Esta semana lleva la batuta del encuentro juevero María José, quien nos propone crear un relato donde el escribir o el recibir una carta sea el motivo central del mismo. Les pido excusas por haberme pasado en la cantidad de palabras pero creo que el sentido del texto lo merecía. Para leer todos los relatos participantes, pasar por el blog de nuestra anfitriona.
Lugar y fecha, sin
importancia…
Escribo esta carta con
desesperación, sin tener presente algún destinatario específico, esperando que
al hacerlo las incertidumbres que percibo de la realidad se disipen en mi mente
a medida que expongo sobre este papel los pensamientos arrebatados e inconexos
que me surgen precipitados, quebrando los pocos recursos que me quedan para
anclarme a esta razón que amenaza, inasible, con dejarme. No voy a ocultar que
siento miedo. La sola idea de perder la cordura me aterroriza –aunque a medida
que pasa el tiempo aumenta mi convicción de que nadie permanece realmente
“sano” en este mundo-
Intentaré mantener en lo posible la
coherencia de mi escritura siguiendo un simple hilo conductor para que luego,
con su lectura, mi razón pueda hallar la forma de descifrar lo que me pasa en
este difícil trance de mi vida. No sé si lo lograré o si será éste otro vano
intento de descubrir los vericuetos por donde se me escapan los pensamientos -a
estas alturas, apenas hilachas de lo que fueron en otra época-
Hoy aquí, ante este espejo que
pretendo sea esta blanca hoja a la que me enfrento, siento que cada partícula de
mi cerebro busca desintegrarse en un estallido incomprensible frente a las
preguntas que aún no hallan sus respuestas y a las respuestas que nacen sin que
nadie haya aún preguntado. Una marea de ideas inverosímiles va y viene en mi
cabeza, un cúmulo de absurdos planteos que me acorralan dejándome sin abrigo ni
argumentos frente a esta desesperación que crece y crece, mientas a mis pies
parece desmembrarse el suelo por el que piso y nada a mi alrededor logra darme
pauta de lo que en verdad existe o si en cambio es producto de alucinaciones
descabelladas.
Me estoy volviendo loco. Eso es
lo que creo. Aunque por momentos creo tener la certeza de otra posibilidad… Logro
ver –o creo hacerlo- eventos que aún no han sucedido, percibo más allá de lo
que me permiten los sentidos y siento que mi ser se va disociando en miríadas
de moléculas cada vez en forma más palpable y en ese proceso de desintegración es
que me vuelvo más y más sensible a todas las energías que vibran en sintonía desde
lo profundo del cosmos. Presagio que mi cuerpo va perdiendo su congruencia y
que en cualquier momento pasaré a ser apenas polvo de lo que alguna vez fueron
mil estrellas. Principio y final precipitado de todo un universo que ya no me
contiene y en el que sin remedio me voy disgregando.
Dentro de poco ya ni seré.
No moriré pero tampoco estaré vivo, al menos no en la dimensión en la que
aprendí hasta ahora a desempeñarme. Quizás vaya aceptando de a poco mi destino:
pasar a ser de improviso un poco “dios”, una evolución tortuosa e impensada de
mi ser que me arrebata sin elección hacia un estadio más etéreo liberándome por
fin del doloroso infortunio de la carn…(e) (en
el texto de la carta original, la última palabra aparece inconclusa)
* La anterior misiva
fue encontrada dentro de una celda vacía, antes ocupada por uno de los internos
de una clínica psiquiátrica registrado como NN y del que nadie nunca logró
aportar demasiados datos. Tanto el motivo de su internación como las
circunstancias de su misteriosa desaparición jamás lograron ser develados.
Muy bueno. A partir de la propuesta,argumentos que se van decantando, ¿delirios? ¿verdades? ¿genialidades de locos sin filtro?. Un buen ejercicio para comenzar este jueves que en el sur amanece mucho antes (jajaj).
ResponderEliminarMe alegra Vivían que te haya gustado. Esta vez la inspiración me llegó adelantada aunque con aires de delirio jejejeje pero no me quejo porque otras se hace rogar! Un fuerte abrazo y gracias por pasar y leer. 😋😁
EliminarHola, Mónica:
ResponderEliminarEnhorabuena por tu texto: por su escritura resuelta y sus reflexiones evocativas.
Comparto esa sensación que escribe tu protagonista: “nadie permanece realmente “sano” en este mundo”. Y también, la convicción de que el suicidio es el último ejercicio de libertad de una mente acorralada por una realidad agresiva.
Un abrazo, Mónica.
Gracias Nino,si bien no intenté sugerir un suicidio sino un hecho de apariencia inexplicable (el personaje se habría desvanecido dentro de su celda como decía presentir) tu interpretación podría también ser una posibilidad. A veces me surgen textos demasiado fantasiosos que puede confundir al lector con su irrealidad. Muchas gracias por pasar y comentar 😋
EliminarA primera lectura da la sensación de una persona desesperada que no ve salida en este mundo , su visión es alarmante ..conforme vas leyendo te metes en la piel del protagonista hasta descubrir por su autor que en una celda del psiquiátrico hay personas cuerdas
ResponderEliminarMuy buen relato Neo .
Un abrazo y feliz velada.
Te agradezco el comentario Campirela, muchas gracias 😁 un abrazo
EliminarLa locura no tiene explicación, los que la tratan y estudian acaban perdiendo la cordura. Siempre he creido que ni todos deben estar dentro y algunos no deberian estar fuera, pero me aterra estar encerrada creyendo que debo estar fuera. Un abrazo genia
ResponderEliminarMuy generosa Ester, muchas gracias 😁
EliminarTremendo el momento de la aceptacion del final.Las ultimas gotitas de conciencia se evaporan
ResponderEliminarMuy bueno!! Un abrazo
Muchas gracias Javier me alegra que te haya gustado. Un abrazo 😊
EliminarA mi me ha gustado mucho tu relato, he venido varias veces a leerlo, y la verdad es que creo que todos estamos algo locos.
ResponderEliminarTe dejo mi aplauso, y con todo ello está todo dicho.
Un placer leerte.
Un beso enorme.
Muchísimas gracias María por cada una de tus palabras. Las valoro mucho. Un abrazo grande
EliminarUn testimonio tremendo, Neogéminis. Te has metido en esa celda... no, te has metido en la piel de quien está en esa celda y has puesto por escrito sus pensamientos delirantes, sus miedos abstractos, inconcretos, desconectados del mundo de la lógica y la causa-efecto. Destaco como un acierto que no haya ninguna referencia precisa a ninguna experiencia vital. Son las divagaciones, últimas, de alguien a punto de dar el último paso hacia el abismo. Escalofriante. Saludos!!
ResponderEliminarMuchas gracias David 💅me sorprende muy gratamente tu visita y valoro mucho tu generoso comentario. Me siento halagada, muchas gracias
Eliminarwommm !!!
ResponderEliminarme mhas m e has sorprendido y muy misteriosa y gratamente conn el texto que expusiste y que de cierta forma en el momento en que me encuentro me identifica, vata dilema no? y mira que me ha gustado mucho leerte, más el final tan misterioso me ha encantado, por que la vida en realidad es un mágico misterio
Hola María, muchas gracias, me alegra que te haya gustado el cariz fantasioso del relato. Un abrazo 😁
EliminarDices que las musas te llegaron adelantadas, pero es bien cierto que llegaron cargadas de originalidad y con el regalo de una prosa bella y muy literaria.
ResponderEliminarCon una brillante primera parte explicativa, nos has llevado de la mano, hasta ese inesperado final de alguien que ya esta convencido de no tener sitio en el mundo real.
Besos.
Me alegra mucho Juan haberte podido sorprender con el final luego de esa introducción desconcertante. Un abrazo muchas gracias por tu presencia.
Eliminares buena idea eso de ponerse ante una hoja de papel en blanco para que salgan en ellas odas nuestras neuras y así conocernos mejor, lo que siempre es bueno.
ResponderEliminarSeguro que sí, en el relato, al protagonista le sirvió para liberarse al punto de dejar de ser. Gracias por tu visita Tracy 😙
EliminarLa salud y la enfermedad mental, tan lejos y tan cerca...
ResponderEliminarBeso sano.
Separadas x un delgado límite! Muy cierto. Muchas gracias x pasar 😀 un abrazo
ResponderEliminarGenial... me ha dejado con ganas de más el relato... ¿no dejaría alguna carta más en la celda escondida para ver qué más le ocurrió antes?
ResponderEliminarLa mente es tan sorprendente, tan compleja... lo has plasmado fenomenal en tu carta.
Bss
Muy generoso tu comentario Sylvia, me alegra que te haya gustado el relato. Muchas gracias 😉😊😁
EliminarPuff!! Se me ha puesto la piel de gallina....y es que es tan fragil y difusa la linea que separa la cordura de la locura....y en en fondo ¿Quien es el loco y quien es el cuerdo? Fantastico relato, aunque tambien inquietante, besos.
ResponderEliminarEsa fue la intención básicamente: inquietar! Jeje me alegra haberlo conseguido. Muchas gracias Molí por pasar leer y comentar 😋 un fuerte abrazo
EliminarNuestra mente todo lo puede, nos traslada a mayor velocidad que la de la luz a insospechados sitios, es capaz de elevarnos o degradarnos , nuestro cuerpo es la carcaca de ella y su esencia perdura en los que nos quieren más allá de la muerte del cuerpo
ResponderEliminarEse principio es del que me quise tomar al narrar está historia. Me alegra que hayamos coincidido. Muchas graciss por tu compañía Rodolfo, un fuerte abrazo 😊
EliminarUf, qué mala es la soledad cuando no se tiene más expectativa que su sola compañía, se convierte en un espejo al que volcamos ¿lo que somos?, ¿lo que deseamos?... o quizás lo que ESPERAMOS. Felicidades acompañante en el camino juevero. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarDuele la soledad con desesperacion cuando no es buscada. Muy cierto. Muchas gracias Jandres por tu visita y comentario. 😁
EliminarUn gran relato. La desesperación de una persona que ya no se siente ni ella misma, encerrado en esa celda donde otros luchan consigo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo
Me alegra que te haya gustado, Carmen, muchas gracias 😁 que tengas un excelente fin de semana 👋
Eliminar¡Hola! Inquietante relato ¡tremendo sentir el de tu personaje! Perder la cordura al punto de dejar de existir como uno mismo. Me gustó mucho, especialmente, ese final.
ResponderEliminar¡Un abrazo!
Muy amable Roxana muchísimas gracias 😊. Buen finde ✋
EliminarFantástico. Bien escrito, hábil y de ágil ritmo.Enhorabuena
ResponderEliminarUn saludo
Rhodéa Blasón
Me alegra que te haya parecido un texto ágil y bien escrito, Rhodea, muchísimas gracias 😊 buen fin de semana 👋
EliminarTodo es posible en la habitación de un hospital psiquiáatrico. Es lo que tiene no saber donde está la línea entre la realidad y la imaginación, entre la salud y la enfermedad o entre lo verdadero y los suceso extraños. Gracias, Mónica, por estar en mi convocatoria. Un beso
ResponderEliminarHa sido un placer poder participar María José, como casi siempre que la inspiración me ayuda, volcarme hacia lo inexplicable me resulta muy estimulante 😁 un abrazo grande
EliminarSi se abrieran las puertas de la percepción se vería la realidad tal cual es.
ResponderEliminarPero quien podría soportar esa visión. Tal vez el precio sería la locura.
Un abrazo
Creo que fuiste quién mejor interpreto lo que pretendi escribir. Un abrazo y feliz semana ✋✋
EliminarHola Neo; Una situación coma la que describes es casi imposible que la sepa escribir un preso corrien. Mas bién parece redactada por una persona muy culta y entendida en asuntos psicologicos. Si es real debe ser una situación límite. Ni lo quiero imagianar.
ResponderEliminarGracias por compartir esta historia que tanto me ha impresionado..Besos!!!
No un preso, alguien encerrado "por loco" pero precisamente... Dónde está el límite de la sanidad??? Muchas gracias Montse por pasar y leer. Un abrazo 😊
EliminarExtraordinario texto, Mónica. Me ha encantado tanto en contenido como en ritmo. Estoy convencida de que existen personas que captan extrasensorialmente cosas que otras no pueden. El miedo a lo desconocido y la incomprensión hace que estas personas que no calzan en la norma sear tomadas por locas....Pero... ¿dónde está el limite?
ResponderEliminarUn abrazo
Muy generoso tu comentario Myriam, lo valoro muchísimo. Me pone muy contenta que te haya gustado el texto. Muchas gracias. Un abrazo 😊
Eliminar