolero, cansino, seductor, va naciendo el virus. Alimentado por la penumbra, la música dulzona, las miradas sugestivas…y crece. Sano, voraz, ávido por apoderarse de todo lo que lo envuelve. Y crece.

A ritmo lento, como se cuecen los mejores manjares y las más crueles venganzas…crece el virus. Avanza por terreno fértil y se desborda, ansiando sentir la pasión que lo alimenta al punto de enceguecerlo, sin contemplaciones, sin reticencias. Crece el virus, lentamente. Se instala, se retroalimenta, se infiltra, se imbuye, contaminando, extendiéndose por sobre cualquier otra necesidad o sentimiento. Y no hay vacunas, nada lo logra combatir eficazmente. Pese al esfuerzo, pese a las más ciertas intenciones…cuando se desata, nada logra controlarlo. Infecta todo lo que toca, aún lo más puro, lo más íntimo, lo más sagrado.

El virus de los celos, de la indisoluble ansia de posesión del otro. Ese a quien se dice idolatrar, pero en realidad, sólo se sueña con dominar.

Todo lo carcome, todo lo destruye…y al final nada queda, sólo el resabio amargo de lo que fue y la pérfida estupidez que dio paso a lo que en definitiva destruyó aquello a lo que en un principio se juró amar y respetar.

lunes, 11 de agosto de 2014

CONTANDO LAS SEMANAS CON 52 PALABRAS















Palabra 33: espejo

Esta semana me sumo a la propuesta de Sindel, con una re edición


REFLEJOS EN EL ESPEJO

Detrás de ti, espejo
es posible hallar
el paso del tiempo
mis miedos, las delicias
mis secretos guardados
mi escasa fortuna.

Quien es la que desde ahí
me observa
como si en verdad
me conociera?
Quién es la que comparte
con mi imagen
la misma postura?

Detrás de ti, espejo
otro mundo. Mil fantasías.
Una distinta realidad y yo,
que me vislumbro
tras el cristal etéreo
de tu figura.

sábado, 9 de agosto de 2014

CIERRE DEL ENCUENTRO JUEVERO DE ESTA SEMANA "Párrafos incluidos"

Como cierre de esta convocatoria, agradeciendo a quienes participaron con entusiasmo, dejo ahora una breve historia hilvanada a partir de pasajes extraídos y adaptados de sus propios textos. Las partes en cursiva indican los tramos agregados para coordinar los distintos párrafos.

Era una mujer que  siempre se le aparecía al atardecer...(Tracy)

Entre un maremágnum de seres cuyo único propósito es llegar cuanto antes al lugar al que se dirigen (Leonor) o en la quietud de algún paisaje desolado frente al río.

¿Cómo no sentir algo por ella? (Demiurgo) desde la primera vez que la vio supo que se había enamorado.

Pero aquel día algo sutil en el aire hacía que todo se sintiese ligeramente distinto. Algo leve e indefinido, como un presentimiento… (Neo)

Esa noche estaba invitado a una cena pomposa y aburrida como tantas, hasta dudó en asistir.

Inesperadamente allí la encontró.

Cuando  la inquietante mujer arribó y entró al magnífico salón de la casa, toda la atención se centró en ella. Su vestido rojo se adhería a su cuerpo permitiendo adivinar las curvas de su figura.(Yessy)

Se reclinó en una poltrona de cuero, desvencijada pero imponente (Montserrat)

-Será interesante la charla-(Vero) pensó él, y se lanzó sobre ella con inusitado valor y en tren de conquista.

Inmediatamente se perdió en su locura (Judith) y cayó rendido a sus pies.

Ella, sobrada en el arte de juguetear con sus admiradores, logró, luego de un breve intercambio de palabras, hacerlo trastabillar en su solidez al punto de ponerlo en ridículo.

Fueron sus (…) palabras vanas las que le vencieron. (Juan Carlos)

Sólo trece palabras, trece palabras (…) dichas con desprecio lo que le motivó la promesa más solemne que se haya realizado nunca: (Charo) la mataría.

Él, que había andado la vida en puntas de pie, cuidando de no hacer ruido a su alrededor, evitando las insanas pasiones, se obligó a irse de su lado, entre el desdén y la rabia, sin saber cómo sería ser dueño de sus emociones a la sombra del deseo. (Cass)

Casi siempre y con varios comprimidos de sedantes había podido reprimir sus impulsos violentos. Pero esa noche (…) (Sindel) la vergüenza había sido grande y su bestialidad reprimida estalló sin contenciones

Mientras la estrangulaba sintió en su propio cuerpo el frío de la piedra y en su corazón el hielo de la humillación nacida por boca de su amada. (Alfredo)

Pese a lo macabro del suceso, nadie lo descubrió.

Habitualmente su conciencia, plácidamente sigue su sueño sin sobresaltos y nada hay que la perturbe, se desliza sin mayores reproches que lo atormenten. (Eduardo)

Pero La mente juega a veces malas pasadas (Carmen A) y desde aquella trágica noche no ha podido ya dormir.

Hoy adicto a su olor, al suave roce de su piel (…) solo sabe escribir palabras que deletreen su nombre, mientras se bebe a escondidas el secreto que le ahoga. (San)


Como un regalito extra de cierre, comparto con ustedes dos gift que Google + me dejó (sin pedirlo) armados con las imágenes que elaboré como enlace a sus blogs. Lamento que no hayan unificado en un único gift a todos los participantes (hubiese sido más efectivo!) pero bueno, es lo que hay…y viene “de arriba”, así que lo agradezco y valoro igual!



Le paso entonces nuevamente la posta a María José, quien nos conducirá la semana próxima. Los invito a pasar por su blog y averiguar cuál será la nueva propuesta. Muchas gracias por acompañarme con tanta buena onda y creatividad.

jueves, 7 de agosto de 2014

MI APORTE PARA ESTE JUEVES



Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos (frenaron incluso) antes de que se encendiera la señal roja. En el indicador de paso de peatones apareció la silueta del hombre verde.

Como todas las mañanas ella y Leonardo obedecieron sin pestañar cada una de las indicaciones que carteleras e instructivos les iban señalando desde la salida de su casa, calle por calle a lo largo de su rutinario recorrido, hasta llegar al cubículo desde donde día a día cada quien realizaba su trabajo. Los últimos resabios de sus voluntades libertarias habían sucumbido hacía siglos ante el cúmulo de responsabilidades y obligaciones.
Tanto ellos como todo el resto de mansos ciudadanos constituían un engranaje más, preciso y eficiente, dentro del aceitado sistema que los contenía. Nada estaba librado al azar, todo estaba prefijado, establecido y calculado. Así habían sido educados, así los habían adiestrado en cada etapa de su crecimiento y formación. Todo efectivamente diseñado para que no hubiese sobresaltos, conflictos, protestas, improvisaciones  ni cuestionamientos.
Era aquella una sociedad ajustada, pulcra y sumisa. Previsible y estable. Sin fallas ni complicaciones. Sólo unos pocos rebeldes, considerados por algunos como parias o náufragos sin retorno,  habían sido en su momento expulsados de aquel sincronizado mundo en donde nada quedaba librado al azar, donde el libre albedrío había sido dominado y sometido por el incuestionable beneficio de la previsión más absoluta.
Pero aquel día algo sutil en el aire hacía que todo se sintiese ligeramente distinto. Algo leve e indefinido, como un presentimiento…

Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire tórrido, como si alguien hubiera abierto de par en par la puerta de un horno. El calor latió entre las casas, los arbustos, los niños

La primera actitud ante lo inesperado resultó ser el aturdimiento. Nadie alrededor parecía saber dónde se hallaba, qué estaba ocurriendo o qué deberían hacer ante una contingencia como aquella. Lentamente la reacción de la gente fue mutando hacia el pánico y cada quien, con ojos desorbitados por la incomprensión del inusitado fenómeno, miraba a su alrededor pretendiendo encontrar alguna señal de aviso que los guiara o los contuviera. Los gritos comenzaron a hacerse oír.  Las muecas en los rostros se dibujaron como caricaturas de impensados monstruos. Muy pocos resistieron la tentación de salir huyendo buscando refugio, espantados por aquel caos que se les antojaba apocalíptico .
Ella en cambio, sintió en lo más recóndito de su ser que aquella era una oportunidad única que no volvería a repetirse y que debían aprovechar como inesperada tabla de salvación. Buscando la complicidad de su compañero, sin mediar palabra y apelando a algún viejo resabio de sueños compartidos, miró decidida al horizonte despejado de las afueras de la ciudad mientras un destello vivaz aparecía en sus ojos antes muertos.

Y como una sombra enloquecida corri(eron) hacia esa primera estación de las afueras, que es donde toman el tren todos los náufragos de la ciudad. Era(n) como dos almas en una. La suya y la de Leonardo, huyendo a campo traviesa… en busca de la libertad.



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miércoles, 6 de agosto de 2014

martes, 5 de agosto de 2014

CONTANDO LAS SEMANAS EN 52 PALABRAS

Palabra 32: Corazón






Corazón sin coraza
con tu traza de corales
y entraña de besos
-corazón de esperanza-
de cielos sin soledades
por favor
puebla mis sueños.




Más corazones en lo de Sindel

sábado, 2 de agosto de 2014

CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL 7 DE AGOSTO

ESTE JUEVES UN RELATO, PÁRRAFOS INCLUIDOS



Hola amig@s!

Esta semana me toca nuevamente conducir nuestro encuentro juevero y la idea que se me ha ocurrido es proponer armar un relato incluyendo en la trama alguno o varios de estos párrafos extraídos de grandes obras literarias.
Respetando las consabidas reglas de Tésalo y tratando de no extenderse mucho para agilizar las lecturas, cada quien decidirá si relaciona en su aporte un inicio de los que aparecen en el listado con un párrafo central de otra obra y si gusta, con uno de los finales propuestos, siempre guardando coherencia narrativa y creatividad propia.
Pueden si prefieren, simplemente elegir uno de los párrafos e inspirarse libremente a partir de él.
La consigna sugiere destacar el o los párrafos utilizados de alguna manera visible –color, o tipo de letra- para así ubicar fácilmente al lector. 

INICIOS

Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lolita, Nabokov

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Cien años de soledad, Gabriel García Márquez

El pueblo de Holcomb está en las elevadas llanuras trigueras del oeste de Kansas, una zona solitaria que otros habitantes de Kansas llaman «allá». A  sangre fría, Truman Capote

El día de su tercer cumpleaños es una fecha determinante en la vida del pequeño Oskar Matzerath: toma la decisión de dejar de crecer y recibe su primer tambor de hojalata...El tambor de hojalata, Günter Grass

Bastará decir que soy Juan Pablo Castel, el pintor que mató a María Iribarne; supongo que el proceso está en el recuerdo de todos y que no se necesitan mayores explicaciones sobre mi persona. El túnel, Ernesto Sábato
  
¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Rayuela, Julio Cortázar

Cuando Gregorio Samsa se despertó una mañana después de un sueño intranquilo, se encontró sobre su cama convertido en un monstruoso insecto. La metamorfosis, Franz Kafka

Se iluminó el disco amarillo. De los coches que se acercaban, dos aceleraron antes que se encendiera la señal roja. En el indicador de paso de peatones apareció la silueta del hombre verde. Ensayo sobre la ceguera, José Saramago

PÁRRAFOS CENTRALES

Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire tórrido, como
si alguien hubiera abierto de par en par la puerta de un horno. El calor latió entre las
casas, los arbustos, los niños. El verano del cohete, Crónicas Marcianas, Ray Bradbury

¿Cómo podía uno ensañarse con quienes, sin duda, iban a morir?... Sólo tenemos derecho a odiar lo que es eterno. El gatopardo,  Giuseppe Tomasi di Lampedusa

Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia: aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre. El Quijote, Miguel de Cervantes

En las rocas hay una mujer mirando las puestas de sol, todas las tardes. Tiene un pañuelo de colores atado en la cabeza; las manos juntas, sobre una rodilla; soles prenatales han de haber dorado su piel; por los ojos, el pelo negro, el busto, parece una de esas bohemias o españolas de los cuadros más detestables. La invención de Morel, Adolfo Bioy Casares

No entiendo de rumbos, pero, aunque estuvieses tan distante como esa extensa playa que baña el más remoto océano, me aventuraría en pos de semejante joya. Romeo y Julieta, William Shakespeare

Y sacó del bolsillo de su chaleco algo que me pareció un trozo de viejo pergamino muy sucio, e hizo encima una especie de dibujo con la pluma. Mientras lo hacía, permanecí en mi sitio junto al fuego, pues tenía aún mucho frío. Cuando terminó su dibujo me lo entregó sin levantarse. Al cogerlo, se oyó un fuerte gruñido, al que siguió un ruido de rascadura en la puerta. El escarabajo de oro, Edgar Allan Poe

La idea de un paraíso terrenal en el que los hombres vivirían como hermanos, sin leyes y sin trabajo agotador, estuvo obsesionando a muchas imaginaciones durante miles de años. Y esta visión tuvo una cierta importancia incluso entre los grupos que de hecho se aprovecharon de cada cambio histórico. 1984, George Orwell

Al desenredarme por fin de esa pesadilla, me vi tirado y maniatado en un oblongo nicho de piedra, no mayor que una sepultura común, superficialmente excavado en el agrio declive de una montaña. Los lados eran húmedos, antes pulidos por el tiempo que por la industria. Sentí en el pecho un doloroso latido, sentí que me abrasaba la sed. Me asomé y grité débilmente. Al pie de la montaña se dilataba sin rumor un arroyo impuro, entorpecido por escombros y arena; en la opuesta margen resplandecía (bajo el último sol o bajo el primero) la evidente Ciudad de los Inmortales. El inmortal, Jorge Luis Borges

FINALES

A nadie ha encontrado, y su brazo se apoya en el vacío. Porque tras él, al pie de un poste y con las piernas en alto, enredadas en el alambre de púa, su hijo bien amado yace al sol, muerto desde las diez de la mañana. El hijo, Horacio Quiroga

¿Existe ese Aleph en lo íntimo de una piedra? ¿Lo he visto cuando vi todas las cosas y lo he olvidado? Nuestra mente es porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz. El Aleph, Jorge Luis Borges

Y como una sombra enloquecida corrió hacia esa primera estación de las afueras, que es donde toman el tren todos los náufragos de la ciudad. Era como dos almas en una. La suya y la de Leonardo, huyendo a campo traviesa. El caballero del hongo gris, Ramón Gómez de la Serna

Comprendía que eran las de los noctámbulos y las de los trabajadores vidas paralelas que no llegaban ni un momento a encontrarse. Para los unos, el placer, el vicio, la noche; para los otros, el trabajo, la fatiga, el sol. Y pensaba también que él debía ser de éstos, de los que trabajan al sol, no de los que buscan el placer en la sombra. La busca, Pío Baroja

Permanece un buen rato masticando esas palabras, hasta que por fin responde:
–Parece que sí. Aráoz y la verdad, Eduardo Saccheri

¡Mañana, mañana terminará todo! El jugador, Fiódor Dostoyevski

Así va el mundo. Muchos adquieren opinión de doctos, no por lo que efectivamente saben, sino por el concepto que forma de ellos la ignorancia de los demás. El médico a palos, Molière

La sabiduría humana, sin embargo, se mueve entre dos enigmas que parecen indescifrables por principio; a saber: el misterio del primer origen de todas las cosas y la estremecedora incógnita del último fin. Es, pues, entre los límites insalvables de ese enigma, donde seguirá la mente humana afanándose –esperémoslo– por cuidar de la vida y perfeccionarse a sí misma. La mente humana, José Luis Pinillos

Pueden acompañar el texto con la imagen que encabeza la convocatoria o elegir otra a su gusto.
Espero que les entusiasme la idea y que se animen a sumarse aún quienes no hayan participado nunca de nuestros encuentros jueveros.
Recuerden que los relatos deben ser subidos entre miércoles y viernes, avisándome y dejándome el link correspondiente entre los comentarios.  
Los espero!

P.D
cabe aclarar que por supuesto no hace falta ajustarse a los nombres propios que aparezcan en los párrafos para hilvanar su relato