De la mano de Inma y con el tema de las mudanzas, me sumo a la convocatoria juevera de esta semana con el siguiente texto. Para leer todos los relatos pasar por su blog
"No es posible escapar de uno
mismo": éste es tanto el temor como la esperanza de la gente que se muda.
ANNE FADIMAN
A medida que empaquetaba copas y platos con el cuidado que
las cosas frágiles merecen, pensaba en los íntimos sucesos del pasado atados a
cada una de ellas. El jarrón heredado de la abuela Clara, los platos que compró
junto con su madre antes de casarse, el espejo redondo de su habitación desde
donde vio reflejadas sus únicas y deslucidas experiencias amatorias… cada pieza
de vidrio o porcelana que iba envolviendo cuidadosamente con varias capas de
hojas de periódicos y acomodando luego en una sólida caja de cartón, resultaba
ser testimonio invaluable a la hora de hacer el repaso mental que semejante
decisión ameritaba. Abandonar de cuajo la vida conyugal después de tantos años
construida, seleccionar e intentar apartar los malos recuerdos de los que bien merecen
conservarse no era una tarea fácil, tampoco satisfactoria.
Haber llegado hasta ahí, hasta ese punto de la vida en que
mirar atrás resultaba ser más un ejercicio impúdico de tristeza que el repaso
de una etapa de crecimiento, no era algo que le sirviera para juntar fuerzas abriendo
ilusionada las alas hacia nuevos horizontes. Aquello había sido una decisión no
buscada, algo no deseado, tan solo la forzosa consecuencia de haber tenido que
comprobar que lo que nunca quiso ver era totalmente cierto, que la traición de
quien debía respetarla –al menos- llegaba más hondo de lo que hubiese imaginado,
y partir dejando todo atrás se volvía ya inevitable.
Aunque la felicidad no resultaba ser el lazo que lamentaba
romper -ya que nunca había existido- el miedo a tener ahora que repensar su
vida y su propia condición la aterraba. Estaba acostumbrada a dejarse llevar,
aparentando ser lo que se esperaba que fuera, siempre flotando a favor de la
corriente entre quienes no tienen ya esperanza de hacer algo en esta vida más
allá que sombra, bulto e intrascendencia. Sentía que la etapa de soñar había
pasado ya, pisoteada por la resignación de aquella chatura gris a la que llamaba
vida de hogar y en la que ciegamente había buscado refugio y protección por
tantos años, por lo que a la hora de empacar, poco y nada encontraba entre
aquellas cuatro paredes que de verdad hubiese sido realmente suyo, tampoco
deseos vitales para rescatar y volver a encender después de tanta apatía.
Acomodando viejas fotos se encontró, de pronto, frente a alguien
que alguna vez fue y ya no recordaba. Con la frente alta contemplando
ilusionada un horizonte de cielos abiertos, la sonrisa franca y gestos
irreverentes de niña traviesa, aquella que en otro tiempo supo garabatear unos
versos aún legibles en el envés de la vieja foto, le extendía desde lejos un
conmovedor mensaje:
“No digas que son los
otros
la causa de tu fracaso
ni tu impotencia la excusa
para quedarte en la
trampa.
Abre los brazos y salta
cuando estés frente al
abismo
verás que el viento te
eleva
mientras te nacen las alas
si es que te guían los
sueños
...y si te alivias de
cargas.”
Un relato que te lleva a la encrucijada, de lo que fue, lo que es y la oportunidad de sacarse las cargas y la infelicidad de encima, claro que a veces se llega a eso sin darse cuenta, pero un telón que se corre, abre realidades, y lo mas importante la de la protagonista, que a mi entender, se encuentra con ella misma. Es una buena manera de abrir las alas, al menos para que en el vuelo que le espera encuentre paz.
ResponderEliminarMuy buen relato Moni.
Un abrazo :)
Te agradezco Cecy por pasar y leer con atención. Me alegra que te gustara. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarCuando he terminado de leer tu poema, he comprendido mucho mejor a la protagonista de tu texto. Toda esa mudanza la llevaron a recuerdos unos mejores y otros no tan buenos cada objeto le recordaba una vivencia y eso a veces nos pone tristes.
ResponderEliminarAsí lo he sentido yo. Un encuentro con ella misma.
Un fuerte abrazo .
Hay que animarse a soltar peso cuando se debe decidir si se quiere volar. De otro modo no alcanza cambiar de ambiente si se sigue igual por dentro. Muchas gracias Por tu comentario Campi. Un abrazo
ResponderEliminarLos versos describen el relato, vemos pasar los recuerdos y descubrimos nuestras carencias, nuestros fallos y dejadez. no podemos echarle la culpa a nadie. Un abrazo
ResponderEliminarTampoco podemos dejarnos caer sin esperanza. Gracias por pasar y leer Ester. Un abrazo
EliminarEn parte es como si te hubieras adentrado en mi mente, me ha dado escalofríos, como mirarse el alma a través de un espejo
ResponderEliminarAbrazo
Vaya! Que coincidencia! Pese a lo doloroso de la situacion no puedo dejar de celebrar el hanet logrado reproducir una situacion real y esperanzadora. Hay qie aligerarse de peso indeseado para que las alas nazcan. Suerte con el vuelo! Un abrazo
EliminarHaber logrado, quise poner
ResponderEliminarGracias x tu visita mujer de negro
ResponderEliminarEn esas ando, tropezando, cayendo y levantándome, ah, y disfrutando de mis nuevas alas
ResponderEliminarGracias por el retrato
😁🤗
Eliminaryo entendí que ese deseo del reverso de la foto no lo llegó a cumplir...
ResponderEliminarson cosas que pueden pasar, creo incluso que quizá son mas las veces que sucede ésto que el arrojo y la valentía... saludos
Esa era la idea. Reencontrarse con la que fue para animarse a dar el salto que nunca antes había dado. No es tarde si se sabe a donde ir! Muchas gracias por pasar y leer JLO. Un abrazo
EliminarEsa mudanza nos enseña que hay que saber dejar atrás lo que ya no existe, aunque pueda parecer duro. El poema, una joya, es precioso, y de ánimos a volar sin miedos.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por haber confeccionado este post, está basado en la realidad o no. Un abrazo, y feliz día
Te agradezco Albada. Me alegra que te gustara y no. Por suerte nada tiene que ver la historia con mi realidad. Un abrazo
EliminarEsos versos finales, son la solución de ese problema vital al que la vida la ha llevado.
ResponderEliminarSeguro que esa mudanza le permitirá abrir las alas y volar hacia esa libertad que ella misma se había cerrado.
Besos.
Esa era mi intención Juan. Ofrecerle al personaje la salida que estaba necesitando. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer
EliminarUn relato para pensar en muchas cosas, las que dejamos atrás, las que enfrentamos...y con un colofón precioso en forma de poema y esperanza.
ResponderEliminarBesos y abrazos
Te agradezco Max por la sensibilidad de ti comentario. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer con atención
EliminarPues yo creo que a pesar de todo fue valiente, tuve algunas tías que lo dejaron todo atrás ya pasados los setenta, eran otros tiempos y para volar siempre estamos a tiempo. Precioso relato, gracias por sumarte. Bedos.
ResponderEliminarMe alegra que te gustara Moli. Y coincido. Siempre se está a tiempo. Un fuerte abrazo. Fue un placer poder participar.
EliminarUna historia de un nuevo comienzo, de lanzarse a lo incierto, con expectativas, llevando objetos frágiles, que representan a un pasado.
ResponderEliminarBien para este jueves.
Un abrazo.
Siempre atinado en tu interpretación Demiurgo. Un abrazo Y muchas gracias por leer.
Eliminarla fortaleza de personalidad se hace, tus versos finales lo certifican. Buscar en los cortinoles de terciopelo, en los muebles de la abuela, y las paredes de barrocos dibujos la fortaleza que no se tiene es hacerse con una coraza que te complemente, que te proteja de aquello que ye sientes incapaz de afrontar
ResponderEliminarCon el tiempo vamos acumulando experiencias que forjan nuestro temple pero la ilusión de la juventud suele ser el punto donde reencontramos la esperanza. Un abrazo Rodolfo y gracias por pasar y leer
EliminarCreo que de todas las mudanzas la peor parte es la que se hace desde el interior, es donde aparecen traumas, sufrimientos, pérdidas o incluso traiciones como las que recibió tu protagonista al final tú le diste el empujón ito necesario para que volará.
ResponderEliminarEstupendo relato.
Te agradezco mucho Tracy. Me alegra que te gustara. Un abrazo 😁
Eliminar¡Qué buen texto! Una mudanza para tu protagonista que significa para ella dejar de ser "bulto e intrascendencia" pats encontrarse a sí misma y crecer. Tods una crisis vital que augura, al reencontrar esos versos, un final feliz.
ResponderEliminarBeso grande, Mónica.
Me alegra que te haya gustado Myriam! muchas gracias por siempre dar tu justa perspectiva sobre lo que intento escribir. Un beso grande
ResponderEliminary envolvemos los recuerdos con más fragilidad, con el papel del periódico que recuerda unas fechas, con una ilusión que, al tiempo. se tinta de incertidumbre pero también de esperanza.
ResponderEliminarY damos un paso, dos... aunque a veces nos sangren los pies y crujan los hombros del peso pero hay que iniciar camino... y cruzar el puente porque por él podemos arrojar lo que tanto nos pesa y nada nos vale.
Como siempre, tus historias son como la parte que pone los dientes largos de un libro.
Un beso enorme.
Gracias Mag. Valoro mucho cada palabra que dejas. 😁 un fuerte abrazo
EliminarLo mejor es, que tu protagonista, aún aterrada por su nueva situación, un día entenderá que fue lo mejor que le podía pasar, para volver a volar fuerte y segura.
ResponderEliminarUn escrito perfecto y maravilloso, Mónica.
Un fuerte abrazo.
Muy generoso tu comentario Juji. Te agradezco mucho por tu visita. Que tengas un buena semana.
Eliminar¿Hola, buenas tardes, todo bien? Soy brasileño. ¿Aceptan uno siguiendo el blog del otro? Podemos ser amigos (no hay distancia para la amistad) y asociarnos con nuestros blogs. https://viagenspelobrasilerio.blogspot.com/?m=1
ResponderEliminarHola Luiz. Cada quien sigue el blog que le gusta, por supuesto. Sin compromiso. Gracias x pasar
EliminarCambiar siempre cuesta; lo que no entiendo es a la gente que, por pereza o comodidad, vive una vida que no quiere. Buen relato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy cierto. No todos hallan la forma y la voluntad de liberarse. Muchas gracias José Antonio. Me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarIniciar nuevas etapas, andar nuevos senderos, el temor a lo desconocido, enfrentarnos a nuevos retos para los que no sabemos si estamos suficientemente preparados, son sin duda miedos y suspicacias que en algún momento todos experimentamos. Tú, con tus letras, haces que esas sensaciones pasen de los personajes de tus relatos a nuestra consciencia. Logras transmitir y siempre leo con sumo gusto tus historias, pues nunca me dejan indiferente.
ResponderEliminarUn abrazo...y gracias por compartir tus letras.
Te agradezco enormemente tus palabras Jorge. Me siento muy halagada y me estimulan para seguir escribiendo. Un abrazo Y muchísimas gracias por pasar y leer con atención
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