¿A dónde irá
mi reflejo cuando me marche
dándole la espalda al espejo?
¿A dónde irá esa ilusión
que aparenta ser yo,
en el momento final
en el que mi vida
se detenga…?
¿La llevarás guardada
en tu retina?
¿Logrará salir indemne
tras el desgaste
del tiempo?
¿Pasaré a ser tan sólo
lo que te muestre
algún retrato...
o quedará mi sustancia
adherida a todo
lo que me fue
-alguna vez- importante?
Leí no recuerdo ahora donde, que nuestra esencia queda prendida en todo lo que tocamos, en todo lo que amamos, hasta en el piso que paseamos. No se que tan cierto será, pero desde luego si que en el corazón de aquellos que nos amaron queda un inmenso recuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
De niño me daba miedo que quedara allí, esperándome...
ResponderEliminarEl espejo es, ante todo, un enigma.
ResponderEliminarDonde va el reflejo que no captan nuestros ojos?
Nadie lo sabe.
Un abrazo.
Tal vez quede en los seres que te quieren y has querido. Hurgando en el misterio de la trascendencia...
ResponderEliminarIncógnita eterna.
Muy bien perfilada y planteada, Neo.
Abrazo.
Y vea, yo no quisiera ser pesimista ... pero salvo los hijos (creo), para los demás seremos una foto amarillenta primero y un montoncito de cenizas mas tarde (cuando a alguien le de un ataque de limpieza y queme la foto)
ResponderEliminarIgual no me haga mucho caso porque no estoy especialmente de humor estos días.
besos
Pretender quedar cuando nos hemos ido es estéril. Basta con haber vivido de forma más o menos coherente y sin haber hecho daño de forma consciente. Sólo con que nos recuerden bien, los que nos rodean, cuando no estemos, es suficiente. Pedir más sería vanidoso.
ResponderEliminarUn beso
Salud y República
Que gran poeta eres, Neo!!!
ResponderEliminarEnhorabuena. y sabes escoger muy bien la música.
Abrazos sinceros y admirados.
Nuestra esencia jamás se pierde,Mónica, queda impregnada en cada uno de los seres que amamos...
ResponderEliminar¡Es tan bello!!
Besos gigantes.
Es ahora cuando te importa. Pero cuando te marches, te dará igual.
ResponderEliminarEspejo traicionero, cuando esté roto sin nuestro reflejo, en cada fragmento persistiremos o no, será lo de menos, para entonces mejor haber vivido intesa y decentemente.
ResponderEliminarBesito.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl amor es como un sello indeleble: si lo hubo, esa presencia inundará cada segundo de su vida y hasta es posible que hable con el retrato y, llegada la ancianidad, lo ponga en la mesa a la hora de la cena. Y con velas.
ResponderEliminarMagnífico (me marcho con los pelos de punta)
Un beso
Magnífica reflexión...
ResponderEliminarAbrazos.
Hay momentos de nuestra vida, que lo que refleja el espejo no nos gusta nada, pero la vida es así...
ResponderEliminarUn abrazo.
Supongo que alguien dejaremos aquí que nos recuerde con cariño o que hable de nosotros alguna vez, aunque sea mal jajaja
ResponderEliminarUn beso, Neo
algunas personas dicen que uno se queda impregnado en los retratos, en las cosas que para nosotros fueron importantes, como una especie de esencia viva que perdurará por siempre aunque nadie nos recuerde, llegará alguien que al sólo tocarlo se deleitará con nuestra energía y la hará suya hasta que la muerte también lo lleve con ella, habrá gente que se enamore de nuestros retratos viejos porque en ellos quedó grabado nuestro espiritu, colgándolos en alguna pared, soñando con haber vivido en nuestro tiempo, dicen que la energía no se crea ni se destruye, tan sólo se transforma....
ResponderEliminarMe ha gustado particularmente tu comentario Luis.
ResponderEliminarGracias a todos por visitarme!
=)
creo que se guarda en la memoria del corazón; el mejor lugar para ser inmortal :))
ResponderEliminarun abrazo
También me ha gustado el comentario de Luis, más o menos te venía a decir lo mismo, yo creo que todo queda impregnado de nosotros, yo tengo varios recuerdos de mi tía, y cuando los toco, aunque ella sigue viva en mi recuerdo, es como si la notara más cerca, y lo mismo te digo de mis padres, las gafas de él, las conservo como un tesoro, y el rosario de mi madre, de las fotos, no sé si queda algo impregnado, pero los recuerdos se vuelven más nítidos.
ResponderEliminarMe encantó leer tu incógnita. Besos.
Se dice que los espejos era un mundo distinto, conectado al nuestro, hasta que intentaron invadirlo. Fueron vencidos y castigados, condenados a repetir nuestro movimientos.
ResponderEliminarSe dice que se rebelaran y haran otra invasion, con la ayuda de los seres acuaticos. Antes habra signos: los espejos empezaran a no repetir nuestros movimientos y mostraron colores desconocidos.
la incógnita sobre si nuestras cosas sabrán alguna vez que nos hemos ido, me la clarificó Borges, por suerte a muy temprana edad, pero no deja de ser un interrogante.
ResponderEliminar¿Nuestros muros, nuestras calles... sabrán de nuestra ausencia?