Esta semana nos convoca Dorotea, desde su blog, invitándonos a escribir incorporando al menos tres metáforas en el texto. Les dejo mi aporte:
BOHEMIA
Ajeno a las convenciones de una
sociedad que en apariencia desprecia pero en realidad busca usufructuar sin
esfuerzo, el bohemio parisino despierta a medio día, luego de una larga noche de
juerga y hadas verdes en el Moulin de la Galette. Apenas molesto
porque su cacareante reloj de plumas
no atinara a despertarlo a la hora en que el sol suele despuntar el alba, reconoce
que últimamente la absenta ha estado pegándole fuerte. Aterido de frío improvisa
con un rasposo cubrecama una especie de robe
de Chambre mientras escarba en su bolsillo por su último fósforo. Raspando
sin vergüenza el abollado tarro del café, se prepara sin prisa lo que debería
ser desayuno y en cambio, dada la hora y su perenne bancarrota, resulta ser
también frugal almuerzo acompañado por el croissant
olvidado que dejara su postrera musa. Mientras lo devora atorado, piensa en lo
difícil que le está resultando -de un tiempo a esta parte- conservar sus chicas. Quizás los sucesivos ataques que se
estaban registrando por la zona habían repercutido en la escasez de modelos
dispuestas a llegarse hasta su oscura
guarida de óleos, sueños y pinceles. Enfrascado en esos pensamientos estaba cuando de improviso le llegó el rastro de
un recuerdo que antes buscó ser olvidado: la voz desencajada de una mujer
gritando junto al Sena lo atravesó, vívida y espeluznante. Por un instante tuvo
la certeza de haber sentido entre sus dedos la última bocanada de aire que espirara
aquella noctámbula. La sola idea lo espantó al punto de hacerle caer la taza
que sostenía entre sus manos, esas mismas manos que recordaba sentir transformadas
en garras alrededor del cuello de la desdichada. A medida que se esforzaba en
aclarar su cabeza, los vapores del ajenjo consumido en la víspera reverdecían en su memoria surgiendo como un
monstruo macabro haciendo gala de sus excesos ante su conciencia atónita: al
fin pudo visualizarse la noche anterior –ya sin nieblas ni filtros atenuantes-
a orillas del Sena, alucinado y demente, estrangulando sin miramientos a la
sumisa pelirroja que pocas horas antes había inmortalizado en su novísima tela.
La entrada es muy buena, pero eso no me sorprende lo que me ha llamado la atención son las metáforas que has empleado, nunca las había leído y bueno otra cosa más que se aprende. Muchas gracias Neo .
ResponderEliminarUn besazo y muy feliz semana.
Las metáforas utilizadas no son habituales, pero entiendo que una metáfora es una forma poética de referirse a algo más allá de su nombre, y he dejado soltar más imaginación para armar el relato. Te agradezco la visita, Campi. Un abrazo
EliminarUf un relato realmente magnífico, tan exquisito y con imágenes del mundo bohemio del viejo y nuevo Paris.
ResponderEliminarY como si fuera poco con un final espeluznante que a pesar de haber mencionado la absenta no se logra ver ni asociar hasta la última escena. ¡Me ha encantado!
Un fuerte abrazo
Muchas gracias Luz, me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarHas elegido, o creado, unas metáforas increíbles. Nunca las había escuchado y me encantaron.
ResponderEliminarUn abrazo
Se me ocurrieron, Albada. Entendí que esa posibilidad estaba dentro de la consigna. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarHas hecho un alarde de conocimientos, las metáforas tienen un lugar y unas características que has sabido utilizar, el resultado es un relato situado en esa rivera del Sena que es arte vivo. Abrazos
ResponderEliminarQuise buscar inspiración en ese Paris de principios de siglo XX, lleno de arte y bohemia. Muchas gracias Ester. Un abrazo
EliminarMe ha gustado tu relato de época,aquella época bohemia parisina,bañada de verde absenta, musas, sexo y cómo no, miserias.
ResponderEliminarPerfectamente relatado nos adentras en ese paisaje de moral relajada, a veces carente de sentido y que en este caso, con la obnuvilación y tal vez, con ese interior brutal o embrutecido, da paso a acontecimientos macabros y terribles.
Un relato que atrapa la atención de principio a fin.
Muy bueno, Mónica.
Un abrazo.
Te agradezco mucho cada una de tus palabras, José. Me alegra que así lo interpretaras. Un abrazo
EliminarHola, Moni.
ResponderEliminarFelicitarte por tu texto y por el empleo de esas metáfora que, como son, sirven para ensalzar el escrito y darle un toque diferente a algún término. Me gusta el de "hadas verdes", muy elocuente.
Has descrito tan bien la situación y los detalles que se visualiza perfectamente.
Un beso enorme.
Me alegra y me estimula tus amable comentario Mag. Muchísimas gracias. Un fuerte abrazo
EliminarMuy generoso tu comentario Maricarmen. Me alegra haber conseguido reproducir esa atmósfera parisina. Te agradezco cada palabra. Un abrazo y muchas gracias
ResponderEliminarPrimera vez que oigo hablar de "la absenta". Que horrible, debería de estar prohibida en todos los países. Tu relato es in crescendo escalofriante y has recreado ese ambiente bohemio y más que bohemio, inmundo como todo lo que tiene que ver con decadencia, drogas y asesinatos, u homicidios (como en este caso que el sujeto no era consciente de sus actos).
ResponderEliminarBesos, Mónica
Totalmente de acuerdo Myriam. Además de las diferentes opiniones sobre el daño que produciria el brebaje, la forma en que dicen se tomaba, siempre me pareció cercano a esas pociones que, imaginamos, preparaban brujas y alquimistas. Gracias x pasar y leer Myriam. Un abrazo
EliminarPD- Me fui a Wikipedia a leer un poco más y sí, conocía de la existencia de esa droga con el nombre de ajenjo, que de hecho, mencionas en tu texto. Claro que hoy hay tantas sintéticas, que para ellas se aplica también lo que digo. Y lo más triste es que jóvenes que experimentan con ellas, no saben que muchas producen esquizofrenia, por ejemplo.
ResponderEliminar😀👍😘
EliminarMe encanta tu texto, Neo, y las metáforas tan originales que has utilizado. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias María. Me alegra que te hayan gustado el relato y las metáforas. Un abrazo
EliminarPrecisamente el otro día supe que la absenta se extrae de una planta que va bien para muchas cosas: la artemisa. Tu relato pone los pelos de punta y te hace consciente de que llegar a tal nivel de descontrol tiene fatales repercusiones. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarActualmente hay diferencias sobre los efectos de esta bebida, y sin buscar polémica, sólo se me ocurrió dejar volar mi imaginación en torno a esto que suele asociarse con la bohemia parisina del siglo pasado. Muchas gracias por leer con atención Moli. Un abrazo
EliminarFelicidades Neo, un relato muy original como las metáforas empleadas. Un viaje por la decadencia del ser humano bajo la influencia de las drogas.
ResponderEliminarUn abrazo Neo🌹
Ubicado específicamente en ese ambiente bohemio del Paris de comienzo de siglo XX, que, imagino, fue muy dado a los excesos. Muchas gracias Dakota. Un abrazo
ResponderEliminarNeogeminis, hola, me ha encantado tu relato desde el principio hasta su fin, las metáforas increíbles, gracias por compartir.
ResponderEliminarAbrazos.
Lola
Bienvenida Lola. Agradezco mucho tu visita. Muchas gracias por cada palabra. Un abrazo
EliminarDe nuevo nos regalas un relato trepidante y completo en cuanto a escenario y trama. Me encantaron tus metáforas. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra y agradezco tu atenta lectura, Jorge. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarUn relato sombrio, que inquieta. Los psicopatas que son asesinos son ciertamente criaturas fascinantes, horrendas. Con tus letras te internas en el misterio de una mente retorcida. Muy bien contado
ResponderEliminarQuizás el tipo era ajeno a su vena asesina y sólo fue el verde brebaje el culpable del asunto. Me alegra que te haya gustado el relato, José. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarLa metáforas son buenas y originales, todas(, y no es lo mismo que comparaciones), pero ha encantado la del reloj de plumas. Vengo ahora de una lectura de poesía, donde en uno de los poemas se mencionaba la abesenta, bebida de la que no se duele oír hablar. No sé cómo era la de París de principio de siglo, pero la que venden ahora, es un destilado de entre 60 y 70 grados, en vez de los 40 que tienen la ginebra o el vodka. Yo no la he probado quiero a primera vista no parece que sea muy buena para la garganta.
ResponderEliminarBesosss Monica
Hola Gabiliante! La verdad es que yo tampoco, pero esa forma en que he leído que se preparaba disolviéndola con azúcar y agua fría sonaba ya a brebaje místico, sabiendo que era propicia para alucinar. Me he permitido "tocar de oido" en este tema que en verdad no conozco jajaj. gracias por leer. Un abrazo
ResponderEliminarRelato bien intenso...
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Pedro. Un abrazo y buena semana!
EliminarEsas noches a la orilla del Sena, donde ocurren tragedias y amores...
ResponderEliminarBuen relato.
Un placer leerte
Beso
Me alegra que te gustara. Un abrazo, Charly y gracias por pasar y leer
EliminarUna vez atrapada su belleza en un lienzo, no quiso quedarse a ver como su cuerpo se estropeaba y su belleza se evaporaba como un mal recuerdo.
ResponderEliminarNo digo que me parezca bien, sólo que lo entiendo ;)
Una posibilidad para la reacción bajo el influjo del brebaje 😏. Gracias por leer y comentar Beauseant. Un abrazo
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