Este jueves nos conduce Pepe, quien nos propone abordar el tema de las Catástrofes Naturales desde nuestra personal perspectiva. En mi historia lo hago desde la fantasía, inspirándome en ciertas leyendas que me resultaron muy atractivas y simbólicas (Libro de Enoc). Para leer todos los aportes, pasar por su blog.
CATÁSTROFES NATURALES
Fueron los Vigilantes los que
quisieron intervenir ilícitamente en la primera Historia de la humanidad,
acelerando lo que en el plan de los Dioses estaba pensado para transcurrir
lentamente por proceso natural y al ritmo de la simple evolución de las
antiguas culturas, sin influencias externas que pudiesen alterar lo que debía
fluir sin apuro.
Y es que la observación del
proceso debía hacerse sin atajos, sin mediar intervenciones extrañas o influencias
avanzadas que irrumpieran en la evolución de las primeras civilizaciones. Pero
la impaciencia de aquellos que sólo estaban habilitados para observar sin influir,
afloró de repente y quebró la naturaleza de lo proyectado.
Aquellos Observadores primigenios
no se contentaron con el rol pasivo que se les había otorgado y buscando
sentirse protagonistas, queriendo asumir el papel de Dioses, hicieron llegar a
los hombres conocimientos fundamentales, técnicas avanzadas para las que no estaban aún
capacitados para comprender en su verdadera magnitud.
Esa desincronización, esa
interrupción del ciclo evolutivo humano proyectado fue generadora
de caos y grandes tragedias. Al ser descubierta aquella osadía, la ira divina
estalló contra los causantes de ese desorden colosal, y decididos a
desandar el camino erróneo hacia el que había sido empujada la humanidad, los
mismos Dioses que habían creado a todas las criaturas
vivientes, decidieron enviar como correctivo un gran Diluvio que pusiera en su
lugar las cosas, preservando un puñado de individuos de cada especie y retrotrayendo
así la situación a su estadio previo.
Era el castigo para los que pretendieron contrarrestar la Voluntad suprema alterando
los ciclos naturales. Si bien algunos Vigilantes lograron escapar a la fuerza
inaudita que alcanzaron por ese entonces las aguas, inundando casi toda la
superficie terrestre habitable, fue muy efectiva la manera que idearon los Creadores para imponer su voluntad.
Es por eso que aún -de vez en vez-
cuando la estúpida soberbia humana consigue igualar la que en aquel momento demostraron
tener los inescrupulosos Vigilantes, los Dioses deciden hacernos recordar lo
sucedido invocando la destemplanza del rayo y de los vientos o la descontrolada
furia de las lluvias y las olas. Es su manera de hacernos reflexionar sobre lo
que venimos destruyendo sin piedad, en nombre de nuestra propia impericia al contrariar las reglas de la Madre Naturaleza.
Sin observadores y con ellos, somos unos seres capaces de cargarse el planeta. Especie dañina donde las haya, el ser humano está destruyendo el único hábitat que tiene.
ResponderEliminarMuy bien construido el texto. Un abrazo
Muchas gracias por pasar y leer, Albada. Un abrazo
EliminarMuñecos de un guiñol en sus manos y siempre bajo su mano protectora o justiciera
ResponderEliminarSegún como lo miremos... sí, muy cierto. Un abrazo Rodolfo, muchas gracias por pasar.
EliminarDesde luego algo debemos estar haciendo mal , para que esos dioses nos manden esta plaga de horribles acontecimientos , que dejan muertos por todos los lados y seres indefensos ..Es hora de pensar que algo muy mal estamos haciendo y hay que ponerse las pilas pq sino terminamos con nuestro planeta ..en nuestras manos está salvarla.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día .
Yo creo que el caos y la regeneración son parte intrínseca se la naturaleza, pero nosotros constituimos un agente externo capaz de torcer el equilibrio del sistema, a estas alturas nadie lo duda. Un abrazo Campi, muchas gracias por leer.
EliminarUna muy poética manera de decir que somos incorregibles. Que no escarmentamos con las desgracias y que nos creemos que eso a nosotros no nos puede pasar y por lo tanto, seguimos maltratando al planeta, aunque de vez en vez nos avise de que esto se acaba.
ResponderEliminarMuy buen escrito.
Besos.
Muchísimas gracias Juan por tu comentario. Un fuerte abrazo
EliminarEl hombre es auto destructivo y es consciente de que esta maltratandola atrozmente.
ResponderEliminarDestruye su hábitat con verdadera saña. Muy bien planteado, reflexivo tu texto juevero.
Abrazo!
Me alegra que te haya gustado, Yessy, muchas gracias. Un beso
EliminarLa humanidad es terca y arrogante. Un buen aporte. Abrazos
ResponderEliminarMuchas gracias Ester por pasar y leer. Un fuerte abrazo
EliminarNos tenemos merecido todo porque maltratamos nuestro hábitat.
ResponderEliminarUn texto con una temática muy actual.
Muchísimas gracias Tracy. Un abrazo
EliminarQué bien lo has contado.
ResponderEliminarCiertamente, tras el diluvio hay mucho misterio. Muchísimos pueblos del planeta lo narran en sus leyendas, lo que hace pensar realmente en una gran catástrofe.
Un abrazo
Me gustan ese tipo de leyendas y en está coinciden muchas tradiciones, de ahí que resulte tan atractiva. Muchas gracias por tu comentario Maite. Un abrazo
EliminarMucho me teme Mónica que esos vigilantes sí que han intervenido de verdad, acelerando un proceso que debería de haber sido armónico, naturalmente evolutivo y que sin embargo nos está llevando a la aniquilación, a la destrucción. Los avances tecnológicos van muy por delante de las leyes de la evolución natural,
ResponderEliminarforzando situaciones y acortando tiempos
Un fuerte abrazo.
Celebro que se haya comprendido la metáfora que se narra en la leyenda y el sentido que pretendí darle en mi relato. Muchas gracias Pepe por todo el trabajo que asumiste al tomar la conduccion sin estar predeterminado. Un abrazo grande
EliminarTodo lo que nos es dado se nos puede revelar, todo cuando creamos está hecho con el error humano, solo que no tenemos en cuenta que creamos muchas veces sin medir consecuencias.
ResponderEliminarTu relato, recordatorio del diluvio universal o de la rebelión de los ángeles convirtiéndose en caídos, en la lección perfecta para que nos miremos más allá del ombligo.
Un beso enorme.
Me alegra que así lo pienses, Mag, agradezco mucho tu comentario. Un abrazo
EliminarEcho en falta la esperanza.
ResponderEliminarBeso de ayuda.
Nunca hay que perderla Fabián, luchó por eso. Un abrazo y gracias por pasar.
EliminarMuy buena versión. La humanidad, hambrienta de poder, siempre juega a ser Dios, aun cuando con ello ponga en peligro al planeta que habita.
ResponderEliminarUn placer leerte, Neo.
Bsoss, y feliz finde 😘
Muy amable y estimulante comentario, Ginebra, muchas gracias. Un abrazo y muy buen fin de semana para vos también
EliminarMe ha gustado mucho. Derrocha tu relato imaginación. Una creación del mundo muy original que incluso podría haber sido una posibilidad.
ResponderEliminarMuchos besos.
Me inspire en una leyenda antiquisima, sakkarah, no es todo mi creatividad. Muchas gracias
EliminarNos asustamos mucho frente a la advertencias, todos lo comentamos, ¡ya sabemos de que se trata!, lástima que nos dura poco!
ResponderEliminarExcelente alegato Mónica, abrazo!
Todos lo sabemos, es cierto, Ceci, pero además de tomar conciencia tenemos que exigir a los poderosos que definan el cambio. Muchas gracias Ceci. Que tengas una linda semana!
ResponderEliminarParece un cuento, una historia imaginada, pero es tan real... por eso asusta y mucho. No somos dioses para hacer y deshacer a nuestro antojo, la naturaleza ya no habla, grita, Hay que escucharla.
ResponderEliminarBesos.
Gracias San por pasar y leer con atención. Un abrazo
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