Nuevamente es el amigo Pepe quien se hace cargo de la conducción de este jueves y nos propone elegir una obra pictórica para inspirar nuestro relato. Para leer todos los textos participantes en la convocatoria, pasar por su blog.
La obra que me inspiró: Oz, de Ricardo Celma
LA TIERRA DE OZ
Duermes, luego de leer el mágico
libro y el poder de la ensoñación te lleva esta vez al sitio real en donde todo
empezó. Te ves y te palpas con la sustancialidad que sólo se advierte en el
mundo concreto, por lo que, más allá de lo que tu razón quiera admitir, aceptas
que estás al fin en esa mágica tierra de Oz donde todos logran hacer realidad
sus deseos.
No ha hecho falta en tu caso un
fuerte tornado para llegar. Han bastado solamente las alas de un libro y la
convicción de que en tu vida jamás lograrías ser feliz. Hacia allí querías escapar,
ensimismada en tus negaciones, en la frustración de no reconocerte cada mañana
frente al espejo, con la certeza de ser rechazada por los demás, a los que a su
vez consideras ajenos y diferentes. Piensas que allí, en esa tierra inaccesible
para muchos, lograrás refugiarte, aceptada y comprendida sin necesidad de
etiquetarte ni aparentar lo que sientes que no eres.
Pero tu mirada sigue triste
estando allí, no has sentido el poder de la magia, no ha llegado la
transformación que esperabas, no se ha aclarado tu mente ni te has reencontrado
con el corazón que solías tener en otro tiempo.
Dorothy y sus amigos te observan
acongojados. No saben cómo ayudarte, no pueden recurrir ya al mago en el que
ayer creían, ese que -decían- dominaba el arte de hacer realidad los sueños. Es
que han perdido aquella inocencia. Los puros también crecen, no se atan a la
esperanza tonta de pretender que sea otro quien destruya sus fantasmas. Ahora lo
hacen ellos mismos, por su cuenta y a fuerza de convicción y coraje.
Pero tu dolor los conmueve y de
su experiencia rescatan lo que de ellas pueda ayudarte. Conocen lo valioso que
puede ser tender una mano. Se saben más poderosos estando juntos y esperan que
sientas que tú también puedes sumarte. Comparten contigo sus diplomas, te prestan
el reloj-corazón y la inefable Dorothy te regala sus preciosas zapatillas rojas
para que vuelvas cuando quieras a ese lugar al que llamas hogar y donde -sabes- encontrarás la fuerza y el motivo para reinventarte.
Hola Neo , qué cuadro más curioso , donde imagine alegría vi una cara de tristeza , tal vez como dices , la magia no se cumplió del todo.
ResponderEliminarPero hay algo que tal vez vuelva hacerla sonreír regresar a su hogar , quizás allí vuelva se vivir.
Un historia del cuadro un poco agridulce , al menos eso me pareció ..pero muy bien contada .
Un fuerte abrazo.
Así es Campirela, este autor tiene la particularidad de vincular los personajes centrales de sus obras con los fondos de las mismas, en los que hace referencia a alguna imagen icónica del arte o la mitología. Después cada quien es libre de interpretar el vínculo entre ellos. Un abrazo y gracias x pasar y leer 😊
Eliminarla verdad que si, es una curiosidad el cuadro... pero el rojo es pasión, algo debe tener de eso... y el color de tus letras del relato me lo confirman...
ResponderEliminarpodés creer que nunca vi esa película?? ja... saludos!!!
Muchas gracias JLO por tu reflexión y compañía (entre nos, Tampico yo la vi completa) un abrazo 😊
EliminarTampoco
EliminarPerfecta la elección del cuadro y brillante, aunque triste, la redacción.
ResponderEliminarBesos.
Muy amable Juan, me alegra que te haya gustado. Muchísimas gracias. Un fuerte abrazo 😊
ResponderEliminarTe he comentado en varias ocasiones y nunca puedo enviarlo, hay duendes traviesos por aquí.
ResponderEliminarLa pintura es interesante, el rojo, el gris brillante y la opacidad del fondo y todo se enmarca con esa tristeza que tiene su mirada y tus letras, me gusta mucho visitarte porque transmites tanto.
Un abrazo
Te agradezco mucho tu visita y tu palabras, Mujer Virtual, me siento muy halagada. Es muy gratificante saber que quien lee, lo hace con dedicación e interés. Muchas gracias 😁. Un abrazo 😊
EliminarHola, Neo.
ResponderEliminarNo conocía la obra y me parece muy masculina pero con un toque de sensualidad y de sentimiento. Al tiempo, un toque de querer dejar algo atrás. La he estado observando antes de hundirme en tus letras...
Magia...¡Divina magia! En realidad, un engaño para los ojos. La realidad, siempre es otra. Por eso, la magia tiene chispa y no tiene llama... A veces pasa.
Un beso enorme.
Me gustó tu reflexión sobre la nagim y su chispa, Mag, me alegra que te haya gustado el cuadro, creo que esa mezcla entre realidad y fantasía le otorgan un particular encantó. Muchísimas gracias x pasar, leer y comentar. Un abrazo 😊
EliminarSobre la magia, quise poner 😁
EliminarEl Mago de Oz es una de mis incontables asignaturas pendientes, y eso que soy tocaya de Dorothy o al menos casi. Mis amistades inglesas me llaman así, otras amistades que quieren lucir su inglés, también. No, no comparto nombre ni esbelta figura con la muchacha, pero lo que me rodea es pura fantasía. Hablo con las plantas y piedras procurando estar sola; en un cuadro como ese me sorprende la complicidad de los personajes del fondo que dejan en otro plano a la linda muchacha. Aislada tiene miedo de seguir leyendo. Pobrecita. Un beso
ResponderEliminarVeo que también te ha despertado piedad la muchacha del cuadro, al igual que los personajes del mago de Oz, nos preocupa verla tan dolida y triste 😊. Un abrazo Dorotea y gracias por pasar y leer. Un fuerte abrazo 😊
EliminarOz, y el mundo de las ilusiones y, desgraciadamente, las decepciones. Ya pasaba en la historia original, que por cierto, me encanta. Y aunque tu protagonista no encontrase la magia, yo sí que la he sentido en tus palabras.
ResponderEliminar¡Besos!
PD: Qué curioso cuadro, no lo conocía.
Muchísimas gracias Dafne, me alegra que te gustarán tanto el texto como el cuadro. Un abrazo 😊
EliminarNeo no conocía el cuadro, pero él y tus palabras han reflejado a la perfección lo que se siente al leer un libro y al transitar por otros mundos paralelos al nuestro.
ResponderEliminarMuchas gracias Tracy.
ResponderEliminarNo conocía a Ricardo Celma, veo que tiene un blog. me he guardado el enlace
ResponderEliminarpara mirar sus obras, de nuevo luego con calma.
Tu relato es conmovedor, a tono con la pintura. Me ha encantado.
Creo que señalas muy bien ese Locus amaenus, ese lugar especial, ese rincón seguro, que todos necesitamos para poder vivir en un mundo cada vez más complejo y cambiante.
Muchos besos
Me alegra que te hayas interesado en la obra de Celma, a mi me encantó apenas lo descubrí hace unos años cuando visite el museo Rally en Punta del Este, que tiene uno de sus cuadros, enseguida le dedique un post en el que era mi blog x entonces... Y me llevé la gran sorpresa cuando el mismo pasó por allí y me dejó un comentario agradeciéndolo! Muchas gracias Myriam por pasar y leer 😊. Un abrazo 😊
EliminarQué texto tan bonito...
ResponderEliminarDescubrir que Oz es aquí y ya se hace tan difícil a veces como describes en tu relato..
Bss :)
Muchas gracias Sylvia, me alegra que te haya gustado. Un abrazo y gracias por pasar.
EliminarBonita elección. A veces nos queremos refugiar en un mundo d fantasía para arreglar nuestros problemas reales, pero está claro que si no ponemos de nuestra parte, no hay nada que hacer.
ResponderEliminarMuy buen relato
Un abrazo
Muchísimas gracias Carmen por tus palabras, me alegra que te hayan gustado texto y cuadro. Un abrazo 😊
EliminarBUENAS NOCHES, Neo: no sé muy bien si hablas de la película o del libro. Yo no he visto hi lo uno ni lo otro, pero leyedote veo que es una historia muy triste,de las que hacen pensar. Lo has narrado con brillantez y realismo. Me enanta leerte. Beso.
ResponderEliminarHola Montse, verás, tampoco he leileel libro y la película, solo partes, pero sé de qué se tratan. Te agradezco mucho por pasar y leer con atención. Muchas gracias 😁
EliminarHe leído, quise poner 😊
EliminarLa magia de los libros es que nos hacen vivir situaciones y vidas deseadas y soñadas. No son las nuestras, pero nuestras las hacemos. El problema es que a veces ni siquiera la magia de los libros nos hace superar nuestras propias limitaciones.
ResponderEliminarGracias por sumarte a mi propuesta literaria.
Un fuerte abrazo.
Ha sido un placer participar Pepe, muchas gracias por el tiempo y la dedicación. Un fuerte abrazo 😊
EliminarMe ha gustado mucho porque aparte de mágico tiene una realidad que se nos hace tristes: la pérdida de identidad en una sociedad marcada por los estereotipos. La magia se hace casi inalcanzable pero siempre queda esperanza. La esperanza es para mi la magia auténtica. Los libros también pueden salvarnos. Tu relato está matizado con todo ello. Buen relato :)
ResponderEliminarMuchísimas gracias por tu comentario Sara, has interpretado totalmente el punto de vista que intenté ecponer. Un abrazo y gracias x pasar y leer.
EliminarExponer*
Eliminarprecioso relato Neo, siempre es un placer entrar en tu blog y leerte
ResponderEliminarGracias por tu constante compañía, Rodolfo. Es un placer para mí recibirte por aquí. Un fuerte abrazo 😊
EliminarUn cuadro diferente a lo que, en ocasiones, estamos acostumbrados a admirar. Precioso relato en el que me has mecido en sueños, en eses que, a veces, se cumplen.
ResponderEliminarFelicidades
Saludos
Muchísimas gracias Rhodea por tus palabras. Un placer recibirte. Un abrazo 😊
EliminarMucha verdad en esta ficción: nadie, salvo nosotros mismos, puede resolver nuestros problemas ni nuestros miedo. Si acaso, acompañarnos...
ResponderEliminarEstupendo y reflexivo relato, Neogéminis. Besazos.
Muchísimas gracias Isabel por la grata sorpresa de tu visita. Me honran tus palabras. Un fuerte abrazo 😊
EliminarPor cierto, muy bonita la fotografía sobre el fuerte de Sirmión. ¿Sabes que a las orillas de ese lago tuvo una villa la familia del poeta latino Catulo? Él le dedicó a Sirmión algunos hermosos versos, para mí, conmovedores. Un abrazo.
ResponderEliminarSe trata de la enorme villa que ahora está en ruinas justo en un extremo de la península, me imagino. Tuve oportunidad de recorrerlos, además hay un interesante museo en las cercanías. Nuevamente, te agradezco por tu visita y comentarios. Otro abrazo 😊
EliminarLos sueños hay que trabajárselos, pero me quedo con algo mágico de Oz: la unión hace la fuerza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buena conclusión!te agradezco tu visita, José Antonio. Un abrazo 😊
EliminarPrecioso texto, reflexivo, el retorno a la infancia que tantas veces anhelamos, los sueños que no siempre se alcanzan reflejados en ese mundo de Oz convertido en añoranza en la fuerza necesaria para que la ilusión nunca nos abandone.
ResponderEliminarPoético y bonito.
Un abrazo
Me alegra saber que te haya gustado. Muchas gracias José Vicente. Un fuerte abrazo 😊
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