"La muerte no es nada. Yo sólo me he ido a la
habitación de al lado. Yo soy yo, tú eres tú. Lo que éramos el uno para el
otro, lo seguimos siendo. Llámame por el nombre por el que me has llamado
siempre, háblame como siempre lo has hecho. No lo hagas con un tono diferente,
de manera solemne o triste. Sigue riéndote de lo que nos hacía reír juntos. Que
se pronuncie mi nombre en casa como siempre lo ha sido, sin énfasis ninguno,
sin rastro de sombra. La vida es lo que siempre ha sido. El hilo no está cortado. ¿Por qué estaría yo fuera de
tu mente, simplemente porque estoy fuera de tu vista? Te espero....No estoy
lejos, justo del otro lado del camino...Ves, todo va bien. Volverás a encontrar
mi corazón, volverás a encontrar mi ternura acentuada. Enjuga tus lágrimas y no
llores si me amas".
San Agustín.
Coincido al 100 %.
ResponderEliminarEl hilo,no está cortado.
Buena forma de recordar.
Mi respeto.
PD: la vocalista me recordó mucho a Tarja Turunen
espero que no te enfades conmigo, pero me parece haberlo leído en otro lugar, quizás algún lapsus brutos de mi parte o alguna química de haber cruzado el umbral del tiempo y he retrocedido, talvez mi mente anoche visitó tu blog adelantándose al tiempo y al espacio, de cualquier manera pido perdón por todo lo que he expresado.... son líneas muy inspiradoras, reales, palpables, como la vida, como la muerte misma.... son palabras que te hacen soñar con un mundo paralelo donde puedes refugiarte cuando la oscuridad te atrape, una escapatoria a un lugar donde el sueño cobra vida y lo es todo, en un tiempo que no existe y donde todo es posible..... besos!!!!!
ResponderEliminarSeguro que lo leíste antes Luis. Es una estupendo texto según dicen, de San Agustín.
ResponderEliminarGracias a ambos por sus palabras.
No cabe duda de que aquellos a los que amamos están siempre presentes,
ResponderEliminarMe ha faaltado la ilustración. Preciosas, bueno no es el calificativo adecuado, mejor decir exquisitas sobre todo la de las alas cortas.
ResponderEliminarNo se si es cierto que se perdura, ni siuqiera si tiene importancia perdurar. Los que nos recuerdan tambien desaparecen y poco apoco nos vamos desvaneciendo. Aun así, ¿merece la pena vivir?
Un abrazo
Nuestras personas amadas podran alejarse por unos días o para siempre, pero jamás se rompen los lazos que nos unen, ni muere el amor que nos dimos.
ResponderEliminarTodo mi cariño Neo.
Ah, pues no tengo yo mucha confianza en don Agustín, pero he de reconocer que es una hermosa teoría... que yo no puedo poner en práctica. Duele.
ResponderEliminarUn beso.
Al volver a mi blog he visto esta actualización. Son unas palabras que confortan, me he quedado un tanto asombrada de que ya pasara un año. Yo comparto lo que dicen, los que parten es como si se fueran a otro lugar, yo no los olvido, y cuando el dolor se calma, siento que no se fueron del todo, algo de ellos queda con nosotros. Un beso grande.
ResponderEliminarSnifff
ResponderEliminar♥♥♥
¿Por qué estaría yo fuera de tu mente, simplemente porque estoy fuera de tu vista?
ResponderEliminarEstá todo dicho, me has emocionado mucho. Gracias un beso grande por tu emotiva entrada que me sensibilizó, diría demasiado...
Seguro que nuestros ausentes están presentes en nuestra vida. Que ellos nos recuerden desde el otro lado, ya es otro cantar.
ResponderEliminarEl texto es precioso y desprende amor por los cuatro costados.
Un beso
Salud y República
No puede ser de otro modo. Tanto amor persiste, está.
ResponderEliminarun fuertísimo abrazo.
El recuerdo está siempre dentro de uno cuando lo recordado merece la pena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un texto precioso. Las personas a quienes amamos siempre están ahí, en nuestro recuerdo, de alguna u otra manera. San Agustín lo expresó de manera magistral.
ResponderEliminarUn abrazo
Los seres que amamos no se van para ciempre. Un gran abrazo amiga.
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