miércoles, 31 de agosto de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS 35 de 52

Sumándome a la propuesta semanal de Sindel "no más mentiras", una re edición que, a su vez intentó ser un juego de palabras alrededor de la letra M





MALABARES DE MENTIRAS

Mienten.
Enmascarando sus maquinaciones
ellos mienten.
Multiformes, malolientes
Malnacidos y mezquinos
-mas muy mimetizados-
los mentirosos musitan
sus melodramas
de mendacidades
modelando las mentes
de los mediocres
que se menean
mamando lo que les mandan.
Mientras ellos,
-miserables-
mudan más de máscaras
que de mañas,
maceran en el mosto
de la mediocridad
los motivos malsanos
de su manipulación.
Más que por maldad
mienten por mandato.
Y en la medida
que multiplican sus millones,
mayor es su mordacidad,
mucho menor
la moralidad de sus manejos.
La mentira es melindrosa,
majadera, molesta
y movediza
muta en su maleabilidad,
mata muy a menudo
en la mugre de las marismas
que ella misma monta.
Más la mezquindad
no mutilará ni matará
la magnanimidad de los modestos.

jueves, 25 de agosto de 2016

ESTE JUEVES UN RELATO: ARGUMENTOS LITERARIOS Y DE OTRAS CLASES


Esta semana, de la mano del amigo Demiurgo, me sumo a la propuesta juevera (PROPUESTA 2) re editando la segunda parte de una de mis viejas trilogías. Me disculpo por haberme excedido en la cantidad de palabras, creo que la integridad de la trama lo requería.





 LA MALDAD ESPEJADA

(...) Una tarde de lluvia y hastío como tantas, recordó su vieja creencia sobre aquel portal mágico escondido en el espejo del descanso de la escalera. Ni siquiera sintió añoranzas de su inocencia. Sólo se quedó allí, abstraída frente a su reflejo, menudo y oscuro como su vida misma, suspendiéndose por un instante el frágil contacto que la ataba a su cotidiana infelicidad. Fue esa la primera vez que lo vio. Se erguía frente a ella, aparentando ser su reflejo. Pero no era eso. Era sin duda algo más perverso, más oscuro, mucho más malévolo. Un monstruoso ser que imitaba su propia apariencia mortecina pero con una extraña llamarada siniestra en la mirada la contemplaba desafiante desde el otro lado del espejo.

Un flujo helado le recorrió la espalda desde la base del cuello hasta la cintura. El grito de terror se le ahogó en la garganta y ni siquiera logró mover un dedo a pesar que su cuerpo entero buscaba salir huyendo de allí.
Extrañamente fue la odiada voz de su institutriz la que logró quebrar aquel hechizo siniestro, haciendo que sus piernas le respondieran y lograran de una vez por todas bajar la escalera hasta donde aguardaba la mujer sumamente molesta  por su tardanza.

Temblando como una hoja, buscando apartar de su mente la horrible sensación que aún la embargaba, logró apenas concentrarse en las partituras que la esperaban para ser ejecutadas. Su padre, también visiblemente molesto por la demora, aguardaba para comprobar sus progresos en el piano, instrumento que ella había terminado odiando por la cruel coacción con la que se le impusiera su aprendizaje.

La espantosa visión que hacía unos minutos había enfrentado sin duda hizo que tocara peor que de costumbre. Sus frecuentes imperfecciones se convirtieron en obvios equívocos, lo que hizo que su padre mostrara sin tapujos su enojo y se alejara de allí dando un fuerte portazo. Como era de esperar el enojo de la institutriz no se hizo esperar y el castigo que le impuso fue ejemplar.

No sólo debía esa noche irse a acostar sin cenar, sino que además, a partir de ese día se duplicarían las horas de práctica de piano, reduciéndose drásticamente el tiempo dedicado a sus caminatas. El castigo la dejaba casi sin la posibilidad de ver el cielo, circunscribiendo su contacto con el aire libre a unos breves momentos por las tardes.

Mientras subía angustiada uno a uno los peldaños hacia su cuarto, recordó de improviso su fugaz encuentro con aquel malvado ser que habitaba el otro lado del espejo. Al mismo tiempo que contemplaba en él la figura de su institutriz que subía tras de sí, logró ver que otra vez, su propia imagen se trastocaba convirtiéndose en aquel ser que la había aterrorizado minutos antes.

No supo bien cómo sucedió, no pudo verlo directamente pero de haber sido posible, hubiese jurado que esa misma entidad empujó a su institutriz escaleras abajo, haciéndola rodar torpemente, hasta que su cuello golpeó con mucha fuerza contra una de las columnas que enmarcaban el hall de la entrada. El ruido a cervicales rotas se asemejó al de una varilla quebrada contra una piedra.

Tampoco recordó detalladamente lo que pasó después. Su propios gritos, la llegada de los sirvientes acudiendo en auxilio de la infortunada mujer, su padre de apariencia imperturbable contemplando la escena, los quejidos balbuceantes de la institutriz que ya no pudo moverse nunca más, sus propias manos crispadas intentando detener lo que ya había sucedido… y aquella impiadosa sonrisa maléfica que la contemplaba desde el espejo, poniéndole claro punto final a quien fuera su torturadora durante largos años: su malvada institutriz.
(...)

Para más relatos jueveros, pasar por el blog de Demiurgo

martes, 23 de agosto de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS 34 de 52

Sumándome otra vez a la propuesta semanal de la querida Sindel


NADA

Si hoy nada es fuego
si nada es sombra
si nada es vida
y ya nada asombra,

si hoy todo es nada
y el mañana insulso
como lo es -seguro-
todo en tu memoria,

si no ves el camino
como una promesa
que tenga sentido
porque nada importa,

entonces todo
lo hasta hoy vivido
nunca tuvo alma...
aunque sea historia.

jueves, 18 de agosto de 2016

ESTE JUEVES UN RELATO: Jueves olímpico

Esta semana nos convoca Gustavo. Para leer los relatos de todos los participantes, pasar por su blog.


Desde bien temprano, arrumbado en su polvoriento sillón, cerveza en mano y con los restos de un paquete de papas fritas extra large ya hecho polvo, un ignoto televidente se deja llevar hacia donde la botonera del control remoto lo lleve.

En esos días gran parte de los canales del servicio de televisión por cable desborda de todas las disciplinas deportivas imaginables. Fútbol, básquet, carreras, gimnasia artística, regatas… en las competencias olímpicas hay absolutamente para todos los gustos. Sin mayor pasión por ninguna, sin más ánimo que el de dejar pasar el rato, se mete con displicencia una y otra vez en lo que, para los atléticos protagonistas de aquellas competencias resulta ser en cambio, un verdadero éxtasis.

Con manifiesta entrega y consagrado amor por el deporte cada uno de aquellos sudorosos muchachos demuestra desde la pantalla su personalidad y una marcada intención de superarse etapa tras etapa. Algo, sin dudas, admirable y digno de emular.

Aquellos jóvenes vitales y animosos logran conmoverlo: ágiles y competitivos todos intentan con entusiasmo alcanzar la gloria. Seguramente, tras años de trabajo y concentración, han logrado superar sus propios límites gracias a su constancia, su dedicación y el empeño que cada uno debió armonizar con sus propias dificultades personales. Algunos, inteligentemente sostenidos y alentados por sus entrenadores, han sabido alimentar sus vocaciones en forma privilegiada, otros menos afortunados, debieron ir escalando por cuenta propia el esforzado camino que los llevó hoy hasta allí, buscando con voluntad y garra alcanzar las metas que se han impuesto y -por qué no- quizás hasta superarlas.

Luego de muchas horas de estar alelado frente a su televisor, compenetrado y abstraído ante tanto deportista musculoso, tanta energía y talento trocado en gloria o en derrota, el susodicho decide que su exclusiva dedicación también merece reconocimiento y así, luego de aquella inusual y maratónico despliegue de deportes y competencias, opta ahora sí, por volcarse de lleno a lo que él mejor hace y más satisfacciones habitualmente le reporta.

Con la serenidad que sólo brinda el saber concluida una tarea bien ejecutada, con gesto decidido y pleno regocijo oprime el botón de off de su control remoto y exultante de tanto espíritu deportivo y contagioso vigor, se entrega plenamente y sin retaceo, a la merecida conclusión de una jornada agotadora: otorgarse por fin, sobre su apoltronado sillón, una prolongada siesta.   


lunes, 15 de agosto de 2016

CONTANDO SEMANAS 33 de 52 Milagro




No es milagro
sólo
lo que creíamos imposible
sino también lo es
aquello que jamás
se nos hubiese ocurrido
que pudiese suceder.

Más milagros, en lo de Sindel

miércoles, 10 de agosto de 2016

ESTE JUEVES, UN RELATO Desde el antiguo Egipto

Como mi período de sequía inspirativa sigue vigente y pese a ello no quiero dejar de participar de los habituales encuentros jueveros, hoy traigo para aportar a la propuesta que nos hace Ainoa desde su blog unos párrafos pertenecientes a un cuento en tres partes que escribí hace ya bastante y en el que se alude a un antiguo escarabajo egipcio labrado para un rey y que siglos más tarde uniera a una pareja de amantes que vieron truncada su historia de amor. Si les interesa leer la historia completa, dejo abajo los links de los tres capítulos ya publicados.



"...Si bien siempre quiso recorrer detenidamente cada una de las galerías de aquel templo del arte y de la historia (para ella, amante de las antigüedades, estar allí era como estar en el corazón del paraíso) sin dudarlo se dirigió directamente al Departamento de Antigüedades Egipcias.


Egipto Copto, Faraónico o Romano…tres posibilidades en que se abría su búsqueda y a las que decidió responder comenzando por Egipto Faraónico, supuso que sería allí donde estaba el original de su escarabajo.

Recorrió varias salas entre estatuillas, utensilios y amuletos. Encontró varios escarabajos de cuarzo pero no eran como el que lucía sobre su pecho. Aquellas maravillas la hipnotizaban y la iban sumergiendo poco a poco en un mar de ensoñación que la fue poblando de un íntimo bienestar. Aquél mundo de reliquias la atrapaba, haciéndole volar la imaginación y la sensibilidad hasta llegar a sentir que podía casi tocar a quienes habían labrado aquellas piedras y pintado aquellos trazos.

De repente, en una vitrina con muchas otras joyas y amuletos, allí estaba, entre las pertenencias del Rey Amenemhat III, hecho de oro, vidrio y madera…el original de su escarabajo, que simbolizaba la reencarnación y las fuerzas de movimiento del sol. Sintió una profunda emoción y una extraordinaria conexión con aquellas dos personas que en ese mismo lugar, varias décadas atrás se habían encontrado frente a aquel mensajero de dioses iniciando juntos la que ya era parte de su propia historia.

Contempló extasiada aquella pieza por largos momentos, buscando atravesar, si hubiera sido posible, el cristal que separaba sus manos de aquellas texturas. Mientras la observaba, acariciaba, en compensación, la lisura de “su” propio escarabajo, que, desde su solapa competía en belleza con su gemelo...."



Historias con pasado, presente y futuro 

lunes, 8 de agosto de 2016

CONTANDO LAS SEMANAS 32 de 52 FE

Sumándome otra vez a la propuesta de Sindel


Si entre lo absurdo y breve
que marca nuestros días
hay trazos vivos de algo trascendente
-algún indicio de un Todo que involucre
tanto al destino o a un fin que nos conmueva-
será, seguro, la fe que nos impulse
el invaluable fiel que nos sostenga
dando sentido a este camino
vital que transitamos.

viernes, 5 de agosto de 2016

ESTE JUEVES UN RELATO: Un día en Venecia

Sumándome a la propuesta juevera de la mano de la querida Charo me dejo llevar para volver, con la memoria y la imaginación, a uno de los lugares más bellos que he tenido la suerte de conocer: Venecia.


Arribar en vaporetto a la legendaria Venecia y recorrerla por unas horas no basta para sentir en profundidad su magia y su encanto inigualables.

Hay que, al menos estar en ella tres o cuatro días, paladear sin apuro sus intrincados laberintos, amigarse con sus rincones fantásticos, con la omnipresencia del agua en sus canales, sentir minuto a minuto como nace y muere un atardecer junto a la majestuosa Plaza San Marcos y disfrutar del cielo de sus noches por cada rincón ya antes recorrido bajo la luz diurna.


Sólo vagando sin apuro, dejándose llevar sin el control del reloj, familiarizándose lentamente con sus particulares rumores, percibiendo el ritmo cotidiano de su gente y sus rutinas uno puede llegar a sentir que se acerca, al menos, a la poesía intrínseca de su espíritu y de los laberintos sinuosos en ese ambiente tan especial y místico. Y una vez que eso sucede, luego que uno logra conectarse con la magia de su orgánica belleza, siente oficializado el romance perpetuo que se llega a sentir hacia ella para desear siempre volver.

Para ilustrar su magia, algunas fotos de mi colección: