miércoles, 27 de octubre de 2021

CADA JUEVES UN RELATO: Calor de Hogar

 Me sumo a la convocatoria juevera de esta semana con el siguiente relato. Para leer todas las historias, pasar por el blog de Moli del Canyer.


CALOR DE HOGAR

Luego de una larga de noche de miedos, llantos y temblores, al fin logra convocar a sus muertos para que acudan en su rescate. Acurrucado en el rincón por donde suelen despuntar los breves rayos de sol que llegan a aquel infierno apenas al alba, logra evocar por un momento el calor de su hogar y los olores de su infancia: la leña ardiendo, el pan recién horneado, la gallina y las cebollas macerándose en su potaje. Las doradas naranjas ofreciendo su dulzor desde lo alto. Las flores recién cortadas, el café matinal, la brisa del mar y la sal que cubre su piel curtida y bronceada. Entre luces los ve llegar: su padre y Miguel, su madre con su hermana entre los brazos, sus abuelos llamándolo a cenar y los perros correteando con él entre la orilla y el huerto.

Sumergido en la magia potente de sus recuerdos aleja en su mente todo lo que lo envuelve: el encierro, el hambre, el frio, la mugre y las miserias propias y ajenas. El estruendo de la puerta de rejas,  los gritos de los guardias, la orden de desalojar, el terror en la mirada de los prisioneros, los llantos silenciosos, los quejidos, el dolor al intentar caminar, las heridas que se reabren, la certeza de lo inminente, los arrepentimientos, los odios contenidos, la conciencia del punto final. Ante el paredón agujereado por cien ráfagas precedentes los hacen parar, sin que el duro aguacero altere los planes de ajusticiamiento. Ya no queda en sus rostros, vestigios de épica alguna o de dignidad. Se han vuelto sombras. Sombras tristes de lo que antes fueron.

Sólo él, bajo la llovizna, conserva en su temple algo distinto. Da la impresión que aún no ha muerto su alma habiendo estado entre barrotes.

Cuando el oficial a cargo vociferó la orden de “apunten” presintió con nitidez la calidez de sus amados llegando para confortarlo. A la orden de “fuego” ingrávido y sereno -por fin libre- se lanzó a volar.

41 comentarios:

  1. Pues no se que decir, me he quedado fuera del relato, le has dado la vuelta, creo que este aporte tuyo será el mas aplaudido. Abrazos

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    1. Hola Ester. Tenía miedo de haberme ido demasiado del tema. Agradezco tu comentario. Un abrazo

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  2. Es un relato triste, no se si podre tener la misma fuerza y entereza del protagonista si yo estuviera en el mismo predicamento

    Retrataste a un ser muy valiente. De gran fortaleza interior.

    Sin embargo si un día he de estar en una situación similar, recordare este relato con especial alegría

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    1. Espero que nunca tengamos que vivir algo parecido en carne propia. Muchas gracias por leer con atención, José. Un abrazo

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  3. Estar entre rejas debe ser una experiencia única y más cuando vas a ser fusilado ante un paredón, vienen los recuerdos de tus seres queridos y si esta vez están muertos los aclamas como bien dices para que vengan a por ti...Un relato con una profundidad inmensa. Bravo Mónica. Un beso y muy feliz resto de semana.

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    1. Me alegra que así lo hayas interpretado, Campi. Muchas gracias. Un abrazo

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  4. Hola Neo, es tan triste como impactante. Has reflejado el final de alguien que se libera con la última pena...entonces es cuando le vendría los recuerdos a su memoria del calor del hogar que debió tener en su infancia, francamente, lo veo un gran relato, intenso con un protagonista valiente y con entereza ante su final.

    Un beso.

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  5. Buf me ha impactado ese final. No lo esperaba. Tu si que sabes darlo un giro brutal. Excelente. Te felicito.

    Besos.

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    1. Me gusta sorprender o "golpear" con los finales, muy cierto jejeje. Gracias por leer y comentar, María. Un abrazo

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  6. si alguna vez muero... que moriré, el calor de mi madre calentará mis fríos penetrantes. Una madre es para mi el verdadero hogar. Tu personaje ante una situación irreversible y límite calienta sus penas con recuerdos . Un abrazo

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    1. Coincido Rodolfo. No debe haber dos palabras más semejantes. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

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  7. Hola, Moni.
    He leído un relato lleno de fuerza y de vida a pesar de lo agreste de la historia. Sus recuerdos, su mente atrapada entre aquellos recuerdos. Su lucha entre esos barrotes donde ya los recuerdos carecen de importancia, solo el sobrevivir, mal vivir para, al final, hallar el verdadero hogar, la libertad del alma aunque sea de una manera así pero tú relato me ha dejado, como siempre, con el regusto de lo bien hecho.
    Un beso muy grande.

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    1. Agradezco y valoro mucho tu comentario, Mag. Me alegra que te gustara el relato. Un abrazo y muchas gracias por tu atención

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  8. Me alegra que te gustara Mari Carmen. Muchas gracias. Un fuerte abrazo

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  9. Estar en una prisión pero poder escapar al hogar gracias a la memoria. Supongo que si de sus seres queridos sólo quedaban los fantasmas, su muerte solo implica alcanzar la felicidad.
    Me gustó mucho, Neo ;)
    Un besazo

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    1. Me alegra que te gustara Dafne. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención

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  10. Por mitad del relato pensaba aquello de " cualquier tiempo pasado fue mejor" y acerté mas de lo que pensaba. Lo malo de morir es lo que te pierdes U que no sepas si es bueno o malo. ¿Es mejor malo que nada?
    Besosss sorprendenteMoni.

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    1. Intento sorprender con los giros finales. Temo forzarlos demasiado. Muchas gracias por tu amable comentario, Gabiliante. Un abrazo

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    2. Nada de que los fuerzas demasiado. Los finales son primordiales, sobre todo para los que somos más "ficcionistas". Si hace falta se sacrifican las pistas intermedias.
      Besosss Mónica

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    3. Muchas gracias x tus conceptos, Gabiliante. Un abrazo

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  11. Uf... Es que empiezas a leer y piensas en una vida pasada hermosa que por alguna razón se perdió. Y de pronto, un cambio radical, un palo y el desconcierto hasta el drama final.

    Muy bueno, inesperado con un tema que va retorciéndose hasta el extremo.
    Un abrazo.

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    1. Te agradezco tu visita y comentario, Luz. Me alegra que sorprendiera el final. Muchas gracias por tu atención. Un abrazo

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  12. Y es que un buen hogar de infancia te abraza toda la vida e incluso a la hora de morir. Buen relato, besos.

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  13. ¡Soberbio texto!. ¡Magnífico!. Se me han saltado las lágrimas leyéndote.
    Me ha conmovido tanto que no puedo seguir escribiendo.

    Besotes

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    1. Ohhh Myriam! No sabes cuánto me emocionan tus palabras! Muchas gracias! Me alegra que te gustara el relato. Un fuerte abrazo y muchas gracias por leer con atención

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  14. En los momentos más difíciles de la vida es cuando el calor familiar se hace patente para sobrellevar las penas e incluso dignificar la muerte.
    Besos Neo.

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    1. Te agradezco mucho tu comentario Tracy. Lo valoro y me emociona. Un abrazo

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  15. Estar en un lugar ajeno, frío, distante a la realidad de uno debe agudizar esos recuerdos donde te sentías pleno. Tal vez llegar a ese punto justo de fin lo traslado a una vuelta hacia lo que tanto anhelo.
    Besos, Mónica

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  16. Siempre son necesarios cobardes e ignorantes para poder asesinar sin tener cargo de conciencia.
    Un placer leerte
    Beso

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    1. Las guerras y las persecuciones, tan absurdas como humanas, eso son : oportunidades para que la cobardía y la ignorancia afloren sin remordimientos. Muchas gracias por pasar y leer, Charly. Un abrazo

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  17. Me parece tremendo desde el punto de vista humano, vuelta al hogar desde un punto de vista más religioso.
    No sé si mi interpretación es correcta.
    Por otra parte, encantado de volver a leerte. Un abrazo.

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    1. Así quise expresarlo: volver espiritualmente al hogar donde fuimos felices. Me alegra reencontrarte, Juan Carlos. Un abrazo

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  18. Simplemente genial. La mente buscando refugio ante el inmediato final. No sé realmente porqué, posiblemente por la escena que barrunta el final, me vino a la mente el mejor inicio de una historia que haya leído, precisamente ése inicio que dice "Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía...
    En este episodio, como en el tuyo, los recuerdos de infancia son ése refugio seguro, el lugar donde reside la paz del alma.
    Magnífico amiga.
    Un abrazo.

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    1. Cierto, Jorge. Ahora que lo señalas noto la correlatividad. Juro que no fue intencional, jeje. Te agradezco mucho tu amable y generoso comentario. Un abrazo

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  19. Un gran relato, en momentos duros el calor del hogar se hace presente de alguna forma.

    Besos Mónica😘

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  20. Terrible relato por esa situación del protagonista que se debate entre esa falta de libertad y la muerte que le espera y donde la mente, a través de esos recuerdos lo liberan, al menos espiritualmente.
    Terrible pero bueno y bien conducido,con ese brillante giro en su final.
    Un abrazo.

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