Sumándome a la ya clásica convocatoria de Teresa Cameselle
ZOMBIE (una historia de terror)
Bajo la pastosa capa de
maquillaje con la que lo habían “adecentado” y el agobiante calor que producían
los reflectores, la fragancia importada con la que minutos antes se había
bañado dejó de surtir efecto: el hedor rancio que brotaba de sus poros comenzaba
a percibirse desde varios metros a la redonda revelando su naturaleza putrefacta.
Sus asesores de imagen oportunamente
le recordaron varios trucos para parecer distendido frente a la pantalla. Le indicaron
cómo colocar las manos, ciertos gestos que debía evitar y otros a los que podría
recurrir, como por ejemplo, ir secando de vez en cuando con su pañuelo la
espesa baba verdinegra que solía escurrírsele por sus comisuras.
Pese a su esfuerzo por parecer fresco,
lúcido y atento, su mirada obnubilada delataba su avanzado grado de
descomposición interior que se materializaba también en la fetidez de su
aliento, inútilmente encubierto por alguna menta que -hipócritamente solícitos-
le acercaban eventualmente tanto propios como extraños.
Sus movimientos eran notablemente
pausados y erráticos, artificiosos, sin rastros ya de aquel desenfadado
desempeño que exhibieran en un pasado muy remoto. Su rostro macilento delataba
su calidad de cadáver ambulante, un zombie insensible que pretendía camuflarse frente
a los demás, pese a lo obvio de sus fingidas muecas de simpática convivencia. Hacía
mucho que no era capaz de articular palabra, sólo algún gemido casi mudo lograba
salir de su boca para morir de repente en un brusco gesto interrumpido.
Ya no le quedaban rastros de
humanidad. Ni sentimientos, ni responsabilidad honesta con la sociedad en la que
aún insistía en desenvolverse. Sólo perversas ansias por intentar preservar su patético
estado para la eternidad, negándose a aceptar el retiro -al que debiera haberse
resignado hacía siglos- como un gesto de consideración hacia su prójimo.
Y ésta no resultaría ser una
historia de terror real si de verdad no existiese el peligro de que monstruos
de esta especie sigan siendo votados para renovar su cargo ‘in aeternum” en el
parlamento.
Aplausos de pie! Qué buen relato, Moni!!!
ResponderEliminarTe diría que en ciertos casos es para sospechar, luego de leerte, que esto sea posible.
Te felicito por esta imaginación prodigiosa que dicta tus letras.
Un beso enorme.
Y me lo creo, muchas veces son de cartón piedra y lo que dicen es lo que les han dicho que digan, deberian utilizar dibujos animados para sus mitines y decidir las guerras al mús, mejor aún leer tu relato. Un abrazo
ResponderEliminar¡A ti te quería yo leer! Lo tuyo es apuntar y acertar el tiro, guapa.
ResponderEliminarCoincido con Sindel Avefénix en lo de las sospechas. Ahora que hemos entrado en precampaña, voy a mirar con lupa a los candidatos; la pista es genial.
Enhorabuena, Mónica y feliz fin de semana.
Jajjaaj desde el principio lo veía así.... al final no es que dejes la posibilidad abierta de mi acierto, sino que lo confirmas.
ResponderEliminarUn abrazo y tienes razón, el terror lo vivimos día a día con esos zombies que nos gobiernan.
Besos y ¡Enhorabuena!
Muy acertado el final, casi lo intuía durante la lectura.
ResponderEliminarDesde luego has dado en el clavo.
Muy buena historia.
Saludos.
Yo no lo hubiera relatado mejor!!
ResponderEliminarBesos
Anda que no hay zombis así, no podemos dejarnos engañar. Extraordinario relato. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya decía yo que tardaba en aparecer la casta corrupta que nos ha gobernado en los últimos años. Terror del bueno. ¡¡¡Feliz Halloween!!!
ResponderEliminarUn saludo.
De una actualidad aplastante Neo, por eso es doblemente terrorífico. Aplausos.
ResponderEliminarFeliz halloween.
Un beso.
Enhorabuena por mostrarnos que no hay nada más corrupto y terrorífico que esa cuadrilla que anda por ahí suelta intentando devorarnos la ilusión.
ResponderEliminarUn abrazo
maravilloso texto.
ResponderEliminarUn comienzo atrapante y de sorpresa. La creatividad para representar este tipo de especies te quedo genial. Hasta cuando se exterminará este virus?
ResponderEliminarGenial descripción y genial el final. Verdadero terror. Enhorabuena, Neogéminis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Zombis que se presentan a presidentes... y para colmo, nosotros los votamos. Increíble!!
ResponderEliminarUn abrazo :))
Sí, de muertos vivientes que se empeñan en seguir empozoñando el mundo con sus alientos fétidos, y sus ideas putrefactas, por desgracia sabemos bastante. Gran relato, y mejor final.
ResponderEliminarGracias por participar en el Halloblogween.