ALGUNA VEZ ALGUIEN ME CONTÓ
miércoles, 31 de julio de 2024
domingo, 28 de julio de 2024
CONVOCATORIA JUEVERA PARA EL 1 DE AGOSTO
Recibiendo nuevamente la responsabilidad de la conducción
juevera de la semana que se inicia y agradeciendo el entusiasmo con que se
vienen dando las convocatorias, avanzo con la explicitación del nuevo reto.
Esta vez la consigna
es bien sencilla y creo que dará pie a muy distintas interpretaciones: ALGUNA
VEZ ALGUIEN ME CONTÓ…
Sin que sea obligatorio iniciar el relato textualmente con
esa frase, se deberá considerar que la narrativa responderá a la premisa de rememorar
alguna historia que nos fue contada en alguna oportunidad. Ya sea algo real o
ficticio, con la forma y el estilo que más les guste, intentando no superar las
350 palabras cada participante deberá dar rienda suelta a su creatividad con la
emotividad que la evocación provoque.
El jueves iré armando la lista con los enlaces que me vayan
dejando. Recuerden que la reciprocidad de lecturas y comentarios es parte del
juego.
De paso les recuerdo que necesitaríamos anfitriones para
cubrir las fechas próximas. Pueden consultar los detalles aquí.
L@s espero!
miércoles, 24 de julio de 2024
CADA JUEVES, UN RELATO: HORROR EN EL ULTRAMARINOS
Siguiendo la propuesta de la gente del Vici Soliari, aporto este dislate narrativo disculpándome por la extensión del mismo. L@s invito a leer todos los aportes dando clic aquí y les recuerdo que hacen falta anfitriones para organizar las próximas fechas jueveras.
En aquella tienda se vendía de todo. Aún el producto más estrambótico se encontraba -seguro- en una de sus estanterías. Aceites, lejías, jabones, encurtidos, conservas. Herramientas extrañas que ni se imaginaría uno que pudieran existir. Tornillos de todos los tamaños y formas, flejes, resortes, molinetes, veletas, anemómetros, brújulas, compases, redes y lienzos. Lo que usted se le antojara o necesitara allí estaba almacenado. El tema era encontrarlo.
Si bien la mayor parte de la
mercadería estaba expuesta al público desde los múltiples estantes organizados metódicamente
de piso a techo con su correspondiente etiqueta explicativa, la cantidad de
productos acumulados en las distintas bodegas hacía indispensable la asistencia
del tendero acompañando al comprador en su búsqueda, cosa que ralentizaba el
proceso.
La reciente viuda lo sabía y
hacia allí se dirigió junto con su hija cuando la adolescente le planteó cuál
era el proyecto que debía realizar para la cátedra de Ciencias. Luego de armar
el listado de cosas que deberían adquirir, ambas mujeres se dirigieron con
entusiasmo a aquella tienda que tanto renombre había alcanzado en el pueblo y
sus entornos.
Apenas llegar reconocieron a un
joven ciclista, vecino de su casa, que casualmente estaba allí buscando un piñón
especial para su bicicleta de montaña. Demostrando su cortesía y sin disimular
la simpatía que el deportista manifestaba por la muchacha, les ofreció
compartir su turno para comprar en forma conjunta todo lo que necesitaran. Al
constatar el intercambio de risitas entre ambos jóvenes, la viuda accedió de
buen grado a la solícita propuesta. Tampoco el tendero tuvo inconvenientes, por
lo que a la búsqueda del piñón especial se habían agregado, entre otras cosas, tres
poleas, dos botellas de ácido fórmico y diez metros de cadenas de manguitos.
Mientras los jóvenes disfrutaban del recorrido
guiado y la madre se detenía a curiosear aquí y allá, en el ingreso del local,
un impaciente cazador -ansioso por revisar el sector de la armería- decidió sin
prolegómenos servirse por su cuenta.
Desde el fondo de la bodega, el tendero
supo que era riesgoso dejar que el comprador anduviese solo toqueteando armas y
municiones, por lo que con un fuerte grito le advirtió que lo esperara.
El mal genio del cazador no se
hizo esperar y respondió con más de un improperio mientras blandía la ballesta
que estaba revisando. Sin quererlo, pero a consecuencia de la mala
manipulación, la saeta que estaba dispuesta se disparó directamente al corazón
del tendero que murió en el acto.
El trágico incidente no fue
advertido por nadie más, por lo que el cazador, trastornado por el evento,
decidió ocultar el cuerpo debajo de unas bolsas de afrecho y simulando ser otro
dependiente, pretendió despachar con urgencia a la viuda y sus acompañantes.
La primera en sospechar que algo
raro sucedía fue la mujer, cuando al interrogar por el intempestivo reemplazo
del tendero recibió una excusa absurda sobre incontinencias repentinas y
familiares extraviados. Seguidamente fue la hija, quien al solicitar información
sobre la resistencia de la cadena de manguitos puso en evidente desconcierto al
torpe cazador que ya a esta altura había perdido en absoluto sus estribos y se asumía
como asesino despiadado. El último en darse
cuenta del asunto fue el ciclista, abstraído por la búsqueda de su piñón mientras
la viuda estaba siendo estrangulada con la cadena de manguitos y su hija
asfixiada dentro de otra bolsa de afrecho. Ni tiempo tuvo de averiguar sobre el
número de dientes adecuados para terrenos empinados cuando el falso dependiente
atravesó su garganta con el dichoso piñón que tanto había buscado.
Apurado por huir de la escena del
crimen, el múltiple asesino no se percató de las tres poleas que quedaron tiradas
en el piso, por lo que se tropezó con ellas cayendo torpemente sobre las
botellas de ácido fórmico que disolvió su rostro en minutos.
De más está decir que la tarea de
la policía al intentar determinar la sucesión de los hechos no fue nada
sencilla.
miércoles, 17 de julio de 2024
CADA JUEVES, UN RELATO: ESE SER HUMANO
Esta semana la querida Cecy nos propone desde su blog Deshojando Relatos la siguiente convocatoria juevera. L@s invito a sumarse y les dejo mi siguiente aporte.
Mi personaje elegido, casualmente, Vincent Van Gogh
VINCENT
Lo veo nervioso, inquieto,
callado. Escudriñando los rincones del cuarto estudiando cuál es la mejor luz,
en qué ángulo los rayos de sol inciden sobre los girasoles dormidos acentuando
el destello en que los ha soñado. Suele ser siempre obcecado en sus enfoques.
No tiene límites para sus obsesiones. Se sumerge en el juego de luces y sombras
que se derrama sobre los objetos deleitándose con los colores que sólo él ve y siente más allá de lo aparente. Descubre el sortilegio, el orden primordial en que los
matices se descomponen ante sus ojos y logra reinventarlos con cada pincelada
que sobre el lienzo deja caer. No es pulcro en sus arranques emotivos. Se deja
llevar por el impulso que nace plasmando un nuevo tinte sobre los cartones
reutilizados una y otra vez, hasta que logra el leve azul buscado o el amarillo
intenso con el que todo lo ilumina. Me empeño en comprender cómo lo logra, cómo
se lanza a desentrañar la compleja alquimia del sol sobre las cosas y no lo
consigo. No logro vislumbrar hacia donde volará antes que dé la primera
pincelada y siempre me sorprendo. Es magia lo que logra. Recrea y se despliega
con cada trazo embrionario, abordando sin prejuicio el mundo que celebra con
ojos inocentes.
–No te esfuerces– me dice –deja
que fluya la luz ante tus ojos sin que la búsqueda sea consciente–
Lo intento, pero no alcanzo a
remontar a la par de su vuelo. Me siento impotente. Tan torpe en lo que él
logra casi sin proponérselo que hasta siento celos. Una envidia inerte y
contemplativa que por ahora me alcanza para saborear el momento y creer que con
mi sola presencia, al menos, he logrado ser parte del descubrimiento.
–Pásame el ocre amarillo– me pide
–está junto al blanco de plomo–
Extiendo mi mano y se lo doy y en
el breve intercambio mis dedos se contagian del naranja de cromo con el que ha delineado
el jarrón. Siento que es un privilegio. Un regalo que me consiente el destino
con inmerecido gesto de beatitud.
jueves, 11 de julio de 2024
CADA JUEVES, UN RELATO: APRISA Y CORRIENDO
Me sumo con un texto bastante delirante a la propuesta juevera que nos deja Mag desde su blog. Para leer todos los aportes, dar clic aquí.
Ni más ni menos
A tontas y a locas
Dormirse en los laureles
Irse de boca
Una que otra
Mosquita muerta
Cave canem (cuidado con el perro)
Corpus delicti (cuerpo del delito)
Sine qua non (sin la cual no)
Mea culpa (mi culpa)
Flat lux (hágase la luz)
Ex abrupto (de improviso)
CADUCO
A su cargo había estado el Archivo
“de las palabras viejas”, como le llamaban a tontas y a locas los jóvenes,
apurados siempre por abreviar conceptos y ridiculizar la solemnidad de las
tradiciones. En realidad el título formal y correcto de su oficina era “Archivo
y Clasificación de Locuciones Pluriverbales Fijas de las Lenguas Occidentales”
un pequeño y pulcro rincón dentro de la estructura que el Ministerio de Cultura
venía sosteniendo sine qua non para su funcionamiento desde sus inicios.
Aquel apartado sector de la Administración
Pública había sido, ni más ni menos que su reino desde el día en que asumió y al
que, sin dormirse en los laureles, se había dedicado con fervor. Organizando
los añejos volúmenes en forma simplificada, Juan Sinnombre logró aumentar la
eficiencia de aquel tesoro almacenado. Todo un logro que, igual que su persona,
a nadie más llegó a importar.
El menosprecio hacia su tarea fue
aumentando con la modernidad a la par que su carácter se agriaba sin remedio. Más
de uno se fue de boca denostando en público su colección de viejos
vocablos. “Cave canem”, garabateaban los imberbes en su puerta, burlándose
de su poca sociabilidad. No faltó una que otra mosquita muerta pasándose
de lista haciéndole creer que se interesaba por el origen de alguna de sus
expresiones favoritas -como el célebre ¡flat
lux! al que solía hacer mención cada vez que encendía su lámpara- con
el sólo fin de humillarlo.
Pero su verdadero drama llegó
cuando la tecnología irrumpió y ex abrupto pasó a adueñarse de toda
la Administración. Poco a poco una Inteligencia Artificial reestructuró los
engranajes del sistema de gestión, eliminando los distintos departamentos
considerados innecesarios, por lo que tareas como la suya no tardaron en desaparecer.
A partir de ese momento el
castigado funcionario sintió que se acababa su vida, por lo que un mal día
decidió suicidarse teatralmente. Sabiendo que a determinada hora se detenía el
suministro de oxígeno en las secciones clausuradas, optó por quedarse
trabajando en su cubículo hasta quedar desvanecido. Quería que al día siguiente
le hallaran como el corpus delicti de una
falla tecnológica y de alguna manera su dedicación al trabajo fuera
reivindicada.
Pero un
detalle sin considerar arruinó sus planes: las tareas de limpieza habían sido
totalmente automatizadas con la llegada de la IA y no habría quien lo
encontrara. —Mea culpa— alcanzó a balbucear mientras el aire se agotaba en
sus pulmones. Cayendo en la cuenta que ninguna persona pasaría ya por su rincón,
Juan Sinnombre, se resignó a morir sabiendo que nadie jamás lo notaría.
sábado, 6 de julio de 2024
DE VUELTA
Despues de una árdua semana de estrés y complicaciones, retomo el blog lamentando no haber podido conducir este encuentro que ya acaba y que agradezco que haya continuado pese a la abrupta interrupción. Por fortuna mi marido ya se está recuperando en casa y espero poder ir acomódándome totalmente al ritmo habitual.
Celebro que el entusiasmo juevero no haya decaído, dando pie a las variadas historias que seguramente pronto podré disfrutar. Quiero agradecer a todos los amigos que me alentaron en este trance, valorando cada palabra de buenos deseos que han tenido la gentileza de dedicarme. Las agradezco de corazón.
Por supuesto, dentro de todos los cálidos gestos de apoyo, quiero destacar la generosidad de nuestra querida Campirela, quien rápidamente tomó la batuta y se apuntó para organizar en su blog la lista de participantes. Muchísimas gracias por la rápida y eficiente actitud para sacar "las papas del fuego", amiga. Eres un sol.
Gracias de nuevo y besos para tod@s!
miércoles, 3 de julio de 2024
MIL DISCULPAS
Gente. Por problemas personales no puedo hacerme cargo de la conducción de este jueves. Pueden leer los textos participantes a medida que dejen su link. Un abrazo