Sumándome a la propuesta que desde su blog nos hace Dorotea. Pasar por aquí para leer todos los relatos participantes.
ZAPATOS
Taconeando nerviosismo
dos sandalias se entretienen
por debajo de la mesa
remarcando en su impaciencia
el vago ritmo sostenido
que les llega desde el piano.
Disimulan con reparo
la inquietud que les deviene
al saber que ya es la hora
y no han llegado -hasta el momento-
los zapatos convocados
a esa cita a escondidas
que han propuesto con descaro.
Repasando con prudencia
el fulgor de sus
hebillas
con la punta del mantel que
acaricia sus tobillos,
las sandalias se complacen
por el dejo acharolado
que remarca la figura
de unos pies que en su lisura
hoy sacuden la modorra
de mujer siempre calzada
con zapatos distendidos.
Esta vez son los tacones
-tan agudos como agujas-
los que anuncian que está lista
la mujer, para aventuras.
Tan ansiosos como ellos
dos zapatos masculinos
de impecable contundencia
y elegante pespunteado
se aproximan a la mesa
sosteniendo una disculpa
por el rato que ha pasado
más allá de lo acordado.
Por debajo de la mesa
de aquel bar de enamorados
toqueteándose las puntas
ahora juegan a los besos
cuatro pies que han hallado
-bajo influjo de la luna-
ese par que les faltaba.
Un juego amoroso entre pies y entre zapatos que tiene un toque bello y original. Muy bueno, besos.
ResponderEliminarGracias Moni. Me alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarEse juego amoroso de los zapatos bajo el mantel está muy de moda, por lo tanto veo la poesía muy bien traída
ResponderEliminarMe ha gustado cómo lo has planteado, a veces me he sonreído y a veces me he sentido parte del juego amoroso
Me alegra que te haya resultado divertido y poético. Un abrazo y muchas gracias por pasar y leer Tracy
EliminarLas sandalias pueden presumir de guapas, estan listas para el ligue y los zapatos no se quedan atrás. Original manera de sacar adelante la propuesta. Un abrazuco
ResponderEliminarMuchísimas gracias Ester por pasar y leer. Un abrazo
EliminarInstrumento de tortura o señuelo para el juego amoroso? Tus sandalias de tacón lo proclaman a los cuatro vientos y se acerca el cazador de alto brillo... Habrá que fijarse en lo que ocurre bajo las mesas, lo de arriba ya está muy visto. Gracias por participar y un abrazo
ResponderEliminarHa sido un placer poder hacerlo Dorotea. Por suerte las musas también acudieron a la cita. Un abrazo y gracias por tus palabras
EliminarEsos zapatos han tomado vida , y nos han contado todo su sentir ...desde luego me has dejado muy contenta , los dos poemas son fenomenales y muy originales ..
ResponderEliminarGracias Neo por tan bonita entrada.
Muchísimas gracias Campirela. Me Alegra que te gustara. Un abrazo
EliminarTras leerte, me viene a la cabeza solo una frase: !Viva la imaginación!
ResponderEliminarBesos, sin espera.
Gracias Juan! Apostamos siempre x mantenerla viva 😁. Un fuerte abrazo
EliminarMe ha encantado, Mónica! Vaya romance se traen los zapatos debajo de la mesa. Muy original.
ResponderEliminarBss.
Me alegra que te gustara Mar! Te agradezco por pasar y leer con atención. Un abrazo
EliminarQué bonito, y además en verso que me parece complicadísimo de hacer! Unas sandalias de tacón como las que has puesto en la foto serán incómodas, no lo dudo, pero desde luego son una preciosidad igual que los zapatos masculinos...desde luego hacen muy buena pareja.
ResponderEliminarUn beso
Jeje gracias Charo! Me alegra que te haya gustado. Son versos muy libres, remarcados por la sonoridad del texto, nada más. Un abrazo y gracias otra vez
Eliminarnacimos para ser par, aunque ahora se lleven los singles, bueno en mi familia hubo un varón que perdió por accidente laboral una pierna, la derecha, y ...se ponía de acuerdo con otro amigo de pierna izquierda amputada e igual número de calzado para ir a comprarse zapatos. Ni que decir tiene era la época de las dificultades económica posguerra en España.
ResponderEliminarVaya! Curiosa anécdota Rodolfo! Jeje. Podrias haber participado del encuentro juevero narrandola :-). Un abrazo
EliminarMe gustan tus versos narrativos de un encuentro de enamorados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Demi. Me alegra que te gusten. Un abrazo
EliminarEmocionante y original historia de un encuentro amoroso contado desde las vivencias de aquellos que sufren y soportan las andanzas, nunca mejor dicho, de sus protagonistas, sus zapatos y sandalias.
ResponderEliminarUn placer leerte, Mónica.
Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias Pepe, me alegra que te haya gustado el texto. Un abrazo y muchas gracias por pasar
EliminarBuenas amiga NEO: me ha gustado mucho el texto sagaz y cumplido, igualmente los zapatos que presentas. Las sandalias de la mujer geniales, las del hombre elegantes pero más austeras. Muchos besos y abrazos otoñales.
ResponderEliminarGracias Montse! Me pone contenta que la historia haya gustado. Un abrazo
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