Sumándome a la propuesta juevera de esta semana, aporto el texto que me inspiró el tema que nos hace Mag desde su Trastienda. Tanto en forma como en contenido resulta bastante caprichoso, pero así quiso nacer. Mis disculpas!
MENTIRA... O MI VERDAD
Tengo en el haber de
mi conciencia una culpa que me quema y me quita dignidad.
Tiene cierta forma de
mentira y se me oculta en lo profundo, atacando sin piedad.
Ella, como monstruo
agazapado se presenta de la nada y con el peso de su historia se me carga a mis
espaldas reclamando no olvidar.
No me deja, por su agobio,
que camine bien erguido cuando busco regodearme frente a todos los que aplauden
mi progreso en sociedad.
Se entretiene
atormentando mis conceptos de avanzada, contrastando -en su defensa- lo que
llama “integridad”.
No me deja
contestarle con discursos exitistas, no permite que razone evaluando resultados
o mostrando mi dialéctica fluida, la que indica que nos vamos sosteniendo y valorando
frente al mundo por los logros obtenidos, escalando en jerarquía sin un freno
irracional.
Esa culpa, que aflora
del abismo de un pasado variopinto -tan mediocre y desteñido que pretendo sin tristezas
desterrar- no me deja ya dormir a pierna suelta. No me alienta. No me exime. Me
señala. Me incrimina. Me atosiga con reclamos y con quejas. Me llena de
ansiedades y de dudas. Me hace en mí rumbo tambalear.
Me susurra, en su malicia,
desdichadas consecuencias que me niego a considerar: no tengo de qué
avergonzarme, no me pesan mis mentiras, le digo -porque las llamo mi propia verdad-. No siento haber hecho ningún daño, aunque de eso
prefiera no hablar.
Creo que al fin, las
mentiras no son tales, si con arte las adorno y las disfrazo en mi forma de
contar.
(del Diario de un/a
hipócrita)
El texto recuerda aquel estilo de antaño, a la poesía medieval, a las canciones populares. La mentira tiene mas de una verdad y reconocerlas es trabajo arduo si nos acomodamos en ella. Unos abrazos
ResponderEliminarEs así Ester. Una vez que la urdimbre de la mentira comienza a tejerse, llega un punto que no puede parar, y se convierte en una red que nos atrapa y en ella terminamos ensartados. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención
EliminarLas mentiras llevan, muchas veces, apellido de verdad. Es lo que decía en la presentación, hay mil mentiras y su credibilidad depende de quien la cuenta aunque haya siempre un atisbo de duda.
ResponderEliminarTu texto tiene musicalidad. Las letras parecen bailar en ese impás de aparente remordimiento y en ese halo de certeza. Pero, como los secretos, si no se cuentan, no se saben.
Muchísimas gracias por sumarte una vez más a mis convocatorias, Moni.
Un placer tenerte en los jueves.
Un beso enorme.
El tomado del texto se si armó solo, como la red de una mentira cuando nace, jaja. Me alegra haber podido aportar un relato a tu propuesta, MAG. Un abrazo
EliminarPues es una reflexión con rimas estupenda. Hay mentiras casi imposibles de evitar.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día
Una vez que se comienza a mentir, difícilmente se puede parar. un abrazo y muchas gracias por leer, Albada
EliminarMuy bien Neo, hay mentiras que tiene sus matices como todo en la vida. Y en ellas se encierran verdades que si las dijéramos de sopetón causarían más efecto que la propia mentira. Un fuerte abrazo y muy feliz semana.
ResponderEliminarSería muy difícil asegurar que no se ha dicho una mentira sin mentir en esa misma aseveración, Campi. Un abrazo y muchas gracias por tu reflexión
EliminarDebíamos escribirle una anotación al diario del hipócrita: cuida de la memoria que hay que hay que gastar mucha para recordar las mentiras.
ResponderEliminarMuy interesante esa prosa rimada.
Besos.
Sabía acotación para agregar a ese diario, Juan, jeje. Muchas gracias. Un abrazo
EliminarJuan, vengo de leer tu post de despedida y sumándole la tristeza que aflora en tu último poema no puedo sino decir que tu sentimientos desbordan la pantalla. No acepto un punto final a los amigos. Más vale dejar siempre abierta una hendija aunque más no sea una leve posibilidad la que se avizore. Démosle cabida siempre a la esperanza. Un abrazo muy fuerte.
EliminarAprendemos a contar nuestra parte de la verdad intentando construir una imagen aceptable para vivir en sociedad. De otra forma, si no nos pudiéramos ningún filtro, sería muy difícil la convivencia. Un abrazo Maricarmen. Me alegra que te gustara
ResponderEliminarUn relato muy musical en sus palabras y que trata un tema inportante dentro de la mentira:la justificación, la culpa, la duda ante realmente quién se es, porque al final, cuando se adopta un personaje, en este caso para escalar posiciones sociales y de reconocimiento, acaba por preguntarse, quién de los dos es realmente y sigue con la justificación por una parte y la culpa por la otra. Es la voz de la "conciencia" de alguno de los dos personajes que confluyen en uno.
ResponderEliminarMuy buen relato.
Un abrazo.
Me alegra haber conseguido transmitir esa idea, José Luis. Si bien nadie está exento de haber dicho más de una vez alguna mentira, hay gente que se construye una falsa imagen con el objetivo de escalar posiciones a toda costa. Te agradezco por tu atenta lectura. Un abrazo
EliminarMuy interesante como al final la hipocresía le gana el pulso a la conciencia. Es como si el hipócrita al fin y al cabo no le quedase más remedio que engañarse a sí mismo porque tiene que seguir "habitándose". Una lucha interna muy bien expresada. Mónica, un abrazo
ResponderEliminarSupongo yo que existe una lucha entre la autojustificacion y la conciencia. Me alegra que te gustara. Un abrazo Esther. Gracias x leer
EliminarHas hecho una disección de la mentira, tanto en su parte externa como interna
ResponderEliminarque es un tratado filosófico para reflexionar sobre él.
Besos filosofa y pensadora.
Muy amable Tracy. Me alegran y halagan tus palabras.muchas gracias. Un abrazo
EliminarRepite una y otra vez una mentira y terminas convirtiéndola en verdad, haciendo que hasta la propia mente se refugie en esa hipocresía.
ResponderEliminarMe gustó mucho el estilo utilizado.
Un gustazo siempre leerte.
Abrazos.
Gracias Jorge. Intenté reflejar el mecanismo por el que intentamos convencernos y justificar una mentira que nos benefició, disimulando la falta de dignidad de la acción ante nosotros mismos. Te agradezco por tu reflexión. Un abrazo
EliminarSuena (nunca mejor dicho) a traicion que no puede ser descubierta, porque el traicionado murio y ya solo resuerda uno, que es el protagonista. Toda el exito, popularidad y fortuna monetaria, basados en una hecho reprobable. suena a fortuna de tiempos revueltos
ResponderEliminarbesoss Monica
Un muy adecuado posible antecedente que dio origen a la culpa que lo atormente. Muchas gracias Gabiliante por leer con atención. Un abrazo
EliminarAsi es, mentir requiere que el autor de esas historias falsas sea el primero en creerselas, y estos son los peores mentirosos. Aunque parece ser que en el mundo de hoy cierta falsedad es requerida para moverse en sociedad
ResponderEliminarCiertamente. La sociedad parece aceptar y estimular la tolerancia ante la mentira siempre y cuando venga desde el poder o del "éxito". Así nos va. Un abrazo y muchas gracias por leer y comentar
EliminarSi no pesan no parecen mentiras, aunque haya quien se flagele con ellas. Bello texto Mónica, besos.
ResponderEliminarQue gran verdad Molí! Aunque algunos cínicos se las ingenian muy bien para ignorar las propias. Un abrazo y muchas gracias por leer
EliminarHabría tanto que contar sobre las mentiras y las hipocresías sobre las que se sostienen tantas cosas, que quizá si rascásemos un poco nos desaparecíamos como arena llevada por el viento. Es el tuyo una barbaridad de texto que da mucho que pensar.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
pd. Gracias por avisar a la coordinadora. Ni me di cuenta de que no se había grabado el comentario.
Me alegra que te gustara Max, como también me alegra el hecho que retomaras tu actividad juevera. En realidad, como Mag tiene revisión de comentarios, tu aviso demoró en verse, por lo que erróneamente asumí que te habías olvidado de avisar, pero después vi que no había sido así. Un abrazo y muchas gracias por tu visita y atenta lectura
EliminarEn el fondo, todas nuestras vidas son mentira...
ResponderEliminarBesos.
Si escarbando profundo, sí lo son, Pedro. Te agradezco por pasar y leer. Un abrazo
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ResponderEliminarHay que ser muy integro para decir que jamás miento, incluso entonces seguro que miento. Y nuestra verdad no es la verdad verdadera.
Un placer leerte
Beso
Así es Charly. Nadie resistiría un análisis más o menos profundo. Un abrazo y muchas gracias por leer
Eliminar¡Genial! Te ha quedado bordado todo el proceso, con culpa incluida, y como si fuera poco, forma de poema. Realmente te felicito. Beso enorme.
ResponderEliminarTe agradezco y valoro mucho tu comentario, Myriam. Muchísimas gracias por tu entusiasmo. Un beso
EliminarLa mentira tiene sus verdades, mas un montón de excusas, muy bueno como siempre, Neo
ResponderEliminarAbrazo
Te agradezco Mujer de Negro. Un abrazo
Eliminarcomo criaturas superiores se nos metió en nuestras mochilas la conciencia. Llevamos un juez implacable con nosotros que dirige nuestra forma de ser o actuar que junto a normas sociales complementan nuestras evaluaciones sobre lo que si o no está bien.
ResponderEliminarEste último complemento social nos evalúa según época que verdes pueden ser mentiras o falsas en función de permisividad social que terminan por cincelar nuestra conciencia. Un abrazo
Me gustó tu consideración sobre la conciencia y la relación con cada época. Muy certera. Un abrazo y muchas gracias por leer con atención, Rodolfo.
EliminarLas mentiras que se cargan en lo más fondo del alma, y que de tanto repetirlas se tornan verdad.
ResponderEliminarUn besazo, Neo
La estrategia de los grandes mentirosos, primeramente es creer sus propias mentiras. Después no tienen freno. Un abrazo Dafne, gracias por pasar y leer
EliminarLa verdad se puede disfrazar de mentira. Según cada persona. Luego uno se puede sentir mal.
ResponderEliminarBuenos versos.
Besos.
También la mentira se disfraza habitualmente de verdad. Creo que es más frecuente. Un abrazo María. Muchas gracias por leer y comentar
EliminarYo que ya estoy con el pijama puesto jajaja 💚, me voy a ir a dormir acunándome con la rima tan bien rimada de tu poema.
ResponderEliminarComo dice Myriam " te ha quedado bordado"
Buenas noches.
Un abrazo.
Muchas gracias Berta! Que duermas bien!🤗
ResponderEliminarToda verdad tiene algo de mentira... Los arrepentidos siguen durmiendo más antes que después.
ResponderEliminarLa mentira guarda silencios difíciles de aguantar, pero siguen ahí, en un mundo de sordos, ciegos, y mudos.
Un estudio desveló que seis de cada diez personas mentían al menos una vez durante una conversación de diez minutos. ¡La mayoría de ellos ni siquiera se daban cuenta de que lo hacían!
Muy interesante eso que cuentas del estudio sobre las mentiras que dice la gente sin siquiera darse cuenta, Gustab. Un abrazo y muchas gracias por reflexionar a partir de mí escrito.
EliminarLas mentiras, a veces, dejan un poso de mala conciencia. Pero son consustanciales a la vida. Quién no adorna un poco su relato cuando se lo cuenta a un amigo. De otro modo, la existencia sería de una insipidez preocupante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaja es cierto. Si no adornaramos un poco las cosas, pocos habría que pudieran contar sus "aventuras" . Muchas gracias por pasar y leer José Antonio. Un abrazo
EliminarQue maravillosa poesía. Me ha gustado mucho, Neo. Es original, esta bien escrita, tiene una musicalidad preciosa y esconde mucha razón. Un aplauso de mi parte.
ResponderEliminarUn beso
Muchísimas gracias Blue. Me alegra que te haya gustado el texto. Un abrazo
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