Esta semana nos conduce Nieves, y nos propone un tema muy actual y comprometido, el de los refugiados. Mi manera de encararlo ha sido sencilla, en verso y escrito en primera persona, buscando acentuar mi empatía con quienes padecen esta dura situación.
Un refugio.
Un sitio geográfico
en donde establecer
nuestro cero,
el punto de inicio
de las propias coordenadas.
Un lugar digno
para sentirnos enteros,
a salvo…
y con la libertad cierta
de soñar y proyectarnos
hacia nuevos horizontes.
Nada ajeno.
Ninguna dádiva.
Ningún crédito imposible
ni privilegio que nos otorgue
algo que no nos sea
derecho propio.
Tan solo pedimos
un voto de confianza.
Una necesidad básica
que nos llega por naturaleza,
por el simple hecho
de haber nacido humanos.
Muy triste que encima haya que suplicar. Es tremendo, pero así es.
ResponderEliminarVIVIR, un derecho pleno del ser humano y que a muchos se les priva por el mero hecho de haber nacido en tal o cual lugar... es muy triste la realidad que nos rodea hoy día...
ResponderEliminarBesines...
Estoy segura que por ser humanos somos tan crueles. Ningún otro ser en esta vida desgarra a otro por el mero hecho de considerarlo menos, ni lo aparta de su lugar con tan poca falta de respeto y solidaridad, pero siempre por los que miran y no por los que ven.
ResponderEliminarBesos.
Tienen derecho a vivir con dignidad, a mantener unida a su familia, a no desarraigarse, a no perder sus costumbres. Habría que poner orden en sus países y hospitales y trabajo y el bienestar que merecen. Un abrazo
ResponderEliminarTan simple como eso, ser humano y dar humanidad y cariño al que lo necesita. Solo eso.
ResponderEliminarUn abrazo
Por derecho propio, por ser humano, No te hizo falta más palabras Neo, para dejar claro el derecho a la vida, el derecho a la dignidad, el derecho al bienestar, a la felicidad. Lo que todos pedimos y lo que todos merecemos.
ResponderEliminarUn beso.
refugiado deriva de refugio...
ResponderEliminarPreciosas palabras, preciosa forma de rehivindicar el derecho a la vida y a la dignidad. Un abrazo.
ResponderEliminarQue razon tienes...ellos no necesitan pedir..no necesitan que les den asilo,,la tierra es de todos ..grrrrrrrr..que me enoja tanto esto de las fronteras y las politicas...ojala pudieramos lograr ser solo un planeta con uan sola gente..bss
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo, ya bastante duro es empezar, como dices, de ese cero tras una vida seguramente llena de esfuerzos para alcanzar algunos logros, como para que se pongan trabas a esa nueva vida.
ResponderEliminarAbrazos.
Buenas tardes, Mónica:
ResponderEliminarLeerte es siempre un viaje que me acerca a imaginarme mejor, con más ilusión, de la mano de tus palabras que describen lo que no sé escribir o imaginan lo que no llego a soñar.
En este caso reflexionas sobre el “reinicio forzado” y escribes sobre la dignidad del inmigrante; sobre su necesidad de partir de cero, sin que le hagan de menos o lo beneficien de más. Logras que al leerte me sienta como una de esas personas que huyen con lo puesto pero sin dejar por ello de compartir su poco con quien tiene menos.
Un abrazo, Mónica.
Hoy, en este mundo egoista, solo parecen existir derechos si vives en el primer mundo, y aun así si eres de las clases privilegiadas.
ResponderEliminarPronto parece que algunos olvidan que este planeta es la casa de todos y que no deberían de existir frnteras, mucho menos rodeadas de concertinas.
Un abrazo
Hay que tratar a las personas como lo que son, personas.
ResponderEliminarUn saludo.
Debería bastar la pertenencia a la especie humana para que disfrutáramos de igualdad de derechos, obligaciones, oportunidades. Lamentablemente son unos pocos privilegiados de esa especie los que hacen imposible que esto sea una realidad. ¿Tan difícil es someterlos a la voluntad de la mayoría?. Soy de la opinión que la tierra es rica y contiene recursos para todos por lo que, en teoría, cubrir las necesidades básicas de todos el mundo debería ser posible.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
La geografía siempre es algo más, tiene alma; la que queda pegada a nuestra piel, y por muchas más geografías que hayan, todas somos nosotros. Lo que pasa es que algunas "personas" lo hacen difícil o incluso imposible. Triste reflexión la tuya, pero de eso se trata de vernos en un espejo manchado.
ResponderEliminarBesos